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MAÑANA TENDREMOS OTROS NOMBRES

Por Mariela Sagel, Vida y cultura, La Estrella de Panamá, 25 de agosto de 2019

     El Premio Alfaguara, que se falla anualmente entre los meses de marzo y abril, recayó este año en el escritor argentino Patricio Pron con su obra “Mañana tendremos otros nombres”.  Pron, de apenas 43 años vive en Madrid y escribe en el suplemento cultural Babelia, del diario “El País” y también colabora con la revista “Letras libres” que dirige el intelectual mexicano Enrique Krauze, heredera de “Vuelta”, que fue fundada por Octavio Paz, y saca dos ediciones, una mexicana y la otra española.

     Estudió Comunicación Social en su natal Rosario, y se doctoró en filología románica en Alemania.  Su galardón es el décimo segundo desde que se restaurara el premio después de veinticinco años de ausencia y cobra valor ahora que Alfaguara, antes del Grupo Santillana, fue adquirida por Penguin Random House, lo que le garantiza una amplia distribución y reedición en países de habla hispana.

     Del año 1965, primera vez que se convocó, hasta 1972, cuando se suspendió, solamente un latinoamericano había ganado el premio, los demás eran españoles.  A partir de su reinstauración, de las 22 versiones, 18 latinoamericanos han obtenido el premio, que además de una dotación de 175 mil dólares, el ganador recibe una escultura del escultor español Martín Chirino.  Solamente 5 mujeres han recibido el galardón.  Contrario al premio Planeta, que tiene un finalista (o segundo premio), el Alfaguara no contempla una asignación para la segunda novela que reciba el voto favorable por su obra.

LA NOVELA

     El “leit motiv” de la novela que obtuvo este año el premio Alfaguara es hacer una autopsia de la ruptura de una relación amorosa y todo lo que ella conlleva.  Con una manera muy recursiva de narrar, los nombres nunca aparecen, pues siempre son El, Ella y los demás protagonistas se identifican con una inicial.  Contrario a lo que uno espera de una historia de amor (o desamor), el autor se empeña en reflejar un mundo, posiblemente en el que nos movemos, en el cual las relaciones personales se rigen por las leyes del mercado y cualquier forma de manifestación de responsabilidad o generosidad en los afectos es casi un manifiesto político.

     La prosa que maneja el autor es muy inquisitiva, profundiza en los sentimientos que envuelven a la pareja que termina su relación, la forma en que van desmantelando su hogar y el amor que se siguen profesando a pesar de haber decidido separarse.  Dentro de esta tensión hay referencias a las redes sociales, la mensajería instantánea, los encuentros o desencuentros, el agotamiento de la fórmula amorosa monógama tradicional y lo frágil que puede ser una relación abierta, o poliamorosa.  Es un baile de ideas, que danzan en diferentes ritmos narrativos, permitiendo que vayan encontrando su propio peso y ritmo.

     El es un escritor de ensayos, bibliófilo, que se muda después de su rompimiento frente a una librería, por sugerencia de su editora y Ella es arquitecta, un poco anclada en lo tradicional, pero con la urgencia de volcarse a proyectos de vanguardia.  Después de cinco años juntos y la necesidad que ella tiene de ser madre (sin que él tenga los mismos deseos) se enfrentan de pronto a una vida cuyo mercado sentimental les es desconocido por completo.  Son de la generación “Tinder”, los que con solo un dedo eliminan a cualquier persona que les sea incómodo y a la vez, todos están expuestos y desencantados.

     El estilo de Patricio Pron gira en torno al compromiso contra la lógica imperante del miedo (lo que Mark Fisher llama “realismo capitalista”). Su estructura es complicada, pero a la vez sencilla y bien sustentada y tiene mucho de resistencia a lo que hoy se vive, de conseguir pareja por medio de grupos de chats y envíos de fotos de partes íntimas.

     La esencia del amor está siempre presente, y ese amor es desgarrado y, a pesar de todas las innovaciones de las que el autor hace mano, el resultado es una auténtica teoría feminista, con los necesarios debates sobre las nuevas masculinidades o redes afectivas.  El título cobra relevancia en el momento en que El y Ella toman una decisión desafiante que vincula lo privado con lo público y el amor con las ideas.

     El fallo del jurado, que estuvo integrado por Juan José Millás, Manuel Vilas, Jorge Fernández Díaz, Gunilla Sondell, Estrella García y Pilar Reyes destaca que “es un texto sutil y sabio, de gran calado psicológico, que refleja la época contemporánea de manera excepcional y toma el pulso a las nuevas formas de entender los afectos”.

     La relación de El y Ella entraría en lo que el sociólogo polaco Zygmunt Bauman definió como “modernidad líquida”.  La relación rota refleja la existencia de dos realidades, el mundo de la cotidianidad, donde entran y salen, atados y desatados, en forma intermitente.  No se atreven a caer en la urgencia del deseo cuando se encuentran en forma casual por el peso de la conciencia. Ricardo Baixeras, en una reseña sobre el libro, señala que es “Un texto enormemente sugerente sobre los tiempo actuales y venideros, sobre lo que nos configura, sobre los nuevos roles de la masculinidad y la feminidad y sobre la velocidad como clave de lectura de las relaciones, una velocidad que como quería Ralph Waldo Emerson, cuando uno patina sobre hielo fino, es la salvación”.

EL AUTOR

     Aún cuando este premio lo ha lanzado definitivamente a la fama, el escritor argentino es un crítico literario traducido a media docena de idiomas, entre los que se encuentra el inglés, alemán, francés e italiano.  En 2010 fue escogido por la revista Granta como uno de los 22 mejores escritores jóvenes en español.

Patricio Pron

     Desde el año 1992 ha publicado artículos de prensa y entre 200 y 2001 recorrió Europa, los Balcanes, África del Norte y Turquía como corresponsal del diario de su ciudad natal, La Capital.  Este no es el primer premio que recibe, tanto a nivel nacional (en Argentina) como internacional, uno de los más importantes el finalista del Premio Nacional de la crítica española en 2016 por la obra “No derrames tus lágrimas por nadie que viva en estas calles”, que trata sobre los escritores fascistas del medio siglo.  Tiene publicados seis libros de relatos y ocho novelas.

     Con un doctorado en la Universidad de Götingen, Alemania, su tesis se basó en los procedimientos narrativos en la obra de un escritor argentino apodado Copi (Raúl Damone Botana) que además de narrador era historietista y dramaturgo argentino de gran relevancia.

     Su obra premiada con el Premio Alfaguara 2019 es una novedad interesante para disfrutar, entender y, sobre todo, comprender que los nuevos tiempos exigen nuevos cánones de comportamiento, por lo menos para cierta generación, cuya relaciones personales y afectivas se rigen por códigos de consumo y alienación.