Por JULIO CESAR SCHARA en ocasión de la exposición retrospectiva del pintor Antonio Alvarado
Conocí a Antonio Alvarado en la ciudad de México, en mi departamento de Polanco, acompañado por Roberto Fernández Iglesias (1941-2019) escritor panameño avecindado en la ciudad de Toluca, Estado de México, donde fundara la histórica revista: TUNASTRAL. Meses después partiría a vivir a Panamá en una misión diplomática que se prolongó por once años, (c. 1972-1983)
A mi llegada el Istmo volví a encontrar a Antonio Alvarado, que era asiduo de las exposiciones de arte y constituyó compañero insustituible en las tertulias bohemias, su información sobre el arte contemporáneo era admirable, así como su compañía festiva, cantaba, tocaba tambores, bailaba etcétera.
Alvarado pintor dedicado al Arte abstracto desde sus inicios, conformaba junto a Luitgardo Broce, Efraín Espino, Aguilar Ponce, Rogelio Pretto, Mario Calvit, Manuel Chong Neto, Alfredo Sinclair, formaban la nueva tendencia del arte, esto es: el Informalismo pictórico, tendencia iniciada en Inglaterra, en los años cincuenta con Francis Bacon. Guillermo Trujillo fue informalista pero también pintor figurativo, sus famosas manzanas se vendían bien en el opacado mercado de arte de Panamá. Informalista y figurativo.
Pocos artistas tuvieron el valor de asumir el arte abstracto con pasión y entrega, por esos años se encontraban Broce, Espino, Pretto. Las tendencias del arte abstracto tenían muchas dificultades para su difusión y que los coleccionistas se interesaran en ello. La figuración académica de la generación anterior: Ivaldi, Amador, Cedeño, Lewis, etcétera dejaron una poderosa influencia que continua hasta nuestros días.
Varios artistas tuvieron que emigrar al extranjero: Broce a Noruega, Espino a Dinamarca, Paul Runyan a Inglaterra, Pretto a Estados Unidos, etcétera. Antonio Alvarado se quedó en tierra, fiel a su pasión por el arte abstracto que ha cultivado por más de sesenta años,. En esta exposición vemos los mismos colores primarios con los que crea el tambor de la alegría. Ahora hay nuevos signos, taches, figuras zoomorfas y antropomorfas que abren al espectador la posibilidad de seguir encontrando formas en la impronta de la dinámica abstracta del color.
Encontré en esta exposición un cuadro que hace alusión a la GRAN OLA, de la estampa del pintor japonés Katsushiko Hoirusai, famosa obra en la historia del arte universal.
Hebert Read («Las Raíces del Arte», 1971) escribió: …” el artista es el hombre que está dotado con la percepción más directa de las formas naturales… los artistas son en muy buena medida autómatas, es decir sin saberlo transmiten en sus obras un sentido de escala, percepción, simetría, equilibrio y otras realidades abstractas que han adquirido a través de su reacción con la naturaleza…” y el medio social que los rodea (Read p.9)
Así Alvarado es el gran pintor abstracto de Panamá, con los colores dinámicos, alegres, tachaduras, juegos, alusiones antropomorfas, isomorfas, rehacen el clima natural de la alegría de vivir en nuestro querido Panamá.
“La única prueba del genio es el acto de hacer bien lo que es digno de hacerse y que nunca se ha hecho hasta entonces. En las Bellas Artes lo único seguro, infalible del genio es la ampliación de la esfera de la sensibilidad humana, para deleite, honra y provecho del genero humano” (Read p.33)
En Panamá el poeta, el artista forma parte de la sociedad al igual que el trabajador, el campesino y el comerciante. Brinda a la sociedad un teatro total, música, poesía, arte, es el crisol donde se forja alma pública. En todo Panamá la poesía y el arte son vigorosos, aunque a los artistas les cueste mucho ser entendidos, comprendidos y ser escuchados…
Casa Blanca, San Juan del Rio, Querétaro, Mx.
Otoño 2024