En el programa «Lo Mejor del Boxeo» se presentó, como anunciado, el candidato por el Panameñismo Juan Carlos Varela. Hace un tiempo escribí que hará como 12 años, cuando militaba en el Papa Egoró (no soy tránsfuga, el partido desapareció en 1999) sostuve una interesante conversación con los hermanos Varela, Popi y Juan Carlos, en las oficinas de su empresa. Ellos me manifestaron el interés que tenían en darle una vuelta al partido al que pertenecían porque se sentían que estaba estancado, que no era democrático y que necesitaba revitalizarse.
Tal fue la misión del Ing. Varela desde entonces. En las primarias demostró que hizo una labor tenaz y casi de filigrana, porque como se dice en el argot político, los panameñistas salen hasta debajo de las piedras. Aunque esas piedras no se movieron en el 2004.
En la entrevista el candidato del partido opositor se mostró muy seguro, muy articulado, muy ecuánime y aunque se peleaba la palabra con el señor Tapia??» los programas de televisión son una tortura por el implacable tiempo??» hizo gala de su campaña de «manos limpias». Fue tan cándido que uno se
pregunta cómo puede haber políticos así todavía en este mundo tan contaminado y especialmente en ese partido.
Dentro del esquema que establecía el programa, habían preguntas cajoneras como su educación, trayectoria laboral y la temible de si era Opus Dei. Porque cada uno recibe lo que «dicen por allí», tal como a Martinelli le preguntó por su supuesta bipolaridad y seguro que a Balbina Herrera le dará
duro con su supuesta vinculación con Chávez y su lealtad, en su momento, con Noriega. Al fin y al cabo, una mentira repetida muchas veces se convierte en verdad.
He escuchado personas decir que prefieren en la presidencia a un loco que a un Opus. No me pareció correcta la forma en que el Ing. Varela explicó su supuesto activismo religioso, endilgando su militancia a otras personas; hubiera sido mejor que explicara la razón de ser de ese movimiento. Hay quienes ven al Opus Dei como algo bueno, pero muchos la tildan de una secta peligrosísima.
También desapruebo el descrédito que el entrevistado dispensó a la señora Moscoso ??»con todo lo que tiene de razón??» porque aunque se tengan diferencias, los partidos tienen que unirse y esas peleas intestinas se dilucidan no en los medios sino a lo interno. Ya el candidato sentó sus precedentes en cuanto a cómo manejar el partido, lo correcto hubiera sido sumar al grupo de la ex presidenta. Explicó, eso sí, que lo habían expulsado del partido que ha rescatado. La reacción puede ser que se polarice el
colectivo una vez más, y los mireyistas se vayan a apoyar a otro candidato.
Al Ing. Varela le faltó exponer y al entrevistador preguntar, que la labor de producir un licor nacional como el Seco, no es ningún pecado, por el contrario, casi todos los países se enorgullecen de sus productos etílicos, como el vodka de Rusia, el pisco del Perú, el tequila de México y otros
tantos. En las campañas se dice mucho que la familia Varela envenena al pueblo y la juventud.
El balance final, a mi criterio, es que Juan Carlos Varela es un buen candidato, en el partido incorrecto y su franqueza no le va a atraer votos, mucho menos su supuesta preferencia religiosa, si es que la tiene.