Por Mariela Sagel, 24 de febrero de 2020, El Siglo de Panamá
Durante la semana que recién terminó estuvo de visita en Panamá
el director de la Real Academia Española (RAE) y presidente de la Asociación de
Academias de la Lengua Española (ASALE), que agrupa 23 academias de América,
Filipinas, Guinea Ecuatorial y España.
Su propósito principal fue el de hacer entrega al Órgano Judicial de un
documento importantísimo que él ha dirigido, el Diccionario panhispánico del
español jurídico, una obra que nace de la preocupación del Consejo General del
Poder Judicial (CGPJ) por los problemas de claridad y seguridad del lenguaje
jurídico. El Diccionario está hecho con la misma metodología y criterios
lexicográficos con que se hacen los diccionarios de la lengua.
Además de dictar una conferencia en el Palacio Gil Ponce titulada
“Lengua y derecho”, y reunirse con los magistrados de la Corte Suprema de
Justicia, el académico participó de una apretada agenda que incluyó una visita
al Presidente Laurentino Cortizo, al rector de la Universidad de Panamá, a las
esclusas de Miraflores y la Ciudad del Saber, y participó de programas de radio
y una conferencia de prensa con medios locales e internacionales.
El tema del buen uso del lenguaje es de suprema importancia para
todos, y cada vez se hace más necesario saber comunicar correctamente y de
forma responsable, conjugar bien los verbos y las palabras acertadas para que la
lengua que nos une, a más de 400 millones de personas, se mantenga en su mejor
expresión. El idioma, como todos, es
dinámico, pero debe mantener una unidad para nos podamos entender. Por eso hay diccionarios de “panameñismos”, “chilenismos”,
y a todo ese estudio de las palabras y su evolución se dedican las academias de
la lengua en cada uno de los países donde se han establecido.
Ha sido una visita muy reconfortante porque el director estuvo
atendido por los más preclaros representantes de nuestro idioma y porque coloca
a Panamá en la mira de los países donde se habla un buen español.
Por Mariela Sagel, Vida y cultura, La Estrella de Panamá, 23 de febrero de 2020
El domingo pasado reseñé la novela “Alegría”, de Manuel Vilas,
que fue finalista del Premio Planeta 2019, el más prestigioso y de mayor
dotación en lengua española y cuyo jurado estuvo compuesto por Alberto Blecua,
Fernando Delgado, Juan Eslava Galán, Pere Gimferrer, Carmen Posadas, Rosa Regás
y Belén López Celada. El autor Javier
Cercas, nacido en Cáceres, región occidental de Extremadura, España, y ya
famoso por sus anteriores obras, fue el gran ganador con su novela “Terra
Alta”, que se lee sin descanso y con asombro, por los muchos recursos de los
que hace mano el escritor, que apela desde las grandes obras de la literatura
universal hasta los acontecimientos históricos que han marcado la zona donde se
desarrolla el relato.
Coqueteando un poco con la novela negra, más bien la novela
criminal, parece que tuviera una trama convencional donde se enmarca la
infancia y la juventud del joven Melchor Marín y su vida descarriada hasta que
encuentra, pagando condena en la cárcel, a un preso que lo induce a la lectura
y la literatura, empezando con la obra “Los Miserables” de Víctor Hugo. Su permanente sospecha de a lo que se
dedicaba su madre, la interrogante de quién era su padre y su posterior
decisión de hacerse policía, cuando saliera de prisión, le dan un aire muy
misterioso a este héroe que nos entrega Cercas con “Terra Alta”.
Desplegando sus acciones primero en Barcelona, con los
escenarios típicos que le son afines a la ciudad condal, para después
desplazarse a la Terra Alta, un sitio perdido en la zona catalana que
lindera con Aragón, donde en 1938 se libró la batalla del Ebro, un
enfrentamiento en el que más combatientes participaron, la más larga y una de
las más sangrientas de toda la guerra civil española y duró 5 meses, el
protagonista se erige en casi un héroe tanto en su papel de policía como de
esposo y padre y uno le llega a tener un cariño muy especial, sobre todo por
las duras circunstancias a las que se tiene que enfrentar
TERRA ALTA
No me compete comparar esta obra con las anteriores del autor, porque
en su mayoría éstas no han estado a la disposición de los lectores
panameños. Pero para los que hemos
seguido de cerca o de lejos su narrativa, con Terra Alta ocurre un giro que
ciertamente le ha dado un aire de frescura.
Novela criminal o novela negra, es una narración trepidante que se llena
de personajes memorables que irá desgranando en la medida que se traslada de un
escenario a otro. Existe una construcción
del héroe como reivindicación personal y la urdimbre moral que acompaña sus vicisitudes.
Melchor Mirán, después de estudiar para ser policía y bajo la
protección del abogado que su madre contrató para sacarlo de la cárcel por la
vida disoluta que llevaba, es un lector voraz, y lleva a extremos los
personajes de “Los Miserables”, especialmente al llamar a su hija Cosette.
La primera parte de la novela arranca con el crimen que durante
todo el libro la policía tiene que resolver, y que tiene toda clase de aristas
que me sería imperdonable revelar, cuando una pareja de esposos y la criada es
torturada y asesinada de forma violenta en su residencia. Después de este planteamiento, la novela toma
el giro de irse a los antecedentes de Melchor y la razón de su llegada a ese
lugar perdido que se llama la Terra Alta, donde pareciera que nunca pasa nada
pero ese hecho conmociona a toda la comarca, puesto que los muertos son dueños
de muchas tierras y negocios del área y, por ende, muy adinerados.
Intercalando capítulos de un tiempo con otro, vamos hilvanando
la razón de la urgencia de justicia que tiene Melchor, sobre todo por vengar la
muerte de su madre, con el desarrollo de la investigación de la masacre a los
esposos Adell. La recurrente referencia
a la casa donde habitaban en ese pueblo perdido como la “masía” nos da una idea
del tipo de población rural que es la Terra Alta.
Melchor, antes de ser trasladado a la Terra Alta por razones de
seguridad, ya que se enfrentó a terroristas islamitas, sigue empeñado en
investigar la muerte de su madre y logra contactar a una de sus amigas, con la
que mantendrá una cercana relación durante años, llegando a ser ella la madrina
de su boda.
Javier Cercas
Regresando de conocer a esa amiga, Melchor se tropieza con un
incidente que a ojos vistas era un atentado, donde murieron dieciséis personas
y hubo más de cien heridos. De los seis
terroristas que fueron abatidos, Melchor mató a cuatro de ellos y llegó a
conocérsele como “el héroe de Cambrils”, en mención al lugar donde en 2017
ocurrió este hecho. Por la exposición
mediática y temor a represalias, sus superiores lo trasladan a la Terra Alta,
se involucra en la investigación del asesinato de los Adell y conoce a Olga, la
bibliotecaria con que inicia una relación por su afición a la lectura y con la
que se llega a casar y tener una hija.
Hay un homenaje permanente durante todo el libro a la obra de
Víctor Hugo “Los Miserables”, así como a autores como Boris Pasternak, Günter
Grass, Albert Camus y otros. A Olga y a
Melchor los une la literatura y sus ratos de ocio juntos se dedican a leer en
alto pasajes de sus obras favoritas y a hacer el amor. El ingrediente de misterio y novela negra con
investigación criminal, que gusta a muchas personas, lo logra Javier Cercas con
esta obra.
El desenlace, si bien es previsible, también toques
desconcertantes, pero lo lleva a uno casi sin aliento a ese lugar donde quiere
llevarnos el escritor, el de una historia de amor, a la madre, a la esposa, a
la hija, al abogado que lo apoyó toda la vida, en una zona que estuvo plagada
de víctimas de aquella sin razón de odios de pueblo, de crímenes impunes que
dejó la Guerra Civil en la zona catalana que colinda con Aragón.
En la literatura de Javier Cercas el héroe nunca deja de ser el
resultado de un imperativo moral que le sobrepasa, en este caso superado por
una juventud desenfrenada pero una vida adulta donde busca a toda costa la
justicia y el ajuste de cuentas.
JAVIER
CERCAS
Con 58 años y varias obras a su
haber, se licenció en Filología hispánica en la Universidad Autónoma de
Barcelona y más
tarde se doctoró en la misma especialidad en la Universidad de Barcelona.
Trabajó durante dos años en la Universidad de Illinois en Urbana, Estados
Unidos, y en esa época
escribió su primera novela. Trasladado
con su mujer e hijo a Gerona, siguió ejerciendo la docencia además de publicar
artículos y reseñas para varios periódicos, hasta hoy, donde es habitual del
suplemento dominica del diario “El País.
Javier Cercas junto a Ángeles Mastretta, quien le presentó el libro Terra Alta, ganador del Premio Planeta
Tiene, con ésta, diez novelas publicadas, la más conocida
“Soldados de Salamina”, que fue llevada al cine, dirigida por David Trueba. Su obra ha sido traducida a más de treinta
lenguas y recibido honrosos premios en España y otros países. Escribe libros de ensayo y misceláneos, en
catalán y en español.
En la pasada Feria del Libro de Guadalajara (FIL) su novela
premiada con el Premio Planeta fue presentada por la escritora mexicana Ángeles
Mastretta, lo que resultó en una velada excepcional por el enriquecedor diálogo
entre dos grandes de la pluma y la literatura.
Mariela Sagel es arquitecta, ex ministra y escritora. Publica hace 40 años en Panamá y otros países sobre temas políticos, literarios, patrimoniales y de arte. Actualmente es embajadora de Panamá en Turquía.