El accionar público La ética y la política Opinión Panamá Publicado en El Siglo

Otra Comisión de la Verdad

MARIELA SAGEL

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El Siglo,  19 de diciembre de 2011

En el año 1999, diez años después de la cruenta e innecesaria invasión que perpetrara el Gobierno estadounidense a Panamá, con el único –supuesto— propósito de deponer al entonces dictador panameño Manuel Antonio Noriega y liberar a nuestro país de su yugo (las sanciones se habían encargado de hacer ese yugo prácticamente insoportable), se formó una Comisión de la Verdad, para esclarecer los crímenes que se dieron en los 21 años de Gobierno militar. Que yo recuerde, aparte de traer un perro que resultó ser un farsante, poco es lo que produjo ese grupo, que no se supiera a voces antes de iniciar sus investigaciones.

Pero han pasado 22 años desde la acción militar que se llamó ‘Just Cause’ (pero debió haberse etiquetado como ‘Just Because’) y se sigue hablando de ella, por parte de unos, como una liberación —que no fue tal— y por parte de muchos, especialmente los que perdieron a familiares, los que sufrieron daños materiales por la desarticulación de las tropas, y el consecuente saqueo y pérdidas millonarias que tuvo que sufrir la población cuando no había ley ni orden y los invasores solamente andaban tras del hoy reo más famoso del El Renacer. Ahora que Noriega ha vuelto a Panamá, ¿no deberíamos desenmarañar toda esa tramoya que permitió que el país más poderoso de la tierra invadiera a un pequeño Estado, casi como un ensayo para perpetrar acciones posteriores en otros lugares? ¿No deberíamos exigir que de una vez por todas se dilucide de quién vino la orden final de invadir, quiénes o qué instancia tuvo que ver con esa decisión, quiénes de nuestros compatriotas pidieron la invasión, qué explicaciones le pidió el gobierno de Guillermo Endara, juramentado en una base militar estadounidense, al presidente Bush padre, sobre las razones que llevaron a ese país a tomar la decisión de invadirnos? Muchas han sido las consecuencias, casi todas dramáticas y dolorosas, de esa invasión, es pertinente que ahora que se puede asumir que el mayor causante de la invasión pueda hablar al respecto, iniciemos esa reconstrucción a fin de deslindar responsabilidades, antes de que todos sus actores principales pasen a mejor vida.

No solamente fueron los chorrilleros y los miembros de las Fuerzas de Defensa de entonces los que sufrieron, también personas ajenas al conflicto y todos los que vivieron los saqueos tienen sus verdades. Recordemos la frase que hizo famoso, entre otras, al poeta Antonio Machado: ‘¿Tu verdad? No, la verdad y ven conmigo a buscarla. La tuya, guárdatela’