Facetas Literatura Panamá

Dickens, vida y genio

MARIELA SAGEL

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Facetas, 5 de febrero de 2012

El próximo martes siete de febrero el mundo literario celebrará los 200 años del nacimiento del escritor británico Charles Dickens, que alcanzó la inmortalidad con obras como ‘Oliver Twist’, ‘David Copperfield’ y ‘Casa desolada’ .

‘Facetas’ se une a la conmemoración presentando un análisis de la obra de quien es considerado como el segundo autor inglés de mayor trascendencia, después del bardo William Shakespeare.

EL AÑO DEL AUTOR DE ‘OLIVER TWIST’

Charles Dickens, la pasión de narrar

Mariela Sagel

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El bicentenario de su nacimiento es la conmemoración del año en la literatura de todo el mundo. Comenzó a escribir a los veinte años y fue el novelista más popular de su tiempo. Dos siglos después, mantiene vigencia

Me costaría creer que algún bibliófilo no conozca por lo menos una obra de Charles Dickens y no la tenga en un alto sitial, pero es seguro que algunos buenos lectores no saben a profundidad lo que este autor inglés escribió durante la época en la que le tocó vivir. Charles Dickens nació hará 200 años el próximo 7 de febrero en Landsport, un suburbio de Portsmouth, sur de Inglaterra y hoy día es reconocido como el segundo escritor inglés de mayor trascendencia, después de Shakespeare.
Su vida temprana no fue para nada fácil, trabajó desde que era un niño por los problemas económicos que tenía su familia y en una ocasión su padre, un poco descuidado en los temas económicos, fue encarcelado por deudas y la familia entera se trasladó con él a la cárcel. El pequeño Charles se quedó laborando en una fábrica de betunes, lo que afectó su desempeño en la escuela. Pero esto no fue obstáculo para que después se convirtiera, con gran entusiasmo, en una excelente taquígrafo y posteriormente en un reportero en el Doctor’s Common House, de Londres.

Su trágica infancia, viviendo entre las ratas y alejado de su familia, y su trastocada asistencia a la escuela fue un tema que abordó en su muy conocida obra Oliver Twist, que ha sido llevada al cine por varios directores, como Roman Polanski en 2005. Aunque en este libro el protagonista es otro, Dickens refleja muchas de las miserias que vivió cuando estaba en el desamparo.

Este escritor, a pesar de las duras críticas que vertió sobre los acontecimientos que ocurrieron en la era victoriana, era admirado por la Reina Victoria. Su mayor innovación y el comienzo de su éxito fue la publicación de sus novelas por entregas. Así fue en 1836 con Papeles póstumos del club Pickwick, al que siguió Oliver Twist. Si Dickens viviera hoy día sería un escritor de telenovelas.

VIDA SIN RESPIROS

Tuvo muchos hijos y también muchos líos amorosos. Cinco años antes de su muerte, viajando en un tren con una joven amante, se descarrilaron varios vagones con la suerte que en el que ellos viajaban no cayó. Este hecho fue el comienzo de muchos achaques que culminaron con su fallecimiento, a la temprana edad de 58 años, cuando todavía tenía mucho que dar y mucho que escribir.

En un viaje que hizo a los EEUU, encontró los mismos vicios de la sociedad inglesa, los que criticó en su publicación American Notes (1842) y le produjo un rechazo de parte de los estadounidenses. Posteriormente se reconcilió con la nación ‘yanqui’ con el cuento Canción de Navidad. Una de sus obras más destacadas es Historia de dos ciudades (1859), en la que hay menos rasgos de humor y escenas en tabernas y posadas.

ESCRITOR PROLÍFICO

Dickens fue un escritor incisivo, que combinó magistralmente la narrativa humorística con el sentimiento trágico de la vida, recurriendo a la ironía y a la crítica ácida y social. Se caracterizó por la penetrante descripción de personas, lugares, fueran imaginarios o reales. Como manejaba tan bien los recursos caricaturescos, se burlaba de los problemas y lacras de su época.

En la era victoriana, tan trascendental para la sociedad inglesa, surgieron algunos de los más destacados escritores de esa nación, como lo fueron Oscar Wilde (‘El Retrato de Dorian Grey’), Lewis Carrol (‘Alicia en el País de las Maravillas’), Bram Stoker (‘Drácula’) y Robert Louis Stevensons (‘La isla del Tesoro’ y ‘El extraño caso de Dr. Jekyll and Mr. Hyde’).

Su bicentenario ha sido objeto de celebración en muchas partes del mundo, aparte de las festividades que se han organizado en su país natal, Inglaterra, donde inclusive se ha reinaugurado el museo que lo honra. En el reciente ‘Hay Festival’, celebrado en Cartagena la semana pasada, los escritores Carmen Posadas (uruguaya-española) y Boris Izaguirre (venezolano) coincidieron en la influencia que ha ejercido la literatura anglosajona en sus maneras de escribir, especialmente la forma de acercarse al público que tenía Dickens, a la vez que mostraba un retrato profundo de los personajes y la sociedad.

Andrew Davies (Gales, 1936), guionista muy exitoso de clásicos ingleses, señalaría el inicio de una adaptación de la vida de Charles Dickens a partir del accidente ferroviario. Según sus propias palabras, ‘La esencia de Dickens está en sus personajes, en la extravagancia y el derroche de ellos y las sub tramas, que son una explosión de creatividad’. Davies adaptó El Diario de Bridget Jones, y las obras de Jane Austen, y también participó en el Hay Festival de este año. Sobre Dickens remató: ‘Amo la exuberancia de Dickens y su deleite en la excentricidad humana. Y me gustaría pensar que algo de esto ha influido en mí’. 

Las obras aclamadas

Una hábil combinación del sentido de la ironía, una aguda percepción de la condición humana y una mirada crítica alrededor de los temas sociales en una época marcada por las transformaciones (la llamada era victoriana) fueron los escenarios donde desplegó sus habilidades de narrador e incisivo conocedor de la psicología humana el escritor Charles Dickens, de quien se conmemora el 7 de febrero 200 años de su nacimiento. Casi auto didacta, se estrenó con Los papeles póstumos del club Pickwick (1836) en la modalidad de capítulos por entregas. Sus siguientes libros fueron bajando el tono humorístico y se fueron haciendo más densos y complejos, siempre abordando con extrema sutileza los temas sociales. Su labor de reportero parlamentario le brindó el entrenamiento para describir situaciones testamentarias y eclesiásticas. En ese tiempo usaba el seudónimo de Boz y publicaba sus apuntes con ilustraciones de famosos artistas. Novela por entregas

 

 

Quizá sus obras más conocidas sean Oliver Twist (1837-1839) y David Copperfield (1849-1850) pero no dejan de destacarse Casa desolada (1853), Tiempos difíciles (1854) y La Pequeña Dorrit (1857), entre otras. En David Copperfield, Charles Dickens reflejó sus críticas a lo que vivió cuando era un infante laborando en una fábrica de betunes. Sus narraciones se centraron muchas veces en los vicios de la época, la mendicidad, la prostitución y la explotación de menores.

Sus obra Historia de dos ciudades (1859), Grandes Esperanzas (1861) y Nuestro amigo común (1865) dan cuenta de su frenética producción, pero no hay que demeritar sus relatos o novelas cortas, como Canción de Navidad, que están compiladas en excelentes tomos. Historia de dos ciudades enfrenta caracteres e ideologías de los franceses con las que poseían los ingleses en la víspera de la Revolución Francesa. Era, según el propio autor, su mejor novela.

 

En ocasión de la celebración del bicentenario de su nacimiento, se publicará una obra titulada Dickens Enamorado, que recoge las cartas que el autor británico de la era victoriana le escribió a quien parece ser fue su primer y oculto amor, María Beadnell. La relación de Dickens con la hija de un importante banquero apenas ha sido reseñada: fue un amor que sufrió la censura familiar, ya la joven fue enviada a estudiar a París. Sin embargo, el lazo no se cortó. ‘Lady Olliffe me preguntó si era cierto que yo había amado a Maria Beadnell tanto, tanto, tantísimo. Le respondí que no había mujer en el mundo que pudiera imaginarse cuánto’, escribió Dickens. A juicio de Harold Bloom, el famoso crítico literario, Dickens poseía un talento desbordante para crear personajes memorables. Según se lee en los anticipos de la obra, con María se reencontró después de veinte tantos años y le inspiró el personaje de Flora, la parlanchina de La Pequeña Dorrit.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

PÓSTUMA. Una novela inacabada, que encerrará por siempre el misterio del final. .

 

 

 

 

 

 

 

 

Charles Dickens murió el 9 de junio de 1870, en Gad’s Hill Place, de un derrame cerebral. Dejó sin terminar su última novela, El misterio de Edwin Drood . Fue enterrado en la Abadía de Westminster, a pesar de haber pedido, como última voluntad, un sepelio más modesto. El título de su obra inacabada alude al misterio que encierra ésta al no poder haber sido terminada por su autor, aunque han habido muchas y diversas tentativas por otros autores para intentar darle el final que, suponían, Dickens tenía pensado, después de una atenta lectura de la novela y el estudio correspondiente de otros escritos suyos para encontrar ese tono narrativo peculiar en cada escritor. Sin embargo, todos los esfuerzos fueron en vano y el misterio de cuál hubiera podido ser el final de esa obra incompleta se ha convertido en todo un enigma literario, al que se refiere el propio Borges que incluye esta obra en su ‘Biblioteca Total’, esa que tendría las obras esenciales.