El factor de unidad en este caso fue la presencia de Cuba, que estuvo excluida de las seis cumbres anteriores.
En la reciente Cumbre de las Américas, que culminó el sábado 11 de abril, Panamá volvió a retomar su papel de mediador, conciliador y catalizador de los países del continente, que tuvo desde que Simón Bolívar realizó aquí el Congreso Anfictiónico en 1826.
Ese congreso fue convocado por el libertador con el objeto de buscar la unión o confederación de los Estados de América, en un proyecto de unificación continental. El factor de unidad en este caso fue la presencia de Cuba, que estuvo excluida de las seis cumbres anteriores.
Para los que no siguieron de cerca todo lo que se desarrolló en este encuentro, que fue una lección de historia y política de alto nivel, el país se convirtió en el escenario del acercamiento sincero, franco y abierto entre Estados Unidos y Cuba, después del anuncio en diciembre, por parte del gobierno de Barak Obama, de normalizar las relaciones y levantar el bloqueo al que ha tenido sometido a la isla desde hace más de 50 años.
El lenguaje que utilizó Raúl Castro, el hermano de Fidel, que ha sido instrumental en ir abriendo el país a la modernidad sin hacer concesiones en lo que a su sistema se refiere, fue cálido, conciliador, de alguna manera demostró la altura de mandatario que es. Se refirió a Obama como que no había nacido cuando se produjo la revolución y que no era el culpable de la política que se le ha aplicado a su país.
Tanto el presidente Varela como la vicepresidente de Saint Malo fueron los moderadores aptos, balanceados y se permitió que todos, antagonistas y amigos, llevaran un diálogo de altura. Panamá ha ganado prestigio, el que había perdido por los actos de corrupción que se han ido develando recientemente.
Las poliédricas relaciones entre los países fueron expuestas sin tapujos y la fiesta culminó en paz, lo que ha sido una ganancia para todo el continente.
Ni las pailas de los venezolanos ni los puñetazos que se dieron los cubanos, empañaron el éxito de esta cumbre.