Por Mariela Sagel, 25 de noviembre de 2019, El Siglo de Panamá
Desde hace unas semanas el continente americano está
convulsionado, por una razón o la otra.
Las protestas en Chile han sido indudablemente una voz de alerta para
nuestro país, en vista de que ambos somos los que ostentamos la mayor tasa de
crecimiento en la región, así como la más grande desigualdad. La incomprensible violencia que acarrearon
estas protestas, que llevaron a la destrucción de estaciones de metro y otras
infraestructuras, en detrimento de las condiciones de vida de los chilenos, son
inexplicables desde un punto de vista de la alta educación que ese país posee.
En Bolivia era de esperarse que, ante la terquedad de Evo
Morales de desconocer los resultados de los pasados comicios, vendría una
explosión como la que tuvo lugar, pero preocupa que, después de dos semanas de
que renunciara a la presidencia, sigan los disturbios y se estén agudizando las
carencias para la población. Se habla de
que falta combustible y alimentos y que hay saqueos y venganzas en las
principales ciudades. Evo Morales le dio
cosas buenas a su país, el primer indio que gobernó Bolivia, logró elevar el
alfabetismo y también alcanzó ventajas económicas que antes solo estaban
reservadas para la muy reducida clase pudiente.
Ahora esperemos que esa nación no retroceda y desmejore la calidad de
vida de sus habitantes.
Más recientemente, y sin ignorar lo que ocurre en Ecuador u
otros países, Colombia explotó en manifestaciones populares contra la política
de estado que lleva a cabo el presidente Duque, un ungido del expresidente
Álvaro Uribe. Esto sí que nos concierne
por ser un país limítrofe, por ser receptores de una enorme migración de su
parte y, sobre todo, porque Duque decidió desconocer los acuerdos de paz que logró
su antecesor con las guerrillas, que por más de 50 años desangraron a ese
pueblo.
Debemos mirarnos en el espejo de estos países hermanos para no
cometer los mismos errores y, sobre todo, prestar nuestro exitoso desempeño
como mediador y solucionador de conflictos sin violencia.
Por Mariela Sagel, Vida y cultura, 24 de noviembre de 2019, La Estrella de Panamá
Por tercera vez la escritora española Julia Navarro viene a
Panamá y presentará su más reciente novela “Tú no matarás”, que ha sido un éxito
desde que salió a la venta, a fines del año pasado, ascendiendo a más de un
millón de libros vendidos de los títulos que ha publicado en lo que lleva de
dedicarse a la literatura.
Navarro, que es periodista de formación, ingresó a la literatura
el año 2004, cuando publicó su primera novela.
Es una aguda analista política y eso se percibe en su narrativa. Dedicó los primeros 35 años de su carrera
profesional a trabajar en diferentes medios de comunicación, desde la cadena
SER, TVE, Agencia OTR/Europa Press, entre otros, y sus opiniones políticas
merecían el respeto de adeptos y también de los que no estuvieran de acuerdo
con ella. Un amigo común, que recién
falleció, José Onetto, y que fue su compañero de trabajo me comentó el año
pasado que su desempeño era intachable y no dejaba de sorprenderse del éxito
que había cosechado en la literatura.
La escritora madrileña Julia Navarro
Lleva, con ésta, siete novelas publicadas, desde “La hermandad
de la sábana santa”, que la catapultó al éxito. A veces la señalan como
escritora de novela histórica, lo que ella niega con estas palabras: “Yo me rebelo cuando dicen que
escribo novela histórica. Hay otros escritores donde de verdad el peso de la
historia es muy importante. Lo que pasa es que tengo una obsesión por que los
escenarios a los que subo a mis personajes estén bien construidos, respondan al
momento histórico que están viviendo, y a la documentación le dedico mucho
tiempo. Pero para mí la historia sólo es un escenario, no quiero contarla; lo
que me interesan son los personajes”.
LOS LIBROS
DE JULIA NAVARRO
Antes de dedicarse a la narrativa, Julia Navarro publicó cinco
libros periodísticos. Y es que el
periodismo lo lleva en la sangre, pues su padre era periodista, así como lo es
su marido, aunque de pequeña quiso estudiar para ser bailarina, ya que cursó
ballet hasta los 17 años. Su irrupción
en el mundo literario se dio, dice ella, por casualidad, como consecuencia de
leer todo lo que le caía en la mano, incluso los obituarios. De uno de ellos salió su primera novela. Esa fue “La hermandad de la sábana santa”,
cuyo escenario se enmarca en la catedral de Turín, donde se venera la Sábana
Santa y en donde se produce un incendio y encuentran un hombre al que le habían
cortado la lengua. A partir de allí se
desencadenan una serie de eventos que involucra a los templarios y tiene como
hilo conductor el nexo que une a la élite de hombres de negocios, cultos,
refinados y muy poderosos. De ella
suscribió el expresidente de gobierno del Reino de España, Felipe González, “Qué
difícil es representar 2,000 años de historia novelada, pero Julia lo ha
conseguido; y para ello no ha empleado sólo un hilo, sino muchos, que al final
convergen”.
Ese libro fue traducido a 30 idiomas. Le siguió “La biblia de barro”, al año
siguiente, que se ubica en Roma y en los países del Golfo. Son constantes en sus obras las tramas
intrincadas y las pasiones más oscuras que pueden albergar los seres
humanos. Después publicó “La Sangre de
los inocentes” (2007), que nos transporta a lugares como Jerusalén, Granada,
Roma o Estambul y que indaga sobre las causas del fanatismo religioso y la
intolerancia a lo largo de los siglos.
“Dime quién soy” fue su siguiente novela, (2010) que también fue
un éxito, así como fue aumentando de páginas y también el espacio de tiempo que
refleja. En esa novela hay intriga,
política, espionaje, amor y traición, y retrata de forma apasionante los años
de la Segunda República española hasta la caída del Muro de Berlín, pasando por
la II Guerra Mundial y la Guerra Fría.
Es un relato político, social y humano del pasado más inmediato, como
señaló el diario El País. Su adaptación
televisiva, cuya producción está en proceso, constará de nueve capítulos de 50
minutos, y se centrará en la turbulenta historia de Amelia Garayoa, la protagonista.
“Dispara, yo ya estoy muerto” salió publicada en 2013 y es una
historia llena de historias, que abarca desde finales del siglo XIX hasta
mediados del siglo XX y se recrea en ciudades emblemáticas como San
Petersburgo, París o Jerusalén.
“Historia de un canalla” se publicó en 2016 y aunque de estilo diferente
por no ubicarla en medio de sitios históricos o momentos importantes de la
historia, denota lo que la autora reitera, que lo que le interesa son los
personajes. Y ahora nos llega este
maravilloso libro, que será presentado el martes 26 de noviembre, “Tú no
matarás”.
TÚ NO
MATARÁS
Tal como publiqué en la reseña que le dediqué a esta magnífica y
poderosa novela, en marzo de este año, la historia está ambientada en su barrio
natal madrileño, el que se conoce como de los Austrias, y sus protagonistas se
trasladan a múltiples capitales, llevándonos de un lado a otro con tres amigos
que sufren, viven y aman en forma trepidante.
Si bien es un relato desgarrador, donde las mujeres llevamos,
como siempre, la peor parte, no está exenta de enseñanzas, de destinos que se
cumplen, vidas que se cruzan y ejemplos de sacrificios más allá de lo
humanamente tolerable.
Fernando, Catalina y Eulogio son tres amigos que vienen juntos
desde el colegio y sus vidas toman giros insospechados como consecuencia del
fin de la Guerra Civil Española, “La guerra la ganaría Franco, pero la perdimos
todos” y el comienzo de la II Guerra Mundial.
El padre de Eulogio y el de Fernando eran parte del bando republicano y los
padres de Catalina eran, se puede decir, neutros, más inclinados a la causa
franquista, pero la chica es voluntariosa, y esa terquedad hace que Fernando,
que “bebe los vientos” por ella, la sume a su fuga de un país que quedó muy
dividido después del conflicto.
Lo que sigue es la vida de los tres hasta que envejecen, aunque
uno muere prematuramente. Sus recorridos
por Alejandría, París, Londres, New York, Boston, Santiago de Chile, Israel son
alucinantes, siempre con una vuelta de tuerca que sorprende, así como su escape
en el barco Esperanza del mar, desde Lisboa, para recalar en Egipto.
No hay duda de que Julia Navarro maneja los tiempos y los
escenarios a la perfección y estudia las reacciones humanas para traducirlas de
manera fehaciente, ya que uno se siente identificado con los comportamientos que
producen diversos escenarios. Dijo recientemente, en una presentación de esta
novela que «Para mí escribir es bucear en la condición humana. Aspiro a que
mis novelas no dejen indiferente a mis lectores».
El que vuelva por tercera vez a Panamá (la vez anterior fue en
2016) debe llenarnos de orgullo porque estamos en el mapa editorial, tanto por
sus lectores, que somos muchos, así como por las librerías El Hombre de la
Mancha, donde será la presentación y son los responsables de sus visitas a
nuestro país.
Mariela Sagel es arquitecta, ex ministra y escritora. Publica hace 40 años en Panamá y otros países sobre temas políticos, literarios, patrimoniales y de arte. Actualmente es embajadora de Panamá en Turquía.