EL FINAL DEL COMIENZO
Por Mariela Sagel, El Siglo, 19 de agosto de 2018
Las declaraciones de la procuradora el lunes pasado dejaron a todo el mundo como gallina sin cabeza. El que el magistrado presidente la fuera a visitar para decirle y repetirle que le habían grabado, que el caso de Martinelli se iba a caer y que volvería a la justicia ordinaria se pasó de la raya. La cosa no tiene asidero si nos proponemos entender toda la trama: el magistrado fue a verla el 30 de julio, pero ella no salió a denunciar esa visita (y la presión a la que está supuestamente sometido) hasta 14 días después. Y como en los evangelios, repetía 3 veces (Jesús le advirtió a Pedro que lo negaría 3 veces). Era una escena surrealista.
El presidente, como siempre, se la pasó evadiendo el tema y hasta sus compromisos. Iba a ir a la inauguración de la Feria del Libro y dejó a todo el mundo esperando. Denota el desprecio que siente por la cultura y la educación.
Para rematar, renunció (o lo renunciaron) el director de la Caja de Seguro Social. El hilo de tuits que precedieron a esa renuncia apunta a que lo echaron. Mucho duró. Exceso de protagonismo y poca maniobrabilidad en los temas que debía corregir acabaron con su incipiente carrera pública, aunque venía precedido por dos misiones extranjeras (en dos gobiernos diferentes y opuestos), lo que no habla bien de su lealtad.
Es preciso que dejemos de ver las redes sociales como la fuente de información. Ellas representan apenas 8% de lo que acontece, pero los medios tradicionales han cometido el error de basarse en ellas para replicarlas, por eso estamos tan desinformados. Hay que volver a nuestros orígenes y leer más y analizar más. Es lo que le falta a nuestra deplorable clase política, que con cada acción cae más profundo ante la opinión pública.