Por Mariela Sagel, El Siglo de Panamá, 9 de diciembre de 2024
El año que pronto terminará ha tenido cuatro efemérides patrias que tienen un hilo conductor: el Canal de Panamá.
El 9 de enero se conmemoraron 60 años de la gesta patriótica que fue la chispa que encendió y dio impulso a la decisión nacionalista de recuperar el Canal de Panamá. En esa ocasión fueron 22 los panameños que sacrificaron su vida para que nuestra bandera ondeara en lo que mal llamaron Zona del Canal.
El 20 de diciembre se cumplen 35 años de la cruenta e innecesaria invasión que sufrió nuestro país bajo por parte de los Estados Unidos, bajo el nombre “Just Cause”, a la que siempre le he llamado “Just Because”. 26 mil hombres invadieron nuestro país detrás del dictador, sin encontrarlo, sumiendo al país en caos y destrucción, estrenando sus nuevos juguetitos bélicos. Su relación con el Canal de Panamá es relativa, ya que también pretendía evitar que se nombrara un aliado de Noriega como Administrador, tal como lo estipulaba el Tratado Torrijos Carter, a partir del 1º de enero de 1990. En el mes de septiembre de ese año, esa responsabilidad recayó en el primer administrador panameño, el recientemente fallecido Ing. Gilberto Guardia.
El 18 de noviembre el Canal de Panamá conmemoró los 30 años del título constitucional que lo ampara y presentó un libro, contentivo de 13 ensayos de personas que han estado vinculadas al Canal de Panamá, ya sea como negociadores del tratado, miembros de la directiva así como funcionarios que contribuyeron a darle forma a la titánica tarea de construir una normativa jurídica que regulara la Autoridad del Canal como una entidad autónoma, sus relaciones y operaciones, que es referencia para la industria marítima mundial y una figura inédita en el manejo de una entidad como esa.
Y el próximo 31 de diciembre celebraremos 25 años de la reversión del Canal, en un acto histórico que todavía nos emociona recordar y para lo cual la ACP ha lanzado una campaña que ilustre a todos los panameños el histórico logro que representaron los Tratados Torrijos Carter para el pequeño país istmeño, que le ha permitido manejar su mayor recurso con eficiencia y profesionalismo.
