LA AMANTE DE GARDEL
Por Mariela Sagel, Facetas, 20 de marzo de 2016
Una interesante novela, y reveladora también, es la que presentó el año pasado la escritora puertorriqueña Mayra Santos-Febres bajo el título “La Amante de Gardel”. La misma cuenta la historia del tiempo que pasó Carlos Gardel, el más famoso cantante de tangos, en la isla caribeña de Puerto Rico, como parte de una gira que se originó en Nueva York y que abarcaría toda Latinoamérica, incluyendo Venezuela, Puerto Rico y Colombia, donde no había estado nunca. La voz de la protagonista, Micaela Thorné, una doctora que llega al final de su vida relatando la aventura amorosa que tuvo con el Morocho del Abasto en los 27 días que Gardel estuvo en «la isla del encanto» y al que ayudó a sobrellevar una enfermedad venérea que le afectaba sus actuaciones en los grandes teatros es contundente y creíble.
Micaela Thorné no solo se convirtió en la amante y confidente del gran tanguero, sino también en su curandera, pues sus conocimientos los basaba en lo que había aprendido de su abuela, apodada Mano Santa, experta en extraer de plantas y hongos su más preciado y curativo néctar. A pesar de la popularidad de Mano Santa (Clementina de los Llanos Yabó), su nieta se propuso ascender en la escala laboral para ser doctora y primero pasó por la escuela de enfermería y consiguió, gracias al interés que tenía la encargada del negociado de salubridad en las pociones de la abuela, una beca para estudiar medicina. Era negra y como tantas de su raza, sufría discriminaciones y vejámenes. Pero era una negra orgullosa y deseosa de ascender como profesional.
La mujer que alivió a Gardel de sus quebrantos de salud y de sus afanes sexuales en Puerto Rico se convirtió en ginecóloga por empeño propio y botánica y fitóloga, gracias a las enseñanzas y experimentos de su abuela. Ambas fueron requeridas un día de abril de 1935, por unos elegantes señorones que conducían un Cadillac y que las llevaron, sin decir a dónde iban ni a quién iban a ver, al elegante hotel Vanderbilt, entonces el único hotel de lujo de la isla. Las llevaron por los pasillos laberínticos de paredes despintadas, pisos mojados, cocinas con tubos expuestos, vapores de fregado y sobras de comida porque ellas no podían entrar, por reglas estrictas del hotel, por ser “gente de color”. A los mismos promotores de Gardel les escandalizó esa postura, pero no tuvieron de otra que acatarla para que pudieran llevar a las curanderas donde el paciente y que éstas pudieran brindarle ayuda para que cumpliera con sus compromisos de la gira.
LA AUTORA Y LA VERDADERA HISTORIA DE GARDEL
Mayra Santos-Febres es escritora, licenciada en literatura de la Universidad de Puerto Rico, ganadora de varios premios internacionales en el género de cuento y trabajos destacados en poesía y ediciones infantiles. La amante de Gardel es su tercera novela. Fundó hace seis años el Festival de la Palabra, que sigue dirigiendo y en el marco de la celebración del mismo presentó su novela el pasado mes de octubre. En esa ocasión, tuvo una memorable intervención el destacado escritor español Arturo Pérez Reverte.
De una personalidad avasalladora y entusiasta, es una incondicional defensora del feminismo hereje, sin subterfugios de paridades ni cuotas de género. Cree en la equidad y reafirma que nos han hecho trampa con el discurso y urge que se abran los espacios para las mujeres. En esta novela, se apega a la historia, tanto en fechas como en la intrincada historia del famoso cantante de tangos, al punto que se recreó en los barrios del Abasto y de Montevideo, donde se crio el Zorzal Criollo, para sentir las profundidades de los bailadores de tango y sus intérpretes.
Sin ser una novela larga, es precisa en sus datos y desmenuza los orígenes de Carlitos Gardel, sobre la gran polémica que siempre ha rodeado el verdadero lugar de su nacimiento, su progenitora, y sus amoríos. Gardel nació en Francia de madre soltera, lavandera y pobre, pero ambos emigraron a Uruguay, y no se llamaba Gardel sino Gardes. Por eso existen tres teorías, la francesa, la uruguaya y la argentina. Nunca se casó ni tuvo hijos, pero sí una novia eterna llamada Isabel, a quien Mayra Santos-Febres menciona y también cómo va evolucionando su música y talento en lo que a tumbos le va dando la vida: la competencia con Razzano, el encuentro con Barbieri y Cobián y sus otros promotores.
También menciona, como de soslayo, la supuesta prohibición papal del tango, que tal parece fue una fábula destinada a crear un equívoco que persiste aún hoy en la memoria colectiva, de que a fines de 1914 el Papa Pio X, interrogado sobre la presunta inmoralidad de ese baile, había propuesto, a guisa de alternativa local, una danza originaria de su zona natal: la furlana.
De la misma manera, la supuesta sífilis de Gardel no se encuentra registrada en los anales de este cantante, que murió en un accidente de aviación en el aeropuerto de Medellín hace 80 años, el 24 de junio de 1935, después de salir de Puerto Rico y abandonar sin ninguna explicación y como quien desecha un trapo a Micaela Thorné. En cambio, esta enfermedad sí consumió a Pascual Contursi, autor de Mi noche triste y La cumparsita, a quien Gardel encontró un día en los alrededores del Moulin Rouge, en la Place Pigalle, totalmente decrépito y sin entender lo que estaba viviendo. Por la gestión de Gardel lo repatriaron en barco hacia Buenos Aires y quedó internado en un hospital para enfermos mentales, donde murió en mayo de 1932. Esas canciones siempre son asociadas al Morocho del Abasto.
INSPIRACIÓN DE SUS PERSONAJES
Según ha dicho Santos-Febres, Micaela Thorné está inspirada en una mujer de este siglo, neurobióloga y negra que tuvo que hacer muchos sacrificios en su vida para llegar donde llegó, y en el gran cantante emblemático de las canciones del arrabal, Carlos Gardel y los estudió en todos sus escenarios, su extenuante gira por la isla de Puerto Rico, las multitudes que se apretujaban para recibirlo, celebrarlo y ovacionarlo, así como la sociedad enjoyada y sin desparpajo que, saliendo de los años de la gran depresión y en medio de las dos guerras mundiales del siglo XX se congregaba a agasajarlo. Cómo fue arrancada del lado de su amante de 27 días sin que mediara de su parte una palabra, una mirada, una nota, simplemente una despedida, por su manager, para que se retirara de su vida, habiendo cumplido con hacer que el cantante realizara la gira. En esa ocasión, Micaela salió por la puerta grande del hotel.
Queda en evidencia a quién le achaca Carlos Gardel el contagio de la sífilis y la interrogante si Micaela Thorné se está muriendo de lo mismo cuando escribe su fugaz despedida, y la curiosidad de saber qué eran los brebajes que aplicaban la abuela y la nieta que las hicieron tan célebres como para que las fueran a buscar a su humilde casucha en La Doradilla, para curar o al menos, aliviar, al Zorzal Criollo.