PERIODISMO Y LITERATURA
POLÉMICA. En su novela ‘Los círculos morados’, el escritor Jorge Edwards aborda el tema de los abusos perpetrados por algunos sacerdotes. Foto: Archivo | LaEstrella |
El evento se enmarcó en el galardón que se otorga en Chile, Premio Periodismo de Excelencia (PPE), que ya va por su décima versión. Este premio inició como una recopilación de material escrito para los alumnos de los cursos de escritura y narración de la Escuela de Periodismo UAH. ‘Una vez publicado este libro, vimos que había un segundo objetivo que no fue buscado y que ha sido muy interesante’, dijo Andrea Vial en la presentación de la mesa. ‘Es algo que tiene que ver directamente con el lector, porque el libro se transformó en una muestra de lo que ocurría en el país’.
Mónica González es directora del grupo de investigación periodística del Centro de Investigación e Información Periodística (CIPER), y tiene una importante hoja de vida, donde destacan premios otorgados por las Universidades de Harvard y Columbia, así como por la Fundación de Nuevo Periodismo Latinoamericano (FNPI).
Autora de varios libros, fue avasallante su presentación, exigiendo un periodismo de excelencia y destacando la diferencia entre el novelista y el periodista. Denunció en su ponencia el abuso de los curas contra los jóvenes en su país (con nombre propio), la complicidad de la Iglesia Católica y la violencia contra los periodistas. Tiene sentido este tema porque es algo que toca Jorge Edwards en su última novela, Los círculos morados, que está entre los libros más vendidos en México y en Chile.
REALISMO DEL HORROR
Tanto González como Aguilar Camín realzaron la importancia de los libros periodísticos para que otros puedan comprender la historia que se vive, y para ello se tiene que establecer un ‘mapa’ de la noticia, que cubra todas las aristas y fuentes que ésta tiene.
Los periodistas tienen que ser independientes del poder para que sus reportajes sean objetivos y se pueda entender lo que afecta a la comunidad a la que sirve. El asunto se fue volviendo incendiario en la medida que la chilena, que pasó exilios y sufrió encarcelamientos, demandó que se expliquen los 60 mil muertos que ha dejado la lucha contra la droga en México. En cierta forma, dejó entrever que los periodistas mexicanos no han hecho lo suficiente para aclarar este asunto.
Ante la pregunta de Andrea Vial sobre las diferencias entre un texto periodístico y uno literario, Héctor Aguilar Camín señaló que la línea de separación la da la responsabilidad: ‘El novelista no tiene que responder por la integridad y calidad de sus fuentes’. Es muy cierto que las noticias son demasiado escuetas en información y el trabajo periodístico es muy rápido: ‘Quien falla en la exactitud, atenta contra la calidad de su profesión. Hay que volver al periodismo de calidad y de exactitud como lo hay en Chile y lo refleja el Premio Periodismo de Excelencia’, enfatizó el mexicano.
El conferencista destacó que la oferta crea la demanda y los límites de la ficción tienen que ver con lo que se puede vivir. Un buen periodista (y también un buen escritor) debe tener valentía, decisión, independencia del poder, y no basta la exactitud. Hay que ser verosímil.