Un respiro al futuro, un respiro al mundo
La Estrella de Panamá, 15 de noviembre de 2020
Por Mariela Sagel
Una de las cosas que me llamó mucho la atención desde la primera vez que visité Turquía fueron sus jardines, especialmente los públicos, algunos que se muestran desde los taludes de las carreteras, que están como manicurados, diseñados con los contrastes de flores y arbustos en arabescos y otras figuras.
Una de las cosas que me llamó mucho la atención desde la primera vez que visité Turquía fueron sus jardines, especialmente los públicos, algunos que se muestran desde los taludes de las carreteras, que están como manicurados, diseñados con los contrastes de flores y arbustos en arabescos y otras figuras. Como siempre, abrumo a las personas preguntando quién los mantiene, de quién es la responsabilidad de tenerlos tan pulcros y cuidados.
Generalmente son los ayuntamientos (municipios) los que se encargan de esta manutención, pero hay directrices que emanan del Ministerio de Agricultura y Forestación que se siguen al pie de la letra y por eso se ve a lo largo de esta inmensa tierra el compromiso con el ambiente.
El pasado 11 de noviembre, a las 11 de la mañana, se celebró el día de la reforestación y acudimos a un significativo acto donde se mostraron los avances que en un año ha tenido el agresivo plan lanzado en la misma fecha, 11/11/11, con el lema “a breath for the future, a breath for the world”. Después de las palabras de rigor por parte del presidente, con la presencia de sus ministros, procedimos a sembrar, cada delegación diplomática, un pino y nos lo tenían listo, solo con la pala para que depositáramos la tierra que necesitaba para crecer, y al lado una jardinera con agua para rematar el sembrado. Como dijo el poeta cubano José Martí: “plantar un árbol, tener un hijo, escribir un libro” son las tres cosas que todo ser humano debe hacer en la vida para sentirse completo. Afortunadamente yo he logrado hacer las tres y todavía me quedan muchos árboles que plantar y muchos libros por escribir. Sobre los hijos, ahora veo a mis nietos como los felices frutos de haber tenido una hija maravillosa.
Dentro del Ministerio de Agricultura y Reforestación turco hay un directorio para la Reforestación, que tiene como principales objetivos asegurar el desarrollo de los bosques, protegerlos de cualquier acción ilegal que los afecte, sean perpetradas por el hombre o por la naturaleza, tales como desastres naturales, incendios, plagas y establecer controles para su protección.
Para lograr el manejo de los bosques hay que tomar en cuenta los requisitos técnicos, socio culturales, ecológicos y económicos que garantizarían la sostenibilidad de los productos y servicios forestales. De la misma manera efectuar estrictos protocolos de procedimientos, transporte y almacenaje de estos productos y mercadearlos tanto dentro como fuera del país, con los mejores vehículos de transporte y equipo necesario.
Este directorio también se encarga de la rehabilitación de los bosques y asegurar su mantenimiento y regeneración. Para ello debe llevar un estricto control de catastro, pertenencia, permisos y comodidad de sus intervenciones. También establece y rota las empresas que proveen el mantenimiento, para que no sea un monopolio. Es muy activo en establecer programas necesarios para impulsar la profesión forestal, estableciendo centros de entrenamiento y facilidades sociales, así como escuelas para entrenar al personal.
De la misma manera lleva a cabo investigaciones, inventarios, publica y difunde los proyectos que están relacionados a sus servicios, para que la población tome consciencia de la importancia de reforestar el entorno y de respetar los árboles. Se asegura de comprar o alquilar cualquier equipo, tierra, edificio y alguna infraestructura que le permita llevar a cabo de forma eficiente sus servicios, que garanticen su mantenimiento y reparación.
Desde el año 1972 se ha establecido la meta de aumentar anualmente las áreas forestales en un 10 %. Se estima que en los últimos 30 años ha habido un incremento de 857,147 hectáreas de bosques. Esto sin incluir los árboles que están fuera de los bosques, como en ciudades, parques, fincas, a los lados de las carreteras. Los bosques mayormente están en las áreas montañosas y son generalmente naturales o semi naturales, lo que aporta un valor muy alto a la biodiversidad. En el país hay unas 9000 especies de plantas, unas 3000 endémicas, que usualmente están en las áreas boscosas. Son comunes los abedules, pinos silvestres, los cedros de Líbano y muchos otras clases de pinos y de árboles en general. Ellos atraen unas 120 especies de animales, 454 de pájaros y 93 de reptiles, de los que se encuentran en el país.
Turquía es un país donde se viven las cuatro estaciones y nunca he visto tantas tiendas de venta de plantas como aquí, ni tantos balcones con flores y jardines frente a edificios y casas. Se conoce muy bien el ciclo de las plantas y qué sembrar por cada estación. Ahora que empieza el invierno, muchas de las plantas que gozaban del sol y la brisa del verano y el otoño se deben entrar en las casas, y hay una cultura muy marcada de cultivar flores y plantas ornamentales. Los tulipanes, por ejemplo, son originarios de aquí. Las flores son cultivadas con amor y paciencia, y son agradecidas, floreciendo con mucha frecuencia.
Menos mal que se cuida el ambiente y se le da un respiro al mundo, garantizando una enorme cantidad de tierra dedicada a los bosques. Se asegura el futuro con este respeto al ambiente.