El accionar público Opinión Panamá Publicado en El Siglo

Semana impredecible

Lunes 26 de enero de 2015

Mariela Sagel
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Lo que nos espera esta semana, si la procuradora sigue firme y continúa con la conducción de los implicados

El exdirector del Programa de Ayuda Nacional (PAN) recluido en La Gran Joya como el preso N.°100 (¿será que el N.°99 está reservado?), Rafael Guardia, decidió cantar y contar quiénes, cómo y cuándo le fueron giradas las instrucciones para la compra fraudulenta de mochilas, comida deshidratada y equipos sofisticados de escuchas telefónicas, entre otras cosas, el viernes pasado, finalizando las últimas horas de la tarde. Para muchos de los que no nos cansamos de denunciar que estábamos gobernados por una banda criminal de delincuentes durante cinco años, rebasó lo que pensábamos estaba haciendo esta partida de maleantes. No imagino cómo habrá sido para los que aún defienden o defendían que los locos robaban, pero hacían. Imagínense lo que se hubiera podido hacer con todo ese dinero, lo que se hubiera remediado en educación, salud, el tema agropecuario y cultura, sectores abandonados por completo porque no eran tangibles, como el Metro, los puentes, las carreteras, La Gran Joya o la Cinta Costera.

Lo que nos espera esta semana, si la procuradora sigue firme y continúa con la conducción de los implicados, será un showtime de primera, ojalá que cayéndoles a los peces gordos, al tiburón blanco o ‘Gran Corruptor’, y sus más íntimos allegados. Es imposible pensar que el PAN hizo todo lo que hizo sin el conocimiento del ministro de la Presidencia, que es en teoría su jefe inmediato, a menos que los pelafustanes que ocuparon ese puesto se dejaran pasar por encima por un ‘Chichi’ o el mismo Capo (o en su defecto, su hermano, como todo apunta según las declaraciones de Guardia).

El jueves 29 de enero se va a realizar una gran marcha por la justicia y la dignidad, que saldrá desde la Iglesia del Carmen. Justicia y dignidad tan abiertamente violentadas y masacradas hasta ahora y exigir a los magistrados que fallen prontamente en derecho y sin presiones ni prebendas en los casos que permiten meter presos a los dirigentes de esa banda criminal.