Cuarenta años
Voy a hacer un ejercicio para recordar a los papagayos de las garzas y al público lector algunas acciones que se hicieron desde 1972 y que nos hacen gozar hoy de un desarrollo envidiable, lo que es la plataforma que tiene el actual gobierno para proclamar sus logros.
La hidroeléctrica Bayano (también llamada Ascanio Villalaz) fue inaugurada en 1972, lo que permite que el país cuente con parte de la generación eléctrica que necesita, gracias al caudal de ríos que bañan esta tierra bendecida. Así lo han hecho otras hidroeléctricas, que fueron la punta de lanza para que no dependiéramos exclusivamente del petróleo. En el gobierno de Ernesto Pérez Balladares, donde el actual presidente fue un miembro destacado (no por su ejecución precisamente), se privatizó parcialmente la generación eléctrica, lo que ha resultado una excelente fuente de ingresos para el Estado. Como todo proyecto, tiene que actualizarse.
En la década del 70, hace 40 años, se iniciaron las negociaciones para lograr un tratado que le devolviera la soberanía a Panamá sobre el Canal de Panamá, tratado que fue firmado en 1977 y fue implementándose a partir de la fecha, logrando el control absoluto a fines de 1999, cuando el señor Martinelli era, precisamente, actor principal por ser ministro del Canal.
Entre los años 1979 y 1980 se terminaron los proyectos Estampa, que hoy son los padres de los corredores Norte y Sur, que han agilizado los traslados en la ciudad, previos a las obras viales en las que hoy se trabajan, que tampoco son de ahora, —el Metro es un proyecto de hace 12 años—.
El recordado médico José Renán Esquivel emprendió, también en la década de los 70, al ambicioso proyecto de Salud Igual para Todos, que hacía énfasis en la producción de salud y la prevención en las comunidades. El concepto producción de salud consistía en que el bienestar de la población es el resultado del trabajo de la misma gente.
En educación, el gobierno del presidente Aristides Royo apostó por una reforma educativa que fue incomprendida y rechazada, pero cuyas bases deberían retomarse para que no tengamos los pobres resultados que hoy vemos en este importante rubro. Muchos de los hoy profesionales de clase media y también de origen humilde tuvieron la oportunidad de educarse en otros países, gracias a la apertura que se dio para que sus familias pudieran optar por becas.
En 40 años sufrimos un gobierno militar que hizo mucho daño, y una innecesaria invasión que hizo más. También se privatizaron las telecomunicaciones, lo que hoy nos permite ser un centro de comunicaciones (y a los ‘twitteros’ despedir a sus ministros). En 40 años mejoramos un aeropuerto internacional (1971), que es hoy el mayor y más importante de Centro América y sede del hub de las Américas. En 40 años muchos de nuestros sitios históricos fueron acogidos por la UNESCO como patrimonios de la Humanidad, esos mismos que ahora están queriendo pisotear.
La lista es larga y el espacio no me da para todo, pero en 40 años, señor presidente, usted amasó una fortuna gracias a lo que hicieron los gobiernos anteriores.