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TRABZON Y RIZE, EN EL MAR NEGRO

Por Mariela Sagel, el 20 de noviembre de 2022.

Me faltan muchos lugares de Türkiye por conocer, que recogen mucha historia, pero esta vez decidí que ya era hora de que conociera las poblaciones que están en el sur del Mar Negro, que ahora es un escenario sensitivo por el conflicto ruso-ucraniano. Aun así, me dirigí a Trabzon (Trebisonda), que fue parte de la histórica Ruta de la Seda, un puerto al que inicialmente se llegaba en barcos y después en caravanas de camellos.  En los primeros años de la república, hace casi un siglo, perdió relevancia por la construcción del ferrocarril Ankara-Erzurum, pero eso le ha permitido mantener su invaluable herencia histórica e importancia cultural.  Atrapada en las olas del Mar Negro, el azul y el verde se funden y tejen un paisaje impensable en una geografía tan exótica como la de Anatolia.

Me aseguré de contar con un guía profesional que no solo quisiera llevarme a los bazares, sino que me explicara las impresionantes manifestaciones históricas que se pueden apreciar entre Trabzon y la vecina Rize y que tuviera amplios conocimientos de historia y geografía, para que entender cabalmente lo que iba a visitar.  Fundada hace 4,000 años por tribus turcas que llegaron del centro de Asia a través de las montañas del Cáucaso, era ampliamente conocida por las poblaciones de la costa del Mar Egeo.  Muchas leyendas mitológicas se refieren de esa área, como la de los Argonautas.  La riqueza de sus bosques y minas (lamentablemente una mina hace poco sufrió un grave daño), en las montañas conocidas como Kolchis, que colindan con Georgia, producen las mejores avellanas, en un país que es el número uno en la siembra y cosecha de estas nueces tan apreciadas y nutritivas.

Estas hermosas localidades, que fungieron como importantes centros de intercambio comercial y estratégico, no solo para Anatolia, sino para el mundo entero, están fuera de las rutas turísticas tradicionales, pero son dignas de visitarlas.  Allí recalaron importantes marinos como Marco Polo, Evilya Celebi y fue conquistada por el sultán Mehmet II en 1461. A principios del siglo XIX tenía 11 representaciones consulares, la mayoría de países europeos y de los Estados Unidos.  Fue fundada en el año 756 d.C. antes que Roma, Estambul, París y Londres, remontándose sus orígenes a la civilización hitita, para posteriormente pasar a los asirios.

Después de la desintegración en dos partes del imperio romano, la región quedó bajo el control del imperio bizantino, cuyos dirigentes la llamaban “Romania”. Con la interpretación árabe de “ramaloil” a “rum”, así llamaron a las poblaciones que estuvieron asentadas en los alrededores.  Debido a la importancia que tuvo en la Ruta de la Seda, sus alrededores fueron reforzadas en el tramo Trabzon-Irán.  

Nuestra excursión empezó visitando el Museo Hagia Sofía, una antigua iglesia ortodoxa griega cuyo origen se remonta al siglo XIII, cuando Trebisonda fue la capital del Imperio del mismo nombre. Se encuentra cerca de la costa y a 2 kilómetros al oeste de los límites de la ciudad medieval. Es uno de los pocos sitios bizantinos todavía existentes en la zona. Fue construida durante el reinado de Manuel I entre 1238 y 1263. Después que Mehmet II conquistó la ciudad, la iglesia fue convertida en mezquita y sus frescos fueron cubiertos de cal. En 1964 se convirtió en un museo – que permanece hasta nuestros días–. Desde 1958 hasta 1964 los frescos fueron descubiertos y la iglesia fue restaurada con la ayuda de expertos internacionales.

Torre de Hagia

La iglesia de Santa Sofía es un ejemplo importante de la arquitectura bizantina tardía, caracterizándose por una elevada cúpula central y cuatro arcos de grandes columnas que sostienen el peso de la cúpula y el techo. Debajo de la cúpula está un Opus sectile (técnica artística propia del mosaico romano, del que hay escasas muestras en el arte medieval). La iglesia fue construida con planta de cruz en cuadrado, pero con una forma exterior que es única, gracias a importantes terrazas al norte y al sur. Los frescos de finales del siglo XIII ilustran temas del Nuevo Testamento. 

Techo de Hagia Sofía

Ubicada frente al mar, sobrecoge por su belleza, con su campanario a un lado.  Luego nos dirigimos a la casa que le fue adjudicada a Mustafá Kemal Atatürk, el padre de la patria, que solamente pasó por ella en tres ocasiones (entre 1934 y 1937), pero aun así se le rinden honores, como en toda Türkiye, donde es venerado.  El mobiliario, las alfombras, todo es de un preciosismo increíble.  Emprendimos camino hacia el monasterio de Sumela, no sin antes detenernos en el monumento que se les erige a los 62 militares españoles que murieron en un accidente de avión en 2003, siniestro que a la fecha aún no se ha aclarado (volvían de Afganistán) y donde se le dedica a cada uno un mosaico con sus nombres.

Llegamos al Monasterio de Sumela, (monasterio de la Panagia («Toda Santa», el nombre georgiano de la Virgen María) en el monte Melá) que es un monasterio georgiano ortodoxo, a los pies de un acantilado frente al valle de Altındere, en la región de Maçka. Situado a una altitud de aproximadamente 1200 metros, fue fundado en el año 386 d. C. durante el reinado del emperador Teodosio I (375-395).  La leyenda cuenta que dos sacerdotes emprendieron la fundación del monasterio en el sitio después de haber descubierto un icono milagroso de la Virgen María en una cueva en la montaña.  Incrustado en una empinada montaña y al que se tiene acceso por pasadizos muy difíciles pero muy bien señalizados, está recién restaurado, aunque aún quedan pendientes algunos trabajos, y estaba abarrotado de gente porque era verano, fines de agosto.  Después del esfuerzo de llegar hasta allá, pude apreciar los magníficos frescos que allí se pintaron, resaltando la cristiandad.  El paisaje es sobrecogedor porque está incrustado en altísimas montañas con bosques perennes en el Parque Nacional del Valle de Altindere.  En el camino, nos detuvimos a comer al borde de un arroyo, donde se disfrutaba de un paisaje de montaña que uno no se imagina en Türkiye, pero no pude saborear las famosas anchoas que son típicas de esta región, porque estaban en veda.

Al día siguiente nos dirigimos a Rize, que es como estar en las montañas suizas, de una belleza indescriptible.  Se ven los nacimientos de ríos que se convierten en caudalosos y hasta en caídas de aguas que son casi como cataratas.  La abundancia de agua y vegetación hacen de esta región una de las más verdes. 

Hay puentes peatonales de piedra construidos en forma de arco para permitir la crecida de los ríos.  Ascendimos también al castillo de Zil, desde donde se tiene una vista maravillosa, y degustamos comida típica de la región.

Castillo de Zil

Siguiendo con el tour, visité una fábrica de cuchillos y me deleité con el sonido de la pequeña guitarra llamada saz o baglamá, que es una especie de “balalaika” turca, en remembranza de la rusa. Continuamos hacia el lago Uzungöl (significa lago largo), que es un lago ubicado en el distrito de Çaykara. Uzungöl es también el nombre del pueblo en la costa del lago, que está a 99 km del centro de la ciudad de Trabzon y a 19 km del distrito de Çaykara. Se formó por un deslizamiento de tierra, que transformó el lecho del arroyo en una represa natural. El lago está ubicado en un valle entre montañas altas y es bellísimo, sobre todo desde arriba (aunque también tiene mucha vida a su alrededor, con sus tiendas, juegos infantiles y parques) y no pudimos hacer mejor trayecto para apreciar la flora y fauna del lugar que llegar en coche hasta la cima de las montañas más altas y bajar caminando.  El lago, impecable, no se toca, ni en relajo, pero en el área se practican los deportes de “kite surf” y relacionados.

Vista del Lago Uzungöl

Pude visitar una escuela secundaria donde mi guía imparte clases y apreciar el cuido que se le presta a la educación en este país, y caminé por las calles del centro de la ciudad que, como es usual, están llenas de tiendas de vestidos de bodas y de joyerías. Espero regresar pronto por esas bellas tierras en la costa del Mar Negro, a ver si tengo la suerte de comer sus famosas anchoas.

13 COMENTARIOS

  1. Nos transportas a este lugar maravilloso con tu bella escritura, gracias Mariela

    • Una maravilla conocer sitios maravillosos. Nos llevas de la mano. Abrazos

    • Mariela, te confieso algo.
      Cada vez que me envías algunas de tus experiencias vividas en esa hemosa e histórica tierra turca y alrededores, hago 4 cosas, pospongo lo que estoy haciendo, me lavo la cara, me pongo mis lentes y me siento en mi viejo butacón a nutrirme de hechos históricos que desconocía.
      Leer tu hermosa prosa, fina y ordenadamente escrita, describiendo las experiencias que vas conociendo, que gentilmente nos compartes, en esta oportunidad en las Regiones de Trabzon y Ryze de ese gran país, localizadas al Sur del Mar Negro, me llena de una enorme satisfacción y orgullo, de tener una diplomática de tu jerarquía
      Felicidades
      Un abrazo

      • Una pieza maravillosa por la Embajadora Sagel quien describe y difunde las bellezas de mi país de forma pedagógica pero al mismo tiempo muy sencilla al lector hispanohablante. Muchas gracias y estaremos a la espera de leer próximos artículos suyos.

  2. Simplemente increíble como nos has hecho sentir tan vivamente las emociones de esta travesía. Gracias Mariela!

    • maravilloso recuento historoografico..digno de una escritora de tu calidad….me encanta tu descripsion de los inmuebles de la epoca restaurados …debe ser una maravillosa vista….saludos

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