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EXPOSICIÓN DE DOCUMENTOS HISTÓRICOS EN ESTAMBUL

Por Mariela Sagel, en La Estrella de Panamá, 23 de enero de 2022.

     El pasado 21 de enero, en la Galería de Arte del Palacio Dolmabahçe, se inauguró una exposición inédita sobre las relaciones de Turquía con los países de América Latina, en el marco de los que estuvimos celebrando el Bicentenario de nuestra independencia de España (Perú, Guatemala, Costa Rica, El Salvador, México y Panamá) y Brasil, que lo conmemora este año el 7 de septiembre, de Portugal. Desde el inicio del año pasado fuimos arropados por el Ministerio de Relaciones Exteriores turco, en especial de la Dirección de relaciones culturales y promoción internacional, bajo el liderazgo de la Embajadora Deniz Cakar.  Como ya he mencionado en otros artículos, las actividades de los siete países empezaron con la colocación de una corona de flores en el mausoleo del padre de la patria turca, Mustafá Kemal Atatürk, en mayo del 2021.

     Posteriormente, en septiembre, se celebró un concierto magnífico en el Concert Hall de la Presidencia, un edificio inaugurado en noviembre de 2020 que tiene una acústica casi perfecta y 2023 asientos (número cabalístico pues ese año se celebrará el centenario de Turquía).  Tocó a la embajada de México coordinarlo y, estando fuera el director de la orquesta sinfónica, le correspondió al director argentino, Tulio Gagliardo Varas, que reside en Esmirna, conducirlo.  Fue una velada inolvidable donde se interpretaron piezas musicales de los siete países (de Panamá “La dama de la pollera”, “Panamá Viejo” e “Historia de un amor”).

     Después tuvimos una degustación culinaria, en octubre, coordinada por la embajada de Perú, en la Universidad de Bilkent, especial para la prensa gastronómica.  Esta universidad tiene una fortaleza en el tema de hostelería y turismo y un magnífico salón con cocina para esta clase de eventos.  De Panamá se sirvieron Ropa Vieja y Ensalada de Feria.

     Seguimos planeando el más ambicioso proyecto, que era la exhibición de documentos históricos, y entró en escena una institución muy fuerte en Turquía, Archivos Estatales, que ofrecieron buscar en sus más de 450 millones de registros los más relevantes concernientes a las relaciones de este país euroasiático y América Latina, principalmente los países que conmemoramos el Bicentenario.  El profesionalismo de Archivos Estatales es más allá de lo que uno puede imaginarse y la dedicación que le pusieron al proyecto contribuyó a la magnífica muestra que logramos exhibir.

CONTINUACIÓN DE LAS CELEBRACIONES DEL BICENTENARIO

     Para este evento, correspondió a Panamá ser el coordinador y eso significó muchas horas de minucioso intercambio, reuniones interminables y revisión tanto de los documentos que cada país aportó como de los que identificó Archivos Estatales.  La apertura de la exposición estaba prevista para principios del mes de diciembre en Estambul, en la galería del Palacio Dolmabahçe, pero fue pospuesta porque se aspiraba a contar con la presencia de altas autoridades del gobierno.

     Finalmente se estableció la fecha del 21 de enero, a pesar de que uno de los países participantes, El Salvador, estaba recibiendo a su presidente esos días, e inaugurando su sede, así como develando un busto en la galería del Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Ankara.

     La galería de arte del Palacio Dolmabahçe ofrece un espacio magnífico para la exhibición de estos documentos, que en forma impresa luego de ser digitalizados fueron mostrados en sendos marcos y seleccionados y curados por la Dirección de Palacios Nacionales, otra dependencia de la presidencia.  El acto de inauguración contó con la presencia del Canciller de Turquía, Mevlüt Çavuşoğlu, a quien correspondió el honor de ofrecer las palabras de apertura. También estuvieron presentes el Vicecanciller, Yavuz Selim Kiran, el presidente de Archivos Estatales, Dr. Ugur Ünal, la diputada Iffet Polat, que visitará Panamá en febrero, para asistir a la asamblea del Parlatino, la embajadora Cakar y su asistente, Emriye Ormanci, que fueron un puntual en lograr la culminación de este ambicioso proyecto.

     A Panamá, como coordinador de la muestra, le tocó hablar después del presidente de Archivos Estatales y antes del Canciller, y acompañarlo a recorrerla, y el acto contó con una masiva cobertura de medios de comunicación turcos, y del corresponsal de la agencia española EFE en Estambul.  En mis palabras destaqué que “los archivos son la memoria de la civilización y cualquier esfuerzo por conservarlos redunda en la preservación de nuestra identidad colectiva.  Hasta hace seis siglos, antes de la irrupción de la imprenta, esa tarea conllevaba muchos riesgos en lo relativo a la documentación escrita, ya que la mayoría de los documentos eran únicos y la posibilidad de perderse, muy grande.  La llegada de la reprografía minimizó ese riesgo.  Pero conservar no es el único obstáculo a vencer, también lo es el sistematizar y ordenar adecuadamente un archivo.  No hay normas absolutas y objetivas para ello, pese a los esfuerzos internacionales por alcanzarlas. A menudo un archivo es un reflejo de la mente de su creador”.

LOS DOCUMENTOS DE PANAMÁ

     Nuestra presencia en esta importante muestra, que está abierta al público por 10 días en Estambul y posteriormente vendrá a Ankara para ser vista en la biblioteca del complejo presidencial, cuenta con una carta del Gran Visir, dirigida al Sultán Murat V, donde le informaba que las transacciones oficiales de ciudadanos panameños iban a ser manejadas por el consulado estadounidense mientras se establecían las oficinas consulares por el nuevo gobierno de Panamá, fechada en febrero de 1904.

     También se exhibió una carta (traducida al turco otomano que se usaba en esas fechas) que remitió el entonces presidente de Panamá, José Domingo de Obaldía, donde informaba que fue electo presidente y que quería establecer relaciones con el Imperio Otomano, de fecha octubre de 1908.

     Otro documento que no tiene precio es la carta enviada al canciller del Imperio Otomano de parte del Primer Ministro, informando que el sultán de la época, Mehmed V, había respondido a la nota enviada por José Domingo de Obaldía, anunciando su designación como presidente del Gobierno de Panamá, en abril de 1909.

     Siguen los tesoros invaluables con la carta escrita por el Primer Ministro del Imperio Otomano al Ministro de Relaciones Exteriores, en que transmitía la carta que envió el presidente Belisario Porras al sultán para informarle de su elección como presidente de Panamá en diciembre de 1912, la que fue contestada oportunamente.

     También se encontraron unos muy significativos documentos que muestran la carta escrita por la Sociedad Otomana de la Media Luna Roja (Red Crescent) a la embajada otomana en Londres, acusando recibo de una suma de dinero que fue recolectada y enviada a los musulmanes panameños y en apoyo a esta sociedad, fechada en febrero de 1913. Este documento llamó particularmente la atención de parte del Canciller Çavuşoğlu, quien dijo que era muy significativa.

     Complementaron la muestra el Acta de Independencia del Istmo de Panamá de España, del 28 de noviembre de 1821, el texto del primer grito de independencia, conocido como el acta de la Villa de los Santos, del 10 de noviembre, en anticipo a la independencia proclamada dieciochos días después, así como el acta de nuestra independencia de Colombia, en noviembre de 1903, que nos estableció, finalmente, como una nación libre e independiente.  Estos documentos fueron aportados por el departamento de Diplomacia Cultural de nuestra cancillería.

     Para esta exposición se imprimió un precioso catálogo en cuya portada y contra portada se muestra un mapa del continente americano con caracteres otomanos, que se presume se confeccionó a fines del siglo XIX.  Panamá, por su parte, al ser el organizador, imprimió los programas de manos, utilizando el mismo mapa, que fue el centro de la muestra.

* El palacio de Dolmabahçe (en turco, Dolmabahçe Sarayı) es un palacio ubicado en Estambul, Turquía, en la costa europea del estrecho del Bósforo. El palacio era la sede administrativa del Imperio otomano de 1853 a 1922, exceptuando un período de veinte años (1889-1909) en el que se usó el Palacio de Yıldız.

El Palacio de Dolmabahçe fue el primer palacio de estilo europeo (neobarroco) en Estambul. Fue construido en tiempos del sultán Abd-ul-Mejid I entre 1842 y 1853, con un coste de cinco millones de libras de oro otomanas, el equivalente de treinta y cinco toneladas de oro. Catorce toneladas fueron usadas únicamente para adornar el techo en el interior del palacio. La mayor araña de cristal de Bohemia, un regalo de la reina Victoria, está en la estancia central. La araña tiene setecientas cincuenta lámparas y pesa cuatro toneladas y media. El Dolmabahçe tiene la mayor colección de candelabros de cristal de Bohemia y Baccarat; también la Escalinata de Cristal posee balaustres de cristal de Baccarat.

Dolmabahçe era en principio una bahía en el Bósforo que fue rellenada gradualmente durante el siglo XVIII (de ahí viene el nombre, dolma que significa ‘lleno’ y bahçe ‘jardín’) para servir de jardines imperiales, los favoritos de la monarquía otomana. Varios palacios de verano fueron construidos en la antigua bahía durante los siglos XVIII y XIX. Este palacio de obligatoria visita, está cerca del actual estadio de Beşiktaş. Los sultanes trasladaron su residencia del antiquísimo Palacio de Topkapı pues éste carecía de los modernos lujos que el Palacio de Dolmabahçe les proveía.