El accionar público La ética y la política Opinión Publicado en La Estrella de Panamá

Parece que no llega la ‘corrección fraterna’

Domingo 30 de noviembre de 2014

«Este tema de las sinvergüencerías que cometió el Gobierno anterior no tiene visos de tener un final feliz.»

Mariela Sagel
[email protected]

Este tema de las sinvergüencerías que cometió el Gobierno anterior no tiene visos de tener un final feliz, mucho menos con las revelaciones diarias que se dan de asistentes, exministros, funcionarios y también, entidades que desaparecieron como por arte de birlibirloque. Y me refiero al caso Financial Pacific, que cada día se enreda más, aunque da la impresión que se está tratando de hacerlo menos relevante. El señor Vernon Ramos, desaparecido hace dos años, sigue sin dar señales de vida y a nadie se le ha ocurrido hacer una conexión entre la quiebra de una cooperativa, la directora del Ipacoop y el capricho del expresidente Ricardo Martinelli de imponerla a punta de billete en una curul del Oriente Chiricano.

Como seguimos desgranando lo mucho que hay que investigar AHORA y como parte de la ‘corrección fraterna’ que prometió llevar a cabo el presidente Juan Carlos Varela, lo del director del PAN pareciera que viene más cargado que el Buhonero de Pedrito Altamiranda (conocido compositor panameño). A diario se le van encontrando propiedades, yates, autos y cuanto uno imagine, y el sujeto sigue acogiéndose al artículo 25 de la Constitución para no declarar. Sería interesante saber qué dicen sus jefes inmediatos, los ministros de la Presidencia que eran responsables de esa institución, y que en sus narices se hicieron esos chanchullos. O son unos irresponsables que no pudieron controlar la descarada desviación indebida de fondos, o son cómplices de la misma.

Después de la luna de miel que tuvo el Cuerpo de Bomberos con los ministros de Gobierno, que les dejaron hacer y deshacer en la compra de los carros bomba, el comandante sufrió el más cruel de los escarnios y fue destituido y pareciera que ahora hay una luz en el camino para que su flota vehicular se actualice, a pesar que la entonces ministra del ramo, después alcaldesa, no quiso dar tregua en el tema. Y en la Alcaldía dejó tantos entuertos, con la autorización de la construcción de los estacionamientos soterrados, algunos de los cuales afortunadamente han sido cancelados.

Viendo las declaraciones que dio el exministro Guillermo Ferrufino al periodista Álvaro Alvarado, lo mismo que la conferencia de prensa que ofreció el asistente personal del expresidente Martinelli, Chichi de Obarrio, uno no sabe si reír o llorar. Las cantinflescas explicaciones lo llevan a no creer nada de lo que dicen. Lo que sí es cierto es que Ferrufino mejor hubiera sido ministro de Desarrollo Agropecuario, por su amor al campo, los caballos y las vacas, porque en el MIDES lo que hubo fue un retroceso en todo sentido, tanto que ahora uno no sabe cuál es su verdadera función.

Y la Autoridad de la Pequeña Empresa la botó con el inventario sin usar y hasta en malas condiciones que fue encontrado recientemente, que no resolvieron ninguna necesidad y hay que cuestionar esas compras faraónicas.

La asignación de la publicidad estatal es otro motivo de preocupación. Las cifras que se pagaron (que no fueron inversión) son astronómicas y oxigenaron los medios, tanto televisivos como impresos, con los que se hizo el capo que está siendo mencionado en Italia en cuanto juicio de corrupción se vincule a Panamá. Seguro Social, Obras Públicas, INAC, ATP, Ministerio de Salud son las prioridades a investigar, pero no se debe descuidar lo que hicieron el IPACOOP, el Ministerio de Gobierno, la Alcaldía (incluyendo los cumpleaños en el hipódromo) y todo un rosario de irregularidades, cuyos montos ascienden a miles de millones de dólares.

Con solo una fracción de ese dinero se hubieran podido restaurar las iglesias del Casco Antiguo y adecuar y reabrir el Museo Antropológico Reina Torres de Araúz. Si se invirtiera en cultura, los ciudadanos exigirían rendición de cuentas. Como no se hace, andan abotagados empeñándose hasta con lo que no tienen en las ventas del ‘Black Friday’.