Por Mariela Sagel, El Siglo, 30 de marzo de 2020

     Desde que empezaron las medidas para combatir la pandemia que está afectando al mundo entero, muchas han sido las opiniones y críticas que se han levantado por la forma en que las autoridades la han enfrentado.  Yo me siento muy satisfecha de cómo lo están haciendo, se han tomado medidas drásticas, a las que no hemos estado acostumbrados, pero son necesarias para preservar la salud y la seguridad alimentaria de todos.

     Vemos con estupefacción la cantidad de contagiados y muertos en países desarrollados como Estados Unidos, Italia y España, que ya superan a los afectados en China, y nos preguntamos por qué no se tomaron a tiempo medidas tan drásticas como las que se están aplicando aquí.

     El presidente Cortizo, en una intervención desprovista de protocolo y con la autenticidad que lo caracteriza, anunció la cuarentena total obligatoria en un mensaje televisivo, que a muchos les conmovió y a otros, los oficiosos críticos, les enardeció.  Decir que no se hale la cadena cada vez que uno orine fue lo que más se resaltó.  A mí en lo particular, cuando tenía mi departamento en Taboga, y por la falta de agua en la isla, me recordó la consigna que teníamos, de hacerlo después de siete meadas.

     Otro factor inédito, en esta experiencia casi surrealista que estamos viviendo y que quiero resaltar, es la reunión de todos los partidos políticos, sin discrepancias y en la búsqueda de unificar criterios.  También las voces oficiosas de los que siempre están en contra de lo que haga el PRD, que han alabado públicamente el liderazgo del gobierno ante esta inesperada crisis.

     Debemos tener presente que al coronavirus no lo vence el país más avanzado (ya lo vemos en los países citados anteriormente) sino el pueblo más disciplinado.  Es el momento que tenemos para hacer historia. Estamos dando un ejemplo en cómo este gobierno está manejando la crisis, ayudemos todos a seguir combatiendo esta plaga del siglo XXI quedándonos en casa y cumpliendo la cuarentena.