MARIELA SAGEL
El Siglo, 25 de febrero de 2013
El martes 19 de febrero se presentó en Panamá el libro El Oficio de Político, que ha causado un revuelo en la clase política, y todos los ejemplares que se trajeron a Panamá se vendieron en su totalidad. Y en el proceso se reveló que a los panameños nos falta un mundo por tener una verdadera cultura democrática.
Por el prurito que la iniciativa y la organización de esta presentación la hizo la junta directiva del PRD de Bella Vista, muchos ‘conspicuos’ políticos de otros partidos, otros autoproclamados líderes de la sociedad civil (y sus lamentables ‘adláteres’) no fueron y los más ordinarios –término no acuñado por mí, sino por el propio autor— ‘no quieren saber nada de los partidos, eso es bien sintomático de una situación que no es muy favorable’.
Previo a la presentación del libro muchos fueron los interesados que lo corretearon, al punto que el día de la presentación solamente se pudieron llevar 60 libros, pues el resto se había vendido como si fuera agua en el desierto.
La intención era y es elevar el lenguaje que vamos a utilizar en estas elecciones que se anticipan y serán no solo negativas, sino muy sucias, y transmitir un mensaje de ética. Y el auditorio, con las ausencias de los que poca cultura tienen, respondió con creces.
Allí estuvieron aspirantes a candidaturas independientes como Ana Matilde Gómez y Judtih Jaén. También Mireya Lasso, que busca regresar a la Asamblea, donde dejó una estela de honestidad y, sobre todo, decencia de la mujer panameña; los líderes originarios del Molirena Jorge Rubén Rosas y Lisímaco López, y algunos que les da urticaria el PRD –y lo confiesan, pero fueron y salieron ampliamente satisfechos— y se demostró que en el escenario político lo que hay que unir es esfuerzo para que el país no se desintegre por disputas infértiles y desgastantes.
Siendo el autor un destacado docente de la Universidad de Salamanca, el embajador de España nos honró con su presencia, y también otras figuras de relevancia en la opinión y en la política panameña.
Cuando Mireya Lasso se inscribió en el Partido Panameñista, en septiembre pasado, la acompañé en el acto, porque creo que la política es una y solamente con la unión de los esfuerzos de los que decidimos militar en uno u otro partido o de manera independiente va a ser posible un mejor Panamá. A ver si el resto de los panameños que les interesa el país entienden y coadyuvan a que tengamos país para las próximas generaciones.