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LA TORRE GÁLATA

Por Mariela Sagel, en La Estrella de Panamá, 19 de febrero de 2021

Un signo emblemático de la ciudad de Estambul es la Torre Gálata, en turco “Galata Kulesi”.  De estilo medieval construida en piedra, se erige al norte del Cuerno de Oro, ese pequeño estuario que protegía la antigua Constantinopla.  Los genoveses la llamaron Christea Turris (torre de Cristo) y los bizantinos Megalos Pyrgos (la Gran Torre).  Desde su altura de 66.9 metros se tiene una vista de 360 grados de Estambul.

     En el tiempo que se construyó (1348) era la estructura más alta de la ciudad.  Tiene nueve plantas y desde la última, convertida en mirador, se puede ver la magnitud de la ciudad de Estambul, que más que una ciudad es un mundo.  Está situada a 35 metros sobre el nivel del mar.  Como es redonda, tiene un diámetro de 16,45 metros en la base, con 8,95 metros de diámetro interior y paredes de 3,75 metros de ancho.  El mirador está a 51,65 metros de altura.

     Fue parte de la expansión genovesa de Constantinopla, pretendiendo rodear la ciudadela de Gálata.  Lo que vemos y subimos hoy día no es la estructura original, de corte bizantino y que era la guardiana del extremo norte de la gran cadena que cerraba la entrada del Cuerno de Oro y protegía la ciudad.

     Su forma cónica, que corona la torre, fue el resultado de varias restauraciones que se dieron durante el período del imperio otomano, cuando era utilizada como torre de vigilancia.

     En torno a ella hay muchas historias, como la que relata el historiador y viajero Evliya Çelebi, donde describe que, en la época del imperio otomano, por el año 1630, Hezârfen Ahmed Çelebi consiguió volar utilizando alas artificiales desde la torre hasta las colinas de Üsküdar, en la parte asiática de Estambul.  Ese mismo historiador relata que el hermano de este arriesgado volador, Lagari Hasan Çelebi, realizó en 1633 un vuelo con un cohete cónico lleno de pólvora.  Estos ensayos, seguramente fueron inspirados por los experimentos que había realizado Leonardo Da Vinci, un siglo antes, pero lo interesante sería averiguar cómo se enteraron o transmitieron ese conocimiento.  Ambas hazañas están registradas en el libro “Discovery of a World in Moone”, de John Wilkins, fechado 1638.

     Este autor, de origen inglés, fue un religioso y naturalista, además del primer secretario de la “Royal Society”. En su trayectoria fue capellán de Carlos I Luis, Conde Palatino del Rin, que a su vez era hijo y sucesor del célebre Federico V, pretendiente al trono de Bohemia, y de su mujer, Isabel Estuardo, hija del rey Jacobo I de Inglaterra.  También fue obispo de Chester y director de un colegio en Oxford.  Era cuñado de Oliver Cromwell, líder político y militar inglés que convirtió a Inglaterra en una república denominada Mancomunidad de Inglaterra (en inglés, Commonwealth of England).

     Wilkins fue autor de varios libros particularmente curiosos, de teología, criptografía, música, el estudio del comportamiento de las abejas, la posibilidad de un viaje a la Luna (en el libro que registra los ensayos de los hermanos Çelebi), un lenguaje mundial artificial, una lengua filosófica, algo en que se insistió hasta finales del siglo de las luces.

GÁLATA HOY

     En los años 60 del siglo pasado se sustituyó el interior original de madera por una estructura de hormigón y la torre fue abierta al público.  Hasta hace poco, en las plantas superiores funcionaba un restaurante y una cafetería, donde era obligatorio ir para tener la mejor vista de Estambul y el estrecho del Bósforo.  De igual forma había salones donde se presentaban espectáculos turcos.  Todo esto cambió a raíz de la pandemia.  Se permite su acceso con el control sanitario obligatorio y hasta el piso 6 se puede llegar en ascensor.  A los tres últimos pisos se asciende por escaleras de metal.

     Durante los primeros siglos del imperio otomano la ocuparon un destacamento de Jenízaros, grupo elite del ejército turco.  En el siglo 16 fue utilizada como cárcel de los prisioneros de guerra, que estaban destinados a una galería para esclavos, cerca del arsenal que se mantenía allí para la protección del Cuerno de Oro.

     Durante el sultanato de Selim II (1566-1574) fue utilizada por el conocido astrónomo Takiuddin, que tenía su más importante observatorio en el barrio de Pera.  Durante el siglo siguiente, cuando reinaba Mustafa II (1695-1703) se intentó establecer un observatorio astronómico en la torre, con la ayuda de un cura jesuita que no prosperó al ser ultimado éste en 1703.

     Durante el imperio otomano la torre Gálata fue reconstruida en varias ocasiones, especialmente después de un devastador incendio que la consumió casi enteramente en 1794 (durante el sultanato de Selim III) y cuando reinaba Mahmut II en 1832, la cúpula cónica fue destruida durante una tormenta en 1875, lo que no fue considerado para las siguientes restauraciones.  La torre era utilizada como una torre de control de incendios hasta 1964, cuando la cerraron para restaurarla hasta el año 1967, que fue abierta para propósitos turísticos.  Entonces se le coronó con su cono, que le permitió lucir tal cual era en los tiempos genoveses, conservando los aspectos estructurales que se le introdujeron durante el período otomano.

     Para ubicarnos en contexto, el Cuerno de Oro es un histórico estuario que está a la entrada del estrecho del Bósforo, mismo que divide la ciudad de Estambul.  Conforma un puerto natural de proporciones únicas, y fue emblemático para la protección de griegos, romanos, bizantinos y otomanos y otros barcos durante miles de años.  Al principio fue acondicionado por los griegos cuando establecieron la ciudad de Bizancio y bajo ese imperio los canteros navales construyeron en él un muro a lo largo de la costa, protegiendo la ciudad de los ataques navales.

     Su forma es de cimitarra, que se une al Bósforo justo en el punto en que el estrecho entra al Mar de Mármara, formando una península en cuya punta está la ciudad vieja de Estambul, que se conoció antes como Bizancio y después como Constantinopla.  Ha sido testigo de hechos históricos inéditos y las vistas que ofrece desde la colina ha inspirado muchas obras de arte.  Se destaca el café del escritor francés, Pierre Loti, que construyó su vivienda en un privilegiado lugar, enamorado de una turca, a quien le dedicó una novela.

     La torre Gálata es un referente de la ciudad de Estambul, se puede ver desde casi cualquier lado y es obligatorio visitarla, ascender a su mirador y después deambular por las calles adoquinadas alrededor, que nos llevan, sin darnos cuenta, a la famosa calle Iztiklal, que antes era conocida como la Gran Rue de Pera, en el barrio donde se establecieron los comerciantes genoveses y venecianos.  Hoy día es una concurrida y entretenida vía peatonal donde además de edificios históricos, están las mejores tiendas y por el que cruza un tranvía.