Por Mariela Sagel, en El Siglo, 22 de marzo de 2021.
Los guías profesionales de turismo en Turquía son certificados por una autoridad y para ello deben hacer una carrera de cuatro años y un quinto en un idioma que no sea el turco, por lo que es una profesión muy bien respaldada.
Debido a que es un país tan rico en historia y tan atractivo por la belleza de sus paisajes y diversidad de climas, hay muchas personas que se dedican a ser guías y lo hacen con una erudición que encandila. Se saben hasta el último detalle de la historia de determinada área y otros que abarcan el país entero.
Yo escribo sobre Turquía porque es donde estoy y me han tocado guías maravillosos en todos los lugares que he ido. La primera vez que vine, como turista, me recorrí el país entero con dos amigos uruguayos y el guía Mustafá, que nos zarandeó de un lado a otros con explicaciones muy prolijamente donde íbamos.
Ahora que estoy sirviendo a mi país en este maravilloso país, he usado guías en punto focales, como en Éfeso, donde fui con mi hermana (ya lo conocía) y estuvimos en la ciudadela donde está la biblioteca de Celso, una maravilla que compite con las ruinas del Partenón en belleza, y también el lugar de peregrinación más visitado, la casa donde dicen que vivió y murió la Virgen María.
Más recientemente me tocó una guía en Antalya que me deslumbró con su sapiencia por todos los lugares que fuimos: Perge, Aspendos y alrededores. Un gusto ser atendidos por personas tan cultas y versadas. En Estambul, y gracias a la referencia de una amiga mexicana, tengo una amiga que es guía profesional en siete idiomas y que me mostró el famoso Palacio de Beylerbeyi, que tiene unas lámparas de Baccarat francesas que te guitan el aliento, y que se usaba como residencia de verano por los sultanes, en el lado asiático.