Por Mariela Sagel, La Estrella de Panamá, 29 de julio de 2018

El año 1968 estuvo lleno de eventos que este 2018 cumplen medio siglo de haber ocurrido.  Dos asesinatos enlutaron a los Estados Unidos, el de Martin Luther King el 4 de abril, activista de los derechos civiles de los estadounidenses y que fuera galardonado por el Premio Nobel de la Paz en 1964 y el de Robert Kennedy, hermano del también asesinado John F. Kennedy, que fue abaleado en la ciudad de Dallas, Texas 5 años antes, mientras ejercía como presidente de su país.  Esto ocurrió el 6 de junio en Los Ángeles California, apenas unas horas después de obtener su candidatura a presidente en las primarias del Partido Demócrata contra el nefasto senador Eugene McCarthy.

Ese año también fallecieron el poeta chileno Pablo de Rokha, el pintor francés que cultivó el dadaísmo, Marcel Duchamps y el novelista estadounidense John Steinbeck, que fue honrado con el Premio Nobel de Literatura en 1962.  Steinbeck es recordado por sus libros “Las uvas de la ira” pero también por esa pieza fantástica, “La taza de oro”, que relata la vida de Henry Morgan, el pirata inglés que asaltó Panamá Viejo, que el próximo año cumple 500 años de haber sido fundada.

El año 1968 fue bisiesto y la Organización de Naciones Unidas lo declaró Año Internacional de los Derechos Humanos.  Ocurrieron muchos eventos de relevancia para los pueblos que los vivieron, entre ellos el panameño.  El 5 de enero comenzó el movimiento conocido como la Primavera de Praga, que fue sofocada el 20 de agosto por la Unión Soviética y sus aliados del Pacto de Varsovia.  Este movimiento era un intento de liberalización de la población del yugo soviético liderado por Alexander Dubček, que propulsaba un “socialismo con rostro humano”.  La reacción fue el envío de 200 mil soldados y unos 2,300 tanques de combate para aplastar la revuelta.

Francia no estuvo exenta de sobresaltos, ya que en mayo empezaron una serie de protestas liderizadas por grupos de estudiantes de izquierda, que adversaban la sociedad de consumo, y fue secundada por grupos obreros, industriales, los sindicatos y el Partido Comunista Francés.  Concatenados con esta revuelta, los hippies también endosaron esta causa. Este mayo francés estaba alineado en la ola de protestas que recorrió el mundo ese año bisiesto.  Sucesos similares acontecieron en Alemania, Suiza, España, México, Argentina, Uruguay, Estados Unidos, Checoslovaquia e Italia.  Tomaba forma el antiguo refrán del siglo XIX: “cuando París estornuda, toda Europa se resfría”.

Ese tumultuoso año se dieron muchos experimentos espaciales, tanto de parte de Estados Unidos como de la Unión Soviética, que competían en ese campo.  Pero las efemérides más relevantes estuvieron en Panamá y México.  El 2 de octubre, en la Plaza de las Tres Culturas, conocida también como Tlatelolco, en ciudad de México, ocurrió una masacre contra estudiantes que estaban protestando contra las políticas del gobierno de turno y el presidente Gustavo Díaz Ordaz, en vista de la proximidad de la inauguración de los Juegos Olímpicos de México que se celebrarían al final del mes, decidió reprimir con fuerza lo que pudiera opacar ese gran acontecimiento deportivo y que le daría al país un nivel de prestigio en ese campo.

Muchos han sido los libros que se han publicado sobre el tema, el más famoso el de la escritora mexicana Elena Poniatowska, descendiente del último rey polaco, que se titula “La noche de Tlatelolco”.  Aún hoy, después de 50 años, esa herida sigue abierta.

Y en Panamá, el 11 de octubre, apenas once días después de haber asumido la presidencia de la república, fue depuesto el Dr. Arnulfo Arias, electo en su tercera contienda, por el teniente Omar Torrijos y el mayor Boris Martínez, mediante un golpe de estado.  Esta acción militar impuso una Junta Provisional de Gobierno, suprimió las libertades y derechos políticos de la ciudadanía y eliminó la constitución vigente, que era de 1946.  El gobierno militar duró 21 años y bajo ese régimen, especialmente al mando de Torrijos, se obtuvieron grandes conquistas laborales y populares que se vieron trastocadas a partir del sospechoso accidente y muerte del general en 1981.  Torrijos, entre otros logros, pudo sentar a los estadounidenses a negociar un tratado para que se nos devolviera el bien más importante que tiene Panamá y que usufructúa su posición geográfica:  El Canal de Panamá.

La embajada de México, en su diligente labor cultural, está buscando los panameños que participaron en un certamen de pintura infantil hace medio siglo y ya han encontrado a dos de ellos, que hoy tienen más de 60 años.  Es una buena causa para conmemorar el medio siglo de un año lleno de sobresaltos.