El accionar público El desorden urbanístico La ética y la política Opinión Panamá Publicado en El Siglo

Obras civiles en la ciudad

MARIELA SAGEL 
El Siglo, 5 de agosto de 2013
Los que vivimos en la ciudad tenemos meses, y hasta años, de estar pasando un verdadero tormento por la construcción, al mismo tiempo, del Metro, de las interconexiones en las intersecciones, del soterramiento de los cables, el saneamiento de la bahía y otras obras civiles. Estas son importantes, pero la coincidencia de hacerlas todas al mismo tiempo trae el caos vehicular que se vive a diario y que tiene a muchos ciudadanos maldiciendo día y noche tanto al Gobierno como a quien se le ponga en frente.

Todas estas obras no fueron ideadas, diseñadas o creadas por la gestión gubernamental de Ricardo Martinelli. Lo que sí se ha hecho es tener la voluntad de hacerlas, lo que de por sí tiene su mérito. El Metro estaba engavetado desde 1999, el saneamiento de la bahía se empezó desde inicios de los años 2000 y tomó forma con la asignación del PRODEC, en el gobierno de Martín Torrijos, para el mejoramiento de la infraestructura comunitaria. Las interconexiones en las intersecciones son el resultado de un trazado de la ciudad que también data de hace lustros y lo del soterramiento de los cables está en el tapete desde hace diez años, con negociaciones entre las empresas de televisión, teléfono y electricidad y el pago de cada uno de nosotros de un monto en la factura de servicios que recibimos todos los meses.

Igual pasó con los corredores iniciales: se diseñaron bajo el proyecto Estampa en los años ’80 y se tuvo la voluntad de iniciarlos bajo el gobierno de Ernesto Pérez Balladares. Las demás gestiones lo que han hecho es construir las siguientes etapas.

Tengo mis dudas de que cuando todas estas obras se culminen tendremos una ciudad ejemplar. Mientras se siga construyendo a mansalva y las infraestructuras no se actualicen (acueductos, alcantarillados, capacidad de generación eléctrica, etc.), estamos tentando una crisis por la sobredemanda que se produce. Sin embargo, como reza la propaganda, las molestias pasan, las obras quedan. ¿Se acuerdan cuando se tenía que salir 45 minutos antes para ir a Tocumen? Un poco de impaciencia y otro poco de improvisación afloran a diario: recién se abrió el paso de interconexión de la Transístmica y extensión de vía Israel (conocida como vía Ramón Arias) y ya todo el mundo se queja: que si los semáforos están colocados en lo que uno baja la pendiente, que si no se contemplaron los giros para llegar a barrios como Los Ángeles, en fin, nunca se queda bien con nadie.