Arte Artículos publicados en 2020 Cultura Educación Facetas Historia Publicado en La Estrella de Panamá Türkiye Vida y cultura

EL MUSEO ARQUEOLÓGICO DE ESTAMBUL

Por Mariela Sagel, Vida y cultura, 18 de diciembre de 2020, La Estrella de Panamá

El descubrimiento de una serie de sarcófagos, parte de la necrópolis real de Sidón, obligó a la construcción de un edificio que fue abierto al público en 1891. Este es el primero de los tres museos que conforman el complejo museístico de Estambul

El complejo museístico arqueológico de Estambul está compuesto de tres edificios o unidades principales que lo integran el Museo Arqueológico, el Museo de Oriente y el Museo de Cerámicas. Ubicado en los jardines externos del palacio Topkapi, se constituyó en el primer conjunto de esta índole en tierras otomanas, donde se muestran piezas de diferentes culturas.

Recientes excavaciones y los archivos antiguos registrados muestran que la península de Anatolia fue la más rica de todas las tierras en este arco llamado el “Creciente fértil”, que es una región histórica que la formaban los territorios del Levante mediterráneo, Mesopotamia y Persia, considerada por muchos como el lugar donde se originó la revolución neolítica en occidente. Ocupaba los territorios actuales del Líbano, Israel, Palestina, Siria, Irak, el sudeste de Turquía y el noroeste de Jordania. Todas estas hoy naciones fueron parte de civilizaciones ancestrales. No fue solamente el puente entre Asia y Europa, mediante el cual las personas migraban de un lado a otro, sino los asentamientos que mostraron un desarrollo ininterrumpido, desde ser cazadores y hospederos hasta convertirse en pastores y granjeros. Algunas investigaciones arrojan que los cazadores de la época paleolítica ocuparon esta península unos 400 mil años antes de nuestros tiempos. Más tarde, durante los períodos Neolítico y Calcolítico, en el escenario de Anatolia germinaron sociedades urbanas que fueron capaces de transmitir su cultura en los países y regiones que la conformaban. Es así como este pedazo de tierra fértil fue la base de nuevas civilizaciones, como los Hititas y otros. Gracias a eso, donde se asentaron estas civilizaciones quedó un inmenso legado a la hoy Turquía, que ha sabido darle mérito a estos tesoros en museos que tienen un inconmensurable valor arqueológico.

El edificio original del Museo Arqueológico de Estambul debe su existencia a un grupo de sarcófagos que eran parte de la necrópolis real de Sidón (actualmente Saida en el Líbano) que data de 1887. Hasta ese momento, el material arqueológico que se recibía en la capital del imperio otomano se destinaba a otros recintos. El descubrimiento de una colección tan impresionante obligó a la construcción de un edificio donde fueron trasladados los sarcófagos, el primero de los que componen el complejo de museos de su índole, abierto al público en 1891.

El descubrimiento de la necrópolis de Sidón fue uno de los eventos arqueológicos más importantes del siglo XIX y se dio a conocer el edificio donde se exhiben como el “museo de los sarcófagos”. Y es que son impresionantes, además de bellamente tallados, conservados con extremo preciosismo. Los elementos arquitectónicos que fueron añadiéndose al nuevo edificio fueron inspirados en el sarcófago atribuido a Alejandro Magno y el de las “Mourning Women” (mujeres plañideras). El sarcófago de Alejandro es de piedra y data de finales del siglo IV a.C. y está adornado por bajorrelieves de su figura y batallas. Esta obra se ha conservado increíblemente bien y es famosa por su gran equilibrio estético. Es considerada, además, la pieza más destacada del Museo Arqueológico de Estambul.

Posteriormente se fueron añadiendo dos alas más al edificio original, a principios del presente siglo. A pesar de contar con nuevas salas, durante un tiempo muy largo el museo se convirtió en una especie de depósito de toda clase de antigüedades, por lo que intervino el criterio museístico y puso orden y coherencia a tan valiosa colección. El nuevo complejo, junto al viejo y original museo, se abrió al público en 1991, un siglo después de la inauguración del museo original y recibió en 1993 el “Council of Europe Award” de museos.

El nuevo y moderno edificio exhibe una colección inmensa con títulos muy originales y didácticos, como “Thracia – Bithynia and Byzance”, “Estambul a través del tiempo”, “Anatolia y Troya a través del tiempo” y “Culturas vecinas a Anatolia”. Estas colecciones han permitido al visitante la oportunidad de apreciar importantes obras y objetos de arte que estaban guardados en cajas de seguridad desde que fueron encontrados y nos permiten entender la historia de las civilizaciones a las que pertenecieron.

El recorrido es fascinante. En el ala vieja del museo se aprecian esculturas y artefactos del período denominado arcaico, el papel que jugó Persia en Anatolia, esculturas del período helenístico, romano influenciado por el estilo helenístico, esculturas provenientes de Éfeso y Mileto, esculturas del imperio romano. También se aprecian los sarcófagos encontrados en Sidón y las colecciones anteriormente mencionadas.

Las esculturas del período arcaico

Las excavaciones conducidas en el oeste del Asia menor demuestran que la mayoría de las poblaciones de la costa del mar Egeo, desde el estrecho de los Dardanelos hasta Halicarnaso estaban conformadas por inmigrantes de Grecia y las islas de ese mar. Hasta comienzos del siglo XVII a.C. los asentamientos aparentan haber sobrevivido en pequeñas villas que basaban su economía en la agricultura y se inspiraban en Grecia para sus creaciones artísticas.

Con el tiempo, estos asentamientos crecieron, llegando a ser ciudades y algunos de sus pobladores migraron al Mediterráneo y el mar Negro. Entre las más dinámicas ciudades que se establecieron en la época jónica, Mileto (Miletus) era la más atractiva. Los estilos se pueden diferenciar por la profundidad de las cavidades en las esculturas, que les daban mayor credibilidad y sustento a los estudios anatómicos, tan presentes en las manifestaciones artísticas de la época. Se producían enormes estatuas para decorar templos o monumentos sepulcrales, y más tarde para casas y jardines. Fue una etapa de escultura de culto, votiva o funeraria.

Los típicos “kouros” representan un hombre desnudo en posición frontal con el pie izquierdo un poco hacia adelante y los brazos cerca del cuerpo. Se les ha rastreado una influencia egipcia a estas esculturas. Se usaba la piedra y el mármol para esculpirlas, por lo que han sobrevivido sin mayores daños tantos años. Las cabezas y extremidades del cuerpo se esculpían por separado y se iban adhiriendo con espigas de piedra y tacos al cuerpo principal y se usaba cemento o argamasa como pegamento.

El interés de coleccionar objetos históricos data de cuando el Imperio Otomano se erigió, bajo el mando del sultán Mehmet, el conquistador, pero el establecimiento institucional de este museo y sus alas adicionales coincide con lo que se conoce como el Museo Imperial, en 1869. El pabellón titulado “Tiled” (Cerámicas), fue restaurado y abierto al público en 1880, pero construido durante el reinado de Mehmet.

Las tres alas del museo

Los muchos sarcófagos que se pueden apreciar en las salas del museo, cuyo diseño está muy bien pensado y ejecutado, fueron encontrados en las excavaciones que condujo Osman Hamdi, director del museo en 1881, lo que marcó un resurgimiento de los museos turcos.

El ala correspondiente a las cerámicas muestra ejemplos de los azulejos y mosaicos turcos, algunos muy antiguos, de las construcciones civiles otomanas en Estambul. El Museo de Antiguos Trabajos Orientales (Ancient Oriental Works) fue construido por Osman Hamdi en 1883 como Escuela de Bellas Artes, o Academia. El arquitecto fue el mismo que posteriormente diseñó las alas adicionales del museo. Cuando la academia se mudó, el edificio se destinó al directorio del museo.

Este museo ostenta la extraña e inusual característica de ser uno de los pocos edificios diseñado para el propósito de ser un museo en el período en que fue construido. Es uno de los más hermosos y magnificentes ejemplos de arquitectura neoclásica en Estambul. En su fachada tiene una inscripción otomana que lee ‘Asar-i Atika Museum’ (Museum of Antiquities). La “tugra” (sello de los sultanes durante el imperio) es del sultán Abdulhamid.

El nuevo edificio con un diseño moderno y alturas considerables para poder apreciar obras como el sarcófago de Alejandro, y otros hallados en Sidón, fue diseñado por el famoso arquitecto de esa época Alexandre Vallaury.

Es un fascinante recorrido por el arte en su mayoría hecho en mármol y piedra, además de las cerámicas, y un repaso de los períodos que trajeron gran relevancia a estas tierras que unen continentes, océanos y culturas.