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Requiem por Atlapa

MARIELA SAGEL

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La Estrella de Panamá, 15 de diciembre de 2013

Los malabares que está haciendo el gobierno actualmente para rematar, a un precio de Black Friday, el Centro de Convenciones Atlapa, apuntan a que ese terreno pasará a integrar el cotizado frente de playa que todavía queda al lado del Hotel Sheraton, en el área de Paitilla. Una vez resuelto el tema de San Sebastián, el cielo es el límite para erigir condominios donde nadie vive y haya más tranque del que podemos soportar.

Atlapa fue inaugurado en 1979 y es un recinto que tiene un gran teatro que vio mejores tiempos, facilidades para convenciones y exposiciones con 19 salones para reuniones de diferentes tamaños. Con los años ha ido en decadencia, se le ha aplicado lo que los gringos hicieron con sus infraestructuras en la Zona del Canal, les dejaron de dar mantenimiento al punto que los que hemos estado involucrados en eventos feriales generalmente acabamos resfriados.

Panamá tiene urgencia de contar con un centro de exposiciones estilo la Expo Guadalajara, con sus casi 120 mil metros cuadrados de área, por los que en la reciente feria del Libro pasaron aproximadamente 800 mil personas (el mismo día de la clausura estaban dando estimados de taquilla) y que tenga estacionamientos seguros, bajo techo, andenes aduanales, accesos para todo tipo, alturas considerables para colgar referencias que sean vistas desde cualquier punto. No tanto las convenciones como las ferias se han constituido en algo común en nuestra ciudad y es así que desde la que organiza anualmente la Cámara de Comercio (Expocomer), la Expo Capac, y todas las que semanalmente se realizan allí, han dado paso a que Atlapa sea más un recinto ferial que uno de congresos.

Se ha hablado mucho del centro que en teoría se va a construir en la Calzada de Amador para reemplazar Atlapa, pero del mismo no se ha sabido mucho (contrario a cualquier toma de agua que inaugura el presidente y que aprovecha para darle plomo a la ‘opo’, acusándola hasta de cortar las tuberías que proveen de este líquido) y bajo ninguna circunstancia estará listo para cuando los camiones rematen los escombros de Atlapa en un dos por tres, como lo hicieron con el edificio de la antigua Embajada de los Estados Unidos con la pretensión de construir allí una torre financiera, proyecto que pudimos, mediante una resistencia civil, impedir. O más recientemente el edificio donde estaban originalmente las oficinas del Ministerio de Salud y posteriormente lo que era Hacienda, de un estilo con los primeros atisbos de modernismo, para levantar quién sabe qué esperpento en ese lugar, que ayudará a congestionar más el área de la Exposición.

El tan cacareado auge del turismo en Panamá no ha tomado en cuenta ese importante factor de mantener las infraestructuras para los diferentes eventos que un hub como el de Copa en el aeropuerto de Tocumen ofrece, como es el de convenciones y de exposiciones. Ya han picado por delante para los congresos algunos hoteles de la ciudad, como el Hard Rock, el Panamá y el Riu y los que están cruzando el puente, y entiendo que el Hilton se afila en esa misma vía. Los congresos y las convenciones tienen un factor íntimamente ligado del que no se puede prescindir, que es el de los servicios adicionales como hospedaje, restaurantes y accesos por varias vías de transporte (bus, taxi, metro).

Urge asegurarnos que Atlapa seguirá prestando servicios de exposición. La planificación de muchos de estos eventos, que en la mayoría de los casos solamente se pueden hacer allí, exige que se haga una venta donde el comprador se comprometa a mantener y mejorar el centro de convenciones Atlántico Pacífico al servicio del turismo de ferias.