Por Mariela Sagel
Publicado en La Estrella de Panamá, el 18 de marzo de 2024
Conocedora de las leyes de género, y gestora de algunas de ellas, la autora de esta novela, Haydée Méndez Illueca muestra circunstancias que la mayoría de las personas desconocen o ni siquiera se imaginan que pueden ocurrir en la trama que toca el tema de la trata de personas
La abogada feminista Haydée Méndez, que fue nombrada como una de las Mujeres Destacadas en la defensa y protección de los derechos de las mujeres el 8 de marzo de 2020, en ocasión del Día Internacional de la Mujer, ha incursionado con paso decidido en el género novela. Su libro Mariposas y traiciones aspira a ser una denuncia al mundo de la compra y venta de personas, o trata de personas, que según dice la contraportada, es el segundo negocio ilícito más lucrativo después del narcotráfico internacional.
Este despiadado y atroz delito tiene el propósito de conducir a sus víctimas a la explotación sexual, el tráfico de órganos y la explotación laboral (esclavitud, a estas alturas del siglo XXI).
Con un entramado de personajes muy sólidos, la escritora Méndez ha trazado una saga que nos deja perplejos, no solo por las coincidencias que propicia en temas tan sensitivos como la adopción de menores, sino en aquellos que lleva a la obsesión de los delincuentes con algunas de sus víctimas, hasta el punto de hacerle daño a sus familiares.
Si bien son dos los personajes principales, que ven interrumpidos sus sueños de casarse por la intervención de alguien a quien creían amigo, presionado por las malas compañías que ha cultivado en el inframundo de la trata de personas y el narcotráfico, alrededor se van tejiendo toda una serie de circunstancias, relaciones y coincidencias que hacen que uno no pueda soltar el libro.
Un aire de frescura lo aporta un detective y posteriormente fiscal, que no claudica en perseguir el crimen, acompañado de su fiel perro. Si hubiera gente así en los puestos de administración de justicia podríamos dormir tranquilos. El desarrollo de la novela es realmente inesperado, ya que Méndez hace mano de muchos escenarios con los que parece estar cómoda, porque el relato es impecable.
Haydée Méndez no abandona el lenguaje inclusivo que la ha llevado a convertirse en adalid de los derechos de la mujer, aunque la Real Academia de la Lengua –y sus más conspicuos miembros- tenga su opinión particular al respecto. Es un relato muy potente de realidades que bien pueden darse en Panamá como en cualquier parte del mundo donde haya personas que se dediquen a seleccionar jóvenes a las que puedan explotar sin misericordia. Lo terrible es que la mayoría de estas víctimas son mujeres, brutalmente violadas y obligadas a prostituirse.
Conocedora de las leyes de género, y gestora de algunas de ellas, nos muestra circunstancias que la mayoría de las personas desconocen o ni siquiera se imaginan que pueden ocurrir, y hace, a la vez, un llamado a los padres de adolescentes para que estén muy conscientes con quién se relacionan sus hijos.
La abogada Gilma de León, a quien correspondió el honor del prólogo de esta obra, destaca que la novela cumple una dualidad de propósitos bien definidos: por un lado, se encarga de develar el crimen organizado de la trata, que involucra a personajes siniestros, pedófilos y depredadores sexuales, donde se trafica hasta con órganos humanos, en un mundo de corrupción, tráfico de influencias, manipulación económica y política, y por el otro, la autora describe a un personaje honesto, –que ya he mencionado–, cuyo compromiso es capturar al jefe de la mafia involucrada en los casos expuestos.
Es una novela-denuncia que tiene historias mágicas y apasionantes, cuyo hilo conductor es una historia de amor, con diálogos ágiles y vibrantes, desenlaces impensables y verdades ocultas en la vida de los personajes que asombran, y a la vez deleitan.
Esta, su primera novela, Mariposas y traiciones, cuidadosamente impresa con una mariposa en cada página, se presentará el 20 de marzo en las salas de la Biblioteca Nacional y les recomiendo que la lean y juzguen por sí mismos el alto valor que tiene.
Enhorabuena por su autora.