Domingo, 27 de julio de 2014 – La Estrella de Panamá
«Una de las más importantes cintas fílmicas en Europa, ‘Karlovy Vary’ contará con la participación de un actor de padre panameño»
El International Film Festival de Karlovy Vary, República Checa, está catalogado por el FIAPF (Fédération Internationale des Associations de Producteurs de Films) como uno de los más prestigiosos del mundo y el más importante en Europa Central (18 países con una población que asciende a 190 millones).
En este idílico lugar convergen Europa oriental y occidental, lo que ha creado un ambiente propicio al intercambio de los representantes de la industria del cine de todas partes del mundo, conformando una vitrina única para las más novedosas producciones y para las más recientes realizaciones que están destinadas a la culta audiencia cinéfila de la región.
Aquí, en esta conveniente localización, célebre por sus aguas termales y por ser uno de los países donde se le rinde homenaje al autor alemán Johann Wolfgang Goethe, se dan cita representantes de la industria del cine y los medios de comunicación.
A través de los años (la versión que se celebró del 4 al 12 de julio fue la No. 49), la constante ha sido la gran calidad de las producciones que se presentan en un escenario festivo, en medio de los más excelsos paisajes.
Karlovy Vary es un sitio obligado de reunión para distribuidores de películas, organizadores de festivales, agentes de ventas, periodistas, directores y productores cinematográficos. En la versión de este año se dieron cita 700 directores, actores y productores, además de 850 distribuidores, agentes de venta y organizadores de festival. Para ellos se trata de una cita obligada, que se repite cada año.
Distribuidores europeos y americanos se encuentran en el festival, en el marco de las diferentes proyecciones de películas que serán del deleite de los voraces consumidores de sus respectivas tierras. Si van a Karlovy Vary es porque confían que ahí se proyecta lo mejor.
Tanta actividad atrae también a periodistas y distribuidores del mundo entero. Esto es lo que ha encumbrado a este festival a un nivel bastante cercano a Cannes y Venecia.
UN PANAMEÑO EN KARLOVY VARY
Este año se presentó la película The Tree , en la que actuó el joven actor Lukas Matija Rosas UrÅ¡ic, que nació en Suiza y es de padre panameño. Lukas tiene 11 años y desde pequeño ha mostrado habilidades y vocación por las artes escénicas. Cuando vivía en Panamá tuvo la oportunidad de actuar en comerciales de televisión.
Una vez en Eslovenia, tierra de su madre, donde la familia se trasladó a vivir en 2009, siguió cultivando la actuación. Lukas habla cuatro idiomas, alemán, inglés, español y esloveno. La producción de The Tree lo llamó para un casting , siendo seleccionado para integrar el elenco.
Como actor, Lukas es un niño dedicado. Se aprende muy bien sus parlamentos. Como premio a su esfuerzo, la película donde actuó ha sido nominada para el premio ‘East Of The West’ del festival checo. La filmación se realizó en 2013 en Eslovenia y duró aproximadamente tres meses. ‘Fue muy interesante; en primer lugar, me sorprendió muchísimo que Lukas se levantaba solo, a veces antes de las 6:00 a.m., para estar listo para su trabajo. Lo disfrutó muchísimo. Desde los productores, la directora y todos fueron muy amables con Lukas. Un trato muy profesional y al mismo tiempo con mucha comprensión al tratarse de un niño’, cuenta orgulloso su padre.
LA PELÍCULA
The Tree es un sugestivo retrato de las consecuencias de una tragedia. Es el primer filme del director esloveno Sonja Prosenc. Para la crítica se trata de un agresivo planteamiento para un director novato, y una narración un tanto fragmentada de un ambiente claustrofóbico que revela mucho menos de lo que muestra. Está dividida en tres capítulos, cada uno dedicado a uno de los protagonistas.
The Tree narra la historia de una familia que está compuesta por la madre (Milena), un hijo adolescente llamado Alek y el pequeño Veli, que encarna Lukas Matija Rosas Ursic.
Con el auge que ha ido teniendo el Festival de Cine de Panamá (también llamado IFF, como el de Karlovy Vary) que ya lleva tres versiones, y con el apoyo que el estado y la empresa privada le han brindado a la industria cinematográfica, sería conveniente forjar una alianza con este tipo de festivales para traer películas que planteen situaciones diferentes y ofrezcan una óptica refrescante y alejada a la que nos han acostumbrado los filmes hollywoodenses.