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EL FUTURO ABIERTO QUE SOÑÓ RICARDO

Por Mariela Sagel, La Estrella de Panamá, 19 de febrero de 2017

El pasado 13 de febrero libró su última batalla el gran hombre público Dr. Ricardo Arias Calderón, ex vicepresidente de la República.  Y la perdió, pero era una contienda que significaba su victoria sobre la vida que eligió y el legado que nos dejó.  Después de muchos años de estar sufriendo una penosa enfermedad, seguramente ya tenía deseos de descansar y dejar a su familia liberada de su atención.  Su sepelio fue una verdadera demostración de unidad nacional y de respeto por sus ideas políticas – con conspicuas ausencias – y los testimonios de los que le admiramos se seguirán publicando por mucho tiempo porque si algo hizo este político demócrata cristiano fue ser ejemplo de futuras generaciones y aglutinador de nobles ideales.

Cuando me acerqué a darle el pésame a Teresita, su compañera de vida y batallas inseparable, me hizo a un lado y me dijo que Ricardo había muerto en el preciso momento en que el país estaba necesitado de ejemplos morales que lo enrumbaran por verdaderos senderos de decencia y transparencia, que de esa manera transmitía ese mensaje a los que quedamos aquí tratando de que no naufrague este barco nacional que hay que achicar todos los días porque se le abren más huecos y le entra agua por todos lados.

Muchos de sus más cercanos colaboradores y amigos han dado verdaderos testimonios de lo que fue creer en Ricardo Arias Calderón y cómo los tocó ese ser humano tan especial, que se adelantó a su tiempo o vivió en el país equivocado, por la dimensión de su pensamiento y su visión.  Afortunadamente, en vida se le rindieron sendos homenajes, siendo condecorado por dos presidentes de diferentes partidos entre ellos, y no afines al partido que él fundó.  De igual forma el excelente testimonio que queda en el libro “Ricardo Arias Calderón, Pensador y constructor de democracia”, de Julio Bermúdez Valdés, resume de manera sucinta su vida política y las importantes decisiones que le tocó tomar para beneficio del país y muchas veces, con el consecuente sacrificio de su propia carrera política.

Ricardo Arias Calderón, Pensador constructor de democracia

El Dr. Ebrahim Asvat ha estado escribiendo a diario la influencia que tuvo Ricardo Arias Calderón en su vida y quehacer político y a través de esas bitácoras ha podido exponer los momentos tan difíciles que enfrentó el ex vicepresidente cuando se desmanteló la fuerza pública y enfrentó la incomprensión de un contralor tan particular como Rubén Darío Carles.  La salida de ese partido político del gobierno de Endara, que fue el que le puso los votos para que ganara en las elecciones de 1989, significó una debacle para la estrella verde, que al día de hoy no ha podido superar y su estela va en declive.

Dos anécdotas retratan la visión de país que tenía el Dr. Arias Calderón: la primera, su encuentro con el Dr. Ernesto Pérez Balladares al día siguiente que éste último ganara las elecciones en 1994, en la que le fue a reconocer personalmente a su residencia que gracias a él nuestro país había vuelto al sendero democrático.  La segunda, cuando firmó el pacto Meta, durante el gobierno de Martín Torrijos, porque –según sus palabras— “el país no puede seguir siendo prisionero de su pasado, un pueblo no puede ser prisionero de su memoria, la memoria está viva, pero el futuro está abierto”.

En estos tiempos en que se habla tanto del rescate de la memoria histórica, hay que entender que debemos conocerla y respetarla y a través de ella, manteniéndola viva y transmitiéndola correctamente a las siguientes generaciones, enfrentar el futuro con paso seguro y con la convicción de buscar el desarrollo social para el país, y que éste es más importante que el crecimiento económico que estamos persiguiendo, porque no le llega a todos, vivimos en un país muy desigual que ha desoído todos los llamados de equidad.

Se nos fue Ricardo como el faro que guía el sendero democrático pero nos queda, a los que respetamos y comprendimos su pensamiento, su ejemplo de entrega incondicional y de enseñanza de vida.