Publicado en El Siglo, el 30 de mayo de 2022.
La buena noticia de que los trabajos de restauración del Museo Antropológico Reina Torres de Arauz avanzan a buen ritmo me llena de regocijo porque ese edificio, en la emblemática Plaza 5 de mayo, tiene más de un siglo de haberse construido, en 1912, y albergó la Estación del Ferrocarril Transístmico. Cerrado en 1960, bajo el régimen de Omar Torrijos y el liderazgo indiscutible de Reina Torres de Araúz, antropóloga y etnóloga de vanguardia, se estableció allí el Museo del Hombre Panameño en 1976.
Su diseño arquitectónico es impresionante, de estilo neoclásico, con columnas dóricas y dos puertas de entrada: una para la clase alta y otra para la clase baja, en ese entonces. Cuando se concluyan los trabajos (ha estado cerrado desde hace casi 20 años) tendrá muestras de cerámica, orfebrería, lítica y etnografía precolombina, además de un auditorio, una sala multiusos y una azotea, que seguramente podrá ser puesta para concesión de un restaurante y hasta una tienda de recordatorios. En el sótano se ubicarán los laboratorios para conservar y mantener las piezas.
Reina Torres de Araúz fue la creadora de la Dirección de Patrimonio Histórico del Instituto Nacional de Cultura, hoy ministerio, de allí que un año después de su muerte, se le cambió el nombre al Museo, nombrándolo en homenaje a su visión y persistencia (1983).
Se espera tenerlo listo para el próximo año y los responsables de su rescate y puesta en valor quieren que se convierta en un proyecto “ancla” que desarrolle los alrededores, especialmente la entrada a la peatonal en que se ha convertido la Avenida Central.
El Museo Antropológico Reina Torres de Araúz va a formar parte de un anillo que formarían el Museo Afroantillano y el Museo de Arte Contemporáneo de Panamá (MAC), que están en la misma área y será un valioso aporte a la oferta cultural y turística que todos los visitantes a nuestro país querrán visitar.