En esa entrevista revelaba que ambos, junto al querido diplomático que hizo un trabajo formidable en Panamá en todos los campos y su hermano Erik, estuvieron siempre a la palestra de los acontecimientos que se sucedían bajo el dominio francés.
El Géneral André Madré, de quien madame ‘La General’ hereda su título a su fallecimiento, era el jefe de la República Francesa en Dakar y vivieron 12 años en Senegal. Cuando Charles De Gaulle le dio la independencia a esas colonias, madame se quedó tres años más para escribir sobre Léopold Senghor, un conocido poeta internacional de la negritud, político y estadista, que fue elegido como primer presidente de Senegal.
También destacaba que madame ‘La General’ era intérprete del Instituto Heidelberg, ícono de excelencia en el mundo y la más antigua de las universidades alemanas, fundada en 1386. Allí se graduó en el reputado centro de traducciones e interpretaciones internacionales.
A sus 92 años es miembro del alumni de esa sede del conocimiento. Todavía se mantiene activa, muy al tanto de los acontecimientos mundiales, como lo estuvo cuando atravesó el Canal de Panamá en 1962, camino de las islas del Archipiélago polinesio.
PELÍCULA HISTÓRICA
A fines del 2012 me contactó el joven investigador bilbaíno, licenciado en Comunicación Audiovisual y Antropología Social y Cultural de la Universidad del País Vasco (UPV), Josu Martínez, para preguntarme cómo podía contactar a madame ‘La General’. Yo le envié sus datos, y cuál no ha sido mi sorpresa lo que devino de ese contacto y de ese reportaje, que fue publicado en Facetas.
El profesor Martínez prepara una tesis sobre el General Madré y andaba tras la pista de la primera película que fue rodada en lenguaje euskera, la lengua vasca. Su director fue el General Madré y data de finales de los años 50. Su título era Gure sor lekua. A pesar de que Josú Martínez aún no ha terminado su trabajo doctoral, se sintió obligado a revelar que había encontrado ‘en una casa particular de París’ una copia de la película, que se consideraba desaparecida.
El 20 de diciembre, en Hasparren, le hicieron un homenaje a la viuda del general, recibiéndola los rectores y autoridades municipales, rindiéndole los más altos honores. Ese mismo día se hizo una presentación de una versión reducida de la película, dentro del marco del Festival de cine en Euskera, Zinegin, y resaltando que el director de la película, General André Madré, era originario de esa localidad.
Se hizo en el mismo lugar donde se estrenó en 1956, en el cine Haritz Barne y tal como lo previó Martínez, fue un acontecimiento muy emotivo, no solo para los habitantes de ese lugar, los académicos y por supuesto, para Madame Madré, que sintió que su marido le enviaba ese premio desde el cielo y que sus desvelos se veían reconocidos tras tantos años.
Josu Martínez no quiso suplantar el sonido el día de la presentación, y por eso convidó al compositor Joserra Senperena a que creara una música original que acompañaran las imágenes de la presentación.
El rector de la UPV/EHU, Iñaki Goriizelaia señaló que encontrar la película era ‘un suceso extraordinario para el patrimonio cultural de nuestro pueblo y para el estudio de los inicios del euskera en una de las expresiones artísticas fundamentales de nuestro tiempo’ y a través del ‘esfuerzo y trabajo’ de Martínez y del grupo de investigación del que forma parte. Asimismo, manifestó el orgullo de la UPV/EHU por haber sido parte activa de este significativo descubrimiento.
Martínez ha destacado que el hallazgo ha sido fruto del proyecto del grupo de investigación al que pertenece, NOR, en el departamento de Comunicación Audiovisual y Publicidad de la UPV/EHU, y que el análisis en profundidad de esa película es la base de su tesis doctoral, que prevé que terminará el año que viene.
Hasparren en francés (Hazparne en euskera) es una localidad y comuna francesa situada en el departamento de los Pirineos Atlánticos, en la región de Aquitania y el territorio histórico vascofrancés de Labort en el borde de la frontera entre España y Francia.
La cinta quería unir a los ‘euskaldunes’, como se les llama a los vascos de la diáspora, ya que el General Madré estaba convencido que ‘ver imágenes de su tierra les aliviaría la nostalgia’. La película muestra la vida rural de la época, así como el trabajo de rederas y baserritarras (caseríos de agricultores) de las siete provincias vascas.
El filme logró su propósito y llegó a los vascos que emigraron al extranjero. Las primeras películas en ‘euskera’, hasta ahora consideradas como tales fueron realizadas a partir de 1959, porque el documental del esposo de Madame Anne se consideraba perdido.
Sin embargo, estos cortos sí tienen sonido y el investigador Martínez tiene la esperanza de encontrar el audio de Gure sor lekua. Este convencimiento se basa en que diversos artículos de prensa de la época y testimonio de testigos validan que el filme era en euskera.