Convivencia Costumbres El accionar público La ética y la política Opinión Publicado en El Siglo

Cambio de tolda

MARIELA SAGEL
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En los últimos meses ha ido en aumento la fuga de miembros de un partido a otro, lo que es visto como oportunismo. Si bien es lógico y entendible que los miembros de un partido que esté en oposición encuentren la solución de sus problemas en cambiarse de tolda, toda vez que la política nuestra es básicamente clientelista, no me cuadra este éxodo masivo que se ha dado desde los partidos de la alianza de gobierno al partido que fundó la lidera.

No creo que sea necesario tanto arribismo. Es conveniente fortalecer un partido aliado antes que correr a inscribirse al colectivo que, según los tránsfugas, es el predominante en la alianza. Tal parece que existe un gran descontento en las filas de los colectivos aliados y esa es la excusa para que cojan sus bártulos y se vayan hacia el CD. Sin embargo, me pregunto, ¿por qué, si están en gobierno, no fortalecen sus partidos y de manera indirecta, la democracia que debe prevalecer en nuestro sistema?

El arnulfismo está en permanente estado de alerta, sus dirigentes son seriamente cuestionados y existen, como siempre, varias facciones, que no se ponen de acuerdo y por la misma razón, no trabajan para lograr ser un mejor partido. Su presidente, también canciller y vicepresidente de la República, no para el pie, vive montado en un avión junto con el Presidente. No entiendo la razón de tenerlo a la sombra, será que teme que, dadas las referencias históricas, lo deje a cargo y en vez de un 99 encuentre 100, como me dijo un compañero de luchas recientemente. No existe política exterior alguna por ese zangoloteo y tampoco conducción adecuada de los ñames.

En el Molirena uno de estos días no va a quedar ni las plumas de los gallos. Con el éxodo de Arturo Vallarino y sus adláteres, el gallinero se está quedando sin las ponedoras y peligra su continuidad.

El otro partido, un pastiche, seguro desaparecerá con todo y su emblemático color naranja. Creo recordar la reingeniería que se llevó a cabo con Solidaridad y el Liberal del Baby Arango –con su yerno a la cabeza– para que diera paso a la flamante Unión Patriótica, de la cual ni sus propios miembros le tienen afecto, como me lo manifestó una vez uno de sus más conspicuos miembros.

Algo que me cuesta entender y que a lo mejor alguien que lea esto me pueda explicar es cómo hace un político electo para justificar que se va de un partido para otro ante sus electores. No creo que todos los que lo eligieron sean tan oportunistas como él.

Al final, hay que tener en mente que el que traiciona una vez lo vuelve a hacer.