INCONGRUENCIAS ELECTORALES
Por Mariela Sagel, El Siglo, 11 de marzo de 2019
La campaña electoral arrancó con fuerza el lunes de carnaval, lo que les dio chance a los candidatos de dar su par de días de “guaro y campana” a los asistentes a los jolgorios. Hemos visto de todo, algunas cosas un poco desagradables, sobre todo cuando se ensartan en dimes y diretes a través de las redes sociales.
Hay dos campañas presidenciales que me han llamado la atención, por el nivel de odio y de insulto que conllevan: la del candidato del gobierno, que ha estado utilizando los colores azul y blanco en sus vallas y en sus mensajes televisivos lo que denota la rabia que tiene hacia uno de los partidos que están en la carrera hacia la presidencia. Una de las cosas que más debe cuidar un candidato es el lenguaje que usa, porque “uno es esclavo de sus palabras y dueño de sus silencios”. Quien sea que le haga el “copy” de esos mensajes no tiene idea del daño que le hace al candidato.
De igual forma, la explicación que dio sobre el uso de los colores azul y blanco y no los de su partido (del que parece que se quiere alejar a como dé lugar) demuestran un cinismo que raya con la demencia. Si hay algo que siempre han cuidado los panameñistas son sus símbolos y sus colores, recordemos las peleas que en su momento tuvieron por las culebritas, por lo que evitar usar lo emblemático de ese partido puede causarle un efecto bumerang.
El otro que pareciera haberse disparado en el pie es el candidato independiente Ameglio, que solamente habla de “ratas” y de que las va a erradicar del gobierno. No contento con decirlo, sus vallas son desagradables, muestran una trampa de ratón con el roedor adentro. Es otro a quien su publicista quiere hundir.
Yo espero una campaña de altura, con propuestas y programas, no una batalla de insultos y descalificaciones. Elevemos el discurso político.