El accionar público La ética y la política Opinión Panamá Publicado en El Siglo

La firma del Pacto Ético

MARIELA SAGEL 

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El Siglo, 4 de marzo de 2013 —

La Conferencia Episcopal Panameña, a través de la Comisión de Justicia y Paz, ha invitado a un acto en el que se verificará la firma del Pacto Ético Electoral 2014 el miércoles 6 de marzo, el que, aspira, será suscrito por los representantes legales de los partidos políticos y los medios de comunicación social. Este pacto ha sido tema de discusión, malas interpretaciones y hasta usado para calumniar, sin que se haya puesto aún en vigencia.

Debemos recordar que desde 1994 se ha suscrito el pacto entre los partidos políticos y como se dice en el lenguaje popular, ‘la fiesta se ha llevado en paz’, hasta el 2009, cuando el hoy partido gobernante se negó a firmarlo y no hubo quien lo suscribiera y todos sabemos (y lamentamos) lo que pasó en esas elecciones. En este año preelectoral, con los ríos de tinta, de lengua y de ‘trinos’ (como les dicen en España a los tuits) no solo urge un Pacto Ético, sino un afianzamiento de la ética como cultura obligatoria en el accionar público y privado.

Indagando un poco en los antecedentes y en las razones de quienes no lo quieren firmar y por qué lo empuja solamente la Iglesia católica, llego a ciertas conclusiones que pueden ser subjetivas y objeto de aclaraciones, pero que no dejan de ser una percepción del razonamiento que me merece un tema tan delicado: el pacto de 2004 fue suscrito por el Comité Ecuménico, que lo conforman las iglesias cristianas, a saber, la católica, la ortodoxa griega, la episcopal, la evangélica metodista de Panamá, la metodista del Caribe y las Américas y la bautista calvario. No figura en este comité la comunidad apostólica hosanna ni otras similares, que han probado una gran presencia en la sociedad panameña. No quisiera pensar que ante la ausencia del apóstol Álvarez, que unge al presidente cada vez que a este le da por hacerse el santo, se recurra a él para dirimir cualquier diferencia o campaña sucia que surja en este periodo.

Segundo, y no final, tampoco quisiera pensar que el liderazgo de la Conferencia Episcopal Panameña se dé en los momentos que se celebra el V Centenario de la Instauración de la Primera Diócesis en Tierra Firme. Sería lamentable que se utilice un tema tan sensitivo y vulnerable como la campaña electoral para montarse sobre este con un leitmotiv de mercadeo. Ojalá me equivoque y para eso, en mi infinita ignorancia, lo someto al escrutinio de todos.