Dos nuevas categorías fueron premiadas con acierto: la de crónica sobre la mujer que le dio vida al Chorrillo y la de gastronomía
La semana pasada se celebró en Panamá el 18.º Concurso Nacional de Periodismo. Vinieron jurados internacionales a juzgar 93 trabajos presentados por comunicadores de los medios de información del país, tanto de televisión como la radio, prensa y recursos digitales. El Presidente del jurado, Diego Cornejo, indicó en su discurso final que ‘juzgaron la calidad narrativa, la originalidad en la investigación de los hechos, el tratamiento y profundidad de la información, la relevancia social de los temas tratados y, por cierto, los valores éticos profesionales reflejados en reportajes, crónicas, coberturas, fotografías y viñetas’.
Varios temas se destacaron no solo en los trabajos sometidos, sino en la constante que se mantuvo en las discusiones del jurado: Panamá está haciendo un periodismo responsable ante la adversidad que han sido estos cinco años de Gobierno, donde se ha amenazado a periodistas bajo todos los instrumentos a su disposición. Las unidades investigativas se han ido reforzando y los temas como la corrupción en la Defensoría del Pueblo, el caso Lavítola-Martinelli y la construcción de hidroeléctricas sin el consenso de sus habitantes y beneficiando a los allegados al poder se alzaron con sendos reconocimientos.
Dos nuevas categorías fueron premiadas con acierto: la de crónica sobre la mujer que le dio vida al Chorrillo (María Carter Pantalones) y la de gastronomía, sobre cómo hacer pan en lugares donde no es tradicional su consumo y utilizando otros insumos. A los caricaturistas no les ha gustado que se declarara desierto ése género, pero no es que no haya excelentes exponentes del mismo, sino que no las someten al concurso, por lo que es desacertado atacar el veredicto. El año entrante, sugiero que los directores de medios y los mismos caricaturistas inscriban a tiempo sus trabajos para que se sienta una inundación de ellas.
Y honor al que honor merece: el premio excelencia periodística le fue otorgado a don Dimas Lidio Pitty, veterano chiricano que se ha destacado a través de su vida dedicado al mejor oficio del mundo, como decía García Márquez.