VUELVEN LOS AZULES
Por Mariela Sagel. Facetas, 15 de enero de 2017
Es un thriller político que muestra una “radiografía del poder, cómo es que se ejerce el poder tras bambalinas”, una mirada crítica de la realidad.
El periodista y escritor Jorge Zepeda Patterson, que ganó el Premio Planeta en 2014 con el libro “Milena o el fémur más bello del mundo” presentó en la pasada Feria Internacional del Libro de Guadalajara su tercera novela, “Los usurpadores”, en la cual siguen como protagonistas el grupo de cuatro amigos que se llaman “los azules”. La primera novela de Zepeda, “Los corruptores”, 2013, fue una revelación estruendosa de su deliciosa prosa, porque el autor noveló un hecho que conmovió a México en 1992, recordado como “La tragedia de Guadalajara”, una explosión en cadena producida por verter gasolina en la red de alcantarillado a lo largo de 13 kilómetros que dejó un lastre macabro de 200 muertos y unos 1,500 heridos. Como periodista no pudo revelar todo el entramado de corrupción que había entre el gobierno, los narcotraficantes y el ejército, pues pondría en peligro su vida.
De forma inmediata, “Los corruptores” fue un éxito editorial y de ventas, y fue traducida a varios idiomas. El incansable periodista ganó el año siguiente el codiciado Premio Planeta con “Milena o el fémur más bello del mundo”, que continuaba la saga de los azules, que se han convertido en su hilo conductor para sus “thrillers”. Es el único escritor mexicano que ha ganado esa presea. Y ahora nos entrega esta novela que arranca de una forma tan poderosa y cautivante que no la puedes soltar.
OCURRE EN LA FIL GUADALAJARA 2017
El escenario principal de lo que ocurre en “Los usurpadores” es la FIL del año 2017, en la cual el país invitado es Estados Unidos. Un atentado ocurre el día de la inauguración y en esa masacre muere el embajador de ese país, un ganador del Premio Nobel de Literatura, el Secretario de Educación –que estaba entre los posibles aspirantes a candidatos a presidente, porque ocurre un año antes de las elecciones de México–, el enviado de la Casa Blanca para la ceremonia (un sub secretario de estado a cargo de asuntos hemisféricos), escritores, intelectuales, el alcalde de Guadalajara, la secretaria de Cultura, un expresidente colombiano, el presidente de Univisión, directores de medios estadounidenses y mexicanos, editores, políticos y artistas. Fue el peor atentado después del perpetrado a las Torres Gemelas en 2001 en el continente americano. Se salvaron los expresidentes Lula da Silva y Cristina Kirchner, además de la actriz Salma Hayek y otras personalidades que estaban presentes en la ceremonia de inauguración.
Dada la complejidad de la masacre, se pensó que los responsables eran terroristas islámicos pero resultó que fue un planeamiento meticuloso que se fue gestando en exclusivas canchas de tenis de Estados Unidos y México. Este deporte, ya lo había advertido Jorge en la presentación en Guadalajara, tiene un rol muy importante e intervienen en él un campeón mexicano, el presidente de ese país y su canciller, que de manera sospechosa, salió del salón de inauguración de la feria en el preciso momento que empezaba la matanza.
México tiene un curioso sistema para escoger sus candidatos, y así lo hizo el partido gobernante, PRI, por 70 años, y en este thriller se disputan esa designación (le llaman el “tapado”) tres individuos, totalmente inescrupulosos y hasta descarnados y asesinos.
El libro nos lleva desde los 80 días antes que ocurra la masacre, con la descripción meticulosa de su planeamiento, el momento en que se lleva a cabo y los días después, con la tragedia de que la directora del Mundo, uno de los periódicos más combativos, –que es la pareja sentimental de uno de los Azules–, muere trágicamente.
Jorge Zepeda se supera con cada novela que escribe, los elementos que ha ido incorporando son de una extraordinaria fuerza y la evanescente prosa se vuelve poderosa y captura con toda la trama que se va desarrollando entre canchas de tenis, instalaciones de la FIL, hospitales y restaurantes y mansiones en Ciudad de México, además de las redacciones de periódicos y las oficinas gubernamentales donde se tejen las peores intrigas y se comenten los macabros crímenes.
VASOS CONDUCTORES
En el año 2011 el actual presidente de México, Enrique Peña Nieto, entonces el “destapado” del PRI para acceder a la presidencia de su país, demostró que no lee ni le interesa, al decir que de los libros que más le habían gustado de autores mexicanos estaban “La silla del águila” de Enrique Krauze y “La presidencia imperial” de Carlos Fuentes. Los títulos estaban correctos pero los autores estaban invertidos. Esa metida de pata del entonces candidato lo ha inhibido a estar presente en las inauguraciones que se han verificado durante su accidentado mandato, y es así que estuvo Simón Peres, cuando el país invitado era Israel y quien lo acompañó a inaugurar la feria fue el ex presidente de España, Felipe González. En todas las versiones siguientes de la feria se han presentado libros que señalan los desafueros de esa presidencia que ostenta una mansión regalada por Televisa, y se llevan a cabo muchos debates en torno a la tragedia que vive México durante este sexenio, que no ha sido diferente a los anteriores.
En “Los usurpadores” se muestran toda una gama de sentimientos, se consolida la unión entre los cuatro amigos de juventud que, desde sus diferentes profesiones y ocupaciones, siguen fieles a sus derroteros. Vuelven a aparecer algunos personajes de sus dos novelas anteriores, como Milena –que es determinante para la vida del tenista famoso— y se muestra una violencia descarnada, una ambición fuera de control por el poder a todos los niveles, y la utilización de cualquier medio para conseguirlo. Es magistral el protagonismo de los presos que se fugan para ser artífices de la masacre de la FIL.
La lectura de este libro es tan adictiva, lleva un ritmo tan vertiginoso que recomiendo que el que lo empiece cuente con suficiente tiempo para no soltarlo hasta acabarlo. El final es casi de infarto y provoca volver a leerlo cuando uno lo termina.
Jorge Zepeda ha dicho, en entrevistas y en la presentación que condujo el periodista Salvador Camarena en la FIL, que la razón de un inicio tan fuerte y determinante “se debe a que en estos tiempos de inmediatez donde el lector tiene grandes alternativas de ocio, una novela con un arranque poderoso, es un ingrediente que ayuda”. También ha dicho que es una especie de Juego de Tronos, donde todos aspiran a destruir a su rival. “Una lucha de poder sin cuartel donde no hay reglas de juego entre los participantes”. Lo logra y con creces, el libro no solo revela la corrupción y ansia desmedida por el poder que prevalece hoy día en ese país, sino también los sentimientos entre los amigos, los amores no correspondidos, la pérdida física y el dolor que eso conlleva y el desarrollo de la tecnología de espionaje que nos deja temiendo que nuestros teléfonos celulares tengan un GPS donde ubicarnos.
La trilogía Los azules se convertirá en serie de televisión, que esperemos no demore mucho y estoy segura hará honor a la historia.