Lunes 8 de diciembre de 2014
Si bien lo único seguro que tenemos en esta vida es la certeza que nos vamos a morir, cuando alguien famoso muere se tiende a hacer un escándalo que pretende ser homenaje póstumo a esa personalidad. Este año nos hemos quedado sin la pluma de varios escritores, como Gabriel García Márquez y, recientemente, Vicente Leñero (apenas el 3 de diciembre), intérpretes como ‘Cheo’ Feliciano y Gustavo Cerati, artistas como Robin Williams y hasta la famosa ‘fashionista’ Joan Rivers y la Duquesa de Alba cantaron el manisero.
El actor conocido como ‘Chespirito’, que llenó un vacío en el escenario de entretenimiento cuando empezaba a despuntar, también le dijo adiós a este mundo a muy avanzada edad, Roberto González Bolaños, que encarnó al ‘Chavo’ del 8 y el ‘Chapulín Colorado’, entre otros personajes, fue objeto de un masivo funeral en el Estadio Azteca, que fue transmitido por la cadena de televisión Televisa, que lo catapultó a la fama (o dicho de mejor forma, él ayudó a Televisa a introducirse en todos los hogares).
Como la muerte nunca llega en el mejor momento, muchos mexicanos sintieron que tan multitudinario funeral era una cortina de humo que tiraba el poderoso conglomerado de medios para ocultar las recientes denuncias periodísticas de que a la Primera Dama de ese país, la exactriz de telenovelas apodada ‘La Gaviota’, poseía una modesta casa cuyo costo llegaba a los 7 millones de dólares. Al ser interrogada al respecto, tanto ella como su marido, dijeron que había sido un regalo de Televisa, porque esa empresa ‘acostumbra’ regalar mansiones a sus actores.
El hombre más rico del mundo es mexicano, pero en ese país hay 70 millones de pobres y hay 43 estudiantes que desaparecieron el 26 de septiembre sin que se sepa de ellos. ‘Chespirito’ parece que no fue muy buena persona, al menos eso dicen los que trabajaron con él. Que descanse en paz y nos deje buscarlos en paz.