Más de la FIL de Guadalajara
Por Mariela Sagel, Ego, 30 de noviembre de 2016
La feria tiene sus particularidades y en esta ocasión no ha sido excepción
Con apenas 3 días de haberse inaugurado, la Feria Internacional del Libro de Guadalajara en su 30a. versión dedicada a América Latina acapara titulares alrededor del mundo hispano hablante por la calidad de los escritores que ha invitado.
A pesar del deceso del nonagenario líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, la noche antes de su inauguración, el programa se ha llevado a cabo sin alteraciones y las opiniones de los más destacados participantes han sido expresadas en entrevistas realizadas a cada uno por las numerosas cadenas de noticias que aquí se han hecho presentes.
Sin embargo, una de las más sensibles bajas que causó la muerte de Fidel ha sido la ausencia de Leonardo Padura, el escritor cubano más importante en la actualidad, premio Princesa de Asturias y que publica bajo el sello Tusquets y vive en La Habana.
Padura estaba supuesto a presentar «La vida fílmica de Mario Conde», su personaje principal en la serie detectivesca de la que es autor, y participar en varios foros en torno a la identidad latinoamericana, junto a Elena Poniatowska, Santiago Roncagliolo, Alonso Cueto y otros destacados escritores, pero nos hemos quedado con las ganas.
Para muchos, la presencia del Premio Nobel Mario Vargas Llosa junto a su «reina de corazones» Isabel Preysler sería el clímax de la FIL, pero esos son los que confunden la literatura con la farándula.
Si bien su discurso de apertura rescató el valor de conocer a los escritores clásicos y la influencia que han tenido en su obra, me llamó la atención de la deferencia con que trató a su mítico rival, el también Nobel Gabriel García Márquez. Es de todos conocidos la diferencia que los separaba cuando aún Gabo vivía. Vargas Llosa se llamó a sí mismo el último sobreviviente del «boom» latinoamericano, y que a él le tocaría cerrar con llave y apagar la luz.
En el enésimo homenaje que se le rindió con motivo de cumplir en marzo pasado 80 años y en el que estuvieron José Miguel Oviedo (su amigo íntimo), Héctor Abad Faciolince, Enrique Krauze, Nélida Piñón, Sergio Ramírez y Alonso Cueto, conducido por Juan Jesús Armas Marcelo, destacaron las intervenciones de Abad Faciolince y Krauze, pues analizaron no solo el valor literario de sus obras, sino sus posturas políticas y en especial, en estos momentos, como dijo en un artículo magistral Héctor Abad, «2016, el año en que nos volvimos locos». Sus opiniones sobre el Brexit, la paz en Colombia y las elecciones de Estados Unidos fueron resaltadas con las correspondientes y justas ponderaciones.
La feria tiene sus particularidades y en esta ocasión no ha sido excepción. Muchas personas estaban más pendientes de la compañera sentimental del Nobel peruano que del contenido de lo que se dijo en la apertura y en su homenaje.
Cuánta diferencia entre él y el escritor español Arturo Pérez Reverte, quien en la presentación de su última novela, Falcó, nos hizo reír y aplaudir a rabiar con apenas ser un auténtico narrador, sin afeites ni poses, y que dejó que unas 500 personas le pidieran su autógrafo, cuando había concluido su magnífica presentación.
Ahora a seguir esta magnífica fiesta de las letras y ver y escuchar y disfrutar lo más que se pueda en el breve paso por la capital de Jalisco.