MARIELA SAGEL
El Siglo, 11 de Junio de 2012
Las advertencias que ha dado la UNESCO a Panamá sobre el incumplimiento y hasta desprecio por las sugerencias que hizo nuestra representación que el año pasado fue a pedir que no nos sacaran de la lista de Patrimonios en Peligro son contundentes y muy fuertes. Y los funcionarios ripostan que la UNESCO no decide. Podrán no tomar parte en la decisión, pero al final, es una decisión colectiva, que nos afecta a todos.
Para los que no hayan seguido de cerca esta polémica, la tercera fase de la Cinta Costera, que se hará en forma de costanera o viaducto marino, afectará definitivamente el valor histórico que posee el Casco Antiguo, lo que nos llevará a perder la categoría de Patrimonio de la Humanidad. Puede que eso no les importe a los que desconocen sus bondades o los que sabiendo lo que vamos a perder, prefieren ver sus cuentas bancarias llenas en detrimento de toda una nación. La UNESCO es el brazo cultural de las Naciones Unidas para la ciencia y la cultura y el Casco Antiguo fue designado patrimonio de la humanidad en 1997. Ya no nos pertenece, sino al mundo entero.
Se alega que hacer el túnel es muy costoso, pero aún no nos queda claro por qué las carreteras salen tan caras, si es por la inflación, por el aumento del precio de los materiales o por el financiamiento. Se veta una ley de cultura que fue producto de un consenso sin precedentes en la asamblea, alegando que no hay dinero para crear un ministerio, pero la máxima autoridad del INAC dice públicamente que mejor es elevar esa instancia a Autoridad, lo que equivale a decir ministerio, porque hasta ahora, tanto a la Administradora de la Pequeña Empresa como al de Turismo se les da el rango de ministros.
No hay 5 millones de dólares para crear un fondo de cultura pero sí hay 50 para hacer un glamoroso museo de las artes. Pero las cuestionadas patrulleras que llevan el nombre de los ex presidentes (sin que algunos de ellos lo hayan querido) solo tienen una cuadrilla de 23 tripulantes que dá para una y están ancladas en Rodman, sin usarse. Un comisionado sufrió un infarto en el área fronteriza y después de cinco horas el SENAN alegó que no había pilotos para los helicópteros.
Esta es la parodia más dantesca que vivimos en Panamá, con un gobierno que aporta las mentiras y el pueblo los muertos.
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