Educación La ética y la política Opinión Panamá Publicado en La Estrella de Panamá

Un digno oficio

MARIELA SAGEL

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La política ha ido evolucionando de tal manera que el oficio de político ha llegado a ser considerado una carrera, una vocación y un ejercicio. En la actualidad se produce una relación muy especial entre la lógica de la democracia representativa, articulada en elecciones y en procesos diferenciados de rendición de cuentas y la actuación de individuos que se mueven en un escenario ambiguo. En muchas ocasiones se descalifica a ciudadanos que representan a un partido por el simple hecho de ser ‘figuras conspicuas’, especialmente si es una percepción prejuiciada y distorsionada.


El profesor Manuel Alcántara Sáez, que tiene una larga lista de exalumnos en Panamá desde sus cátedras tanto en la Universidad de Salamanca como desde el Instituto Iberoamericano y por medio de sus magníficas presentaciones en foros, como el XII Encuentro Internacional sobre Cultura Democrática, ha publicado un libro extraordinario en torno a ese oficio.

El Oficio de Político fue presentado el año pasado en Casa de América, en Madrid, por Enrique Iglesias, el expresidente del Banco Interamericano de Desarrollo y hoy día secretario general Iberoamericano. En febrero al profesor Alcántara vendrá a Panamá a presentar su libro, que nos traza una vía clara para elevar el discurso político, reforzar la cultura democrática y resaltar al ser humano como el objeto central de la ciencia política. La publicación es una fascinante incursión para dilucidar las ‘elites parlamentarias’ y los partidos políticos y promover el debate sobre el papel que desempeñan las personas que tienen como actividad profesional la política en los sistemas democráticos.

Manuel Alcántara pudo compilar sus investigaciones durante un año sabático gracias al apoyo de Tulane University, el Kellog Institute de Notre Dame, el programa FLACSO de Ciencias Políticas de Ecuador y el Tecnológico de Monterrey. Un dest acado alumno panameño fue su vaso comunicante con el escenario panameño y le corresponderá presentarlo en nuestra ciudad.

Para elevar el discurso político y promover la cultura democrática hay que profesionalizar el ejercicio de la política, a veces mal vista por raíces culturales basadas en experiencias históricas y en malas prácticas, como ha sido nuestra historia reciente, por abuso del poder y falta de rendición de cuentas, entre otros factores.

Los autores más consultados y más leídos, desde Aristóteles, Cervantes —a través de los diálogos del Quijote con Sancho Panza—, Nicolás Maquiavelo, y muchos otros, han escudriñado las figuras de los políticos y el tema no escapa a todas las ideologías. En Latinoamérica, como indica el autor a través de sus páginas, el político actual pone en evidencia el peso de la familia, la existencia de pautas que conforman trayectorias longevas y la adaptabilidad a las crisis. Hace un intento de unir la política con la literatura y le da la vuelta al término ‘elites’, que según los estudiosos —y bajo diferentes ópticas— está compuesta por personas de origen y de educación similar y señala, felizmente, que los parlamentarios (los diputados) no forman parte de esa ilustre casta.

El libro se lee en orden o desorden, porque sus capítulos están diseñados para ser de consulta en epígrafes, casi como una hoja de ruta. La desprofesionalización de la política conlleva entregar el poder a políticos plutócratas que, además, no tienen legitimidad democrática. Un político profesional debe reunir una mínima dosis de vocación, sujeta a un proceso de selección, cierta constancia, una rendición de cuentas permanente y una ejecutoria transparente, con una salida igualmente nítida, para que sea garante de un ejercicio político de mayor calidad.

La idea del político profesional que defiende el autor es la del que se dedica a la política gracias a un proceso electivo o de designación por parte de otros que han sido elegidos o que trabaja en instancias políticas como en partidos o similares. Lo hace con vocación para actuar en la vida pública con la intención de que su acción sea transformadora, en el mejor de los casos.

Es un verdadero acontecimiento esta presentación antes que se realicen las primarias de los diferentes partidos y un aporte al ejercicio de la ética en las próximas elecciones.