El accionar público Infraestructuras La ética y la política Opinión Panamá Publicado en El Siglo

Peligra el Hospital del Niño

MARIELA SAGEL 

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El Siglo, 16 de Julio de 2012

El actual Hospital del Niño, que está al lado del ‘Elefante Blanco’, como se le llamó al Hospital Santo Tomás cuando fue construido bajo la gran visión del presidente Belisario Porras, está en grave peligro. Sus espacios están saturados, el presupuesto no alcanza y el edificio sufre serios quebrantos. Esa institución, que ha estado bajo la figura de un Patronato que ha sido respaldado por clubes cívicos, como los Leones y el 20-30, no tiene por qué estar en esa situación: se le debe ceder el terreno donde antes estaba la Embajada de Estados Unidos y allí extender los valiosos servicios que le presta a la comunidad.

El año pasado un grupo de «Cuatro Gatos», como nos llamaron, pudimos hacer suficiente presión a nivel de la opinión y de los médicos y empleados de los dos hospitales que están frente a la estatua de Balboa en la Cinta Costera, para que el caprichoso proyecto de la Tusa Financiera fuera descartado de la agenda de gobierno. Según el arquitecto Rodrigo Mejía Andrión, el diseño original por el cual se pagaron varios cientos de miles de dólares, era una mala copia de un adefesio que se construyó en Europa. También se han derrochado cantidades considerables en demoler apresuradamente la sólida estructura que fue sede del imperio gringo.

Los médicos especialistas del Hospital del Niño lo tienen bien clarito: no se debe vender ese terreno para que se construya allí algo que esté alejado de los servicios médicos que se prestan en ambos hospitales. Y abono yo: se debe invertir en hacer del conjunto un verdadero centro de atención a los enfermos, con jardines terapéuticos y servicios con la tecnología que demandan estos tiempos.

Es el momento de los clubes cívicos. La esperpéntica fachada que se le hizo al Hospital del Niño fue construida a punta de donaciones, sin ningún beneficio para los que necesitan atención en el complejo pediátrico. De hecho, se acortó el ancho de la acera.

Es el momento de retomar una causa que hasta ahora siempre abrazaron y hacerlo con determinación y decisión, uniendo esfuerzos con la Alianza Pro Ciudad, el Kolectivo y los cuatro gatos que manifestamos por semanas frente a los escombros de la antigua embajada.

No comprometerse en este momento es ignorar las verdaderas necesidades de la población infantil que necesita una atención médica de alta calidad. A la velocidad que se toman algunas decisiones en este país, para luego es tarde.