NUEVO LIBRO DE ROSA MONTERO
MARIELA SAGEL
Facetas, La Estrella de Panamá, 26 de enero de 2014
Con esta obra la escritora española supera la marca de 30 libros publicados. Queda demostrado así que para ella no escribir acerca de sus vivencias resulta insoportable
La escritora española Rosa Montero ha escrito más de 30 títulos. En octubre pasado visitó Panamá durante la presentación de la novela El héroe discreto, del Premio Nobel Mario Vargas Llosa, con quien sostuvo una deleitosa conversación en el Teatro Anayansi.
Su más reciente obra se llama La ridícula idea de no volver a verte. No es novela ni ensayo, sino una propuesta de relato, casi un exorcismo de su propia vida, que se le fue revelando mientras trabajaba la novela que le seguirá a ésta, la cual promete no abandonar a pesar de los contratiempos.
La historia le llegó gracias a su editora, que le remitió el cuaderno de notas de Marie Curie, la científica polaca que obtuvo dos premios Nobel en su vida, uno de química y otro de física. El día de la presentación de su libro, Rosa Montero aseguró que se leyó a sí misma en ese documento y quiso contar las sensaciones que experimentó.
UN RELATO IMPECABLE
Rosa Montero es conocida por sus magníficos libros de historia, por sus personajes femeninos, que se enfrascan en relaciones disparatadas. Hace unos cuatro años murió su compañero de vida, Pablo Lizcano, también periodista. En La ridícula idea de no volver a verte entrelaza el dolor que sintió en aquella oportunidad con el que debe haber vivido Marie Curie cuando su esposo Pierre acabó con su cabeza destrozada bajo las ruedas de una carreta en el año 1906.
En su narración siempre está presente la nostalgia, la añoranza; siempre ronda el fantasma de las palabras que no se llegaron a decir en vida (Curie se recrimina por no haberse despedido de su marido el última día de la vida de éste; Rosa no quiere volver a usar la tarjeta Visa con la que recorrieron muchos lugares del mundo a los que definitivamente no quiere volver sin su marido). El planteamiento de la escritora es arriesgado: entrelaza la vida de Marie Curie con la suya, con sus experiencias.
‘HACHTAGS’ QUE CONTIENEN UNA VIDA
Recurre a los hachtags (una etiqueta que crea tendencia, muy usada en las redes sociales y que se simboliza por el numeral) para recordarnos las en ocasiones complicadas relaciones que tenemos con nuestros padres (#HonrarAlPadre), las luchas reivindicativas de las mujeres (#LugarDeLaMujer) y los códigos que nos exige la vida sin conocer si estamos dispuestos a seguirlos (#HacerLQqueSeDebe). Hay un total de 13 hachtags, y al final del libro, editado por Seix Barral, está un índice de los mismos.
Se dice que solamente contamos lo que nos emociona, lo que es digno de ser recordado. Rosa Montero ha encontrado una manera sorprendente de escribir un libro sobre la vida, con pasión y alegría, al mismo tiempo profundamente sentimental y muy burlón.
Además de las novedades de los hachtags, va incluyendo fotos de lo que descubrió en las pesquisas que ha hecho para sus anteriores libros: paisajes recorridos con su compañero de vida; fotos de Marie Curie, donde escruta la mirada seria y lánguida de la afamada científica. Las añoranzas de ambas se entrelazan en una avalancha de recuerdos protagonizados por sus padres y familiares.
ADICCIÓN AL RIESGO
Rosa Montero es periodista con estudios de sicología y es columnista de El País. Sus primeros libros fueron escritos para un público infantil y después empezó a dedicarse a sus magníficos relatos: Te trataré como una reina, Bella y Oscura, La Hija del Caníbal (llevada al cine), y la inolvidable Historia del Rey Transparente. También ha publicado una novela juvenil, cuentos infantiles, ensayos (historias de mujeres) y el maravilloso libro titulado El amor de mi vida.
Acerca de ella y su obra ha dicho Enrique Villa Matas que ‘ama el riesgo y lo arriesga todo para que volvamos a creer en las relaciones entre realidad y lenguaje, en el poder de las palabras’.
El gozo de leer La ridícula idea de no volver a verte rebasa la alegría de la vida. Imposible de clasificar, la obra es una propuesta libérrima y original. Así lo presentó en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, donde participó en un desgarrador diálogo en el que contó lo que le representó encontrar reflejadas, como en un espejo, las dichas y desdichas de Madame Curie, sus dolorosos recuerdos de infancia y el desarraigo que sufrió la científica en su propia experiencia vital.
El lector se enfrenta así a un libro inolvidable, en el que Montero recupera una existencia ajena que también es parte de su propia vida. Sus historias son poderosas porque no le caben en el pecho. Es un libro sobre la pasión amorosa a partir de la muerte, lo que resulta paradójico. No es complicado sino íntimo y en cada instancia de una vida (la de Marie Curie) y la otra (la de Rosa Montero) vamos descubriendo que para muchas personas no escribir sobre la vida resulta simplemente insoportable.
En varias instancias de la obra Montero se refiere de manera elocuente a la escritora canadiense Alice Munro, que obtuvo el Nobel de Literatura en octubre pasado (2012). La ridícula idea de no volver a verte fue lanzado en marzo del 2013 en España.
MARIE CURIE
El precio de ser una celebridad científica
Su trabajo era extenuante, no comía y mostraba una figura esquelética. Su entrega a la ciencia era total
Esta célebre personalidad científica fue una polaca que se fue a vivir a París, donde conoció a Pierre Curie, descubrió el rodio y el polonio (al que nombró en homenaje a su patria) y fue pionera en el campo de la radioactividad (Montero afirma que le fue dañando el organismo, lo mismo que a su marido, cómplice de sus investigaciones científicas).
Curie ganó en dos ocasiones el premio Nobel, una vez en física en 1903, y la segunda en Química, en 1911. Fue madre en dos oportunidades. Su hija Irene Jolliot-Curie obtuvo, junto a su marido, el Premio Nobel de Química, en 1935.
La científica siempre consideró una tragedia la muerte de Pierre Curie . Junto a Henri Becquerei y a su esposo obtuvo el Nobel de Química. Aún así prosiguió con sus investigaciones y con la cátedra que dejó vacante, convirtiéndose en la primera mujer en impartir clases en la Universidad de París en 650 años.
Su trabajo era extenuante, no comía y mostraba una figura esquelética, por lo que Montero elucubra acerca de su entrega a la ciencia, que dio como resultado los elementos que determinaron lo que hoy se conoce como radioactividad.