Por Mariela Sagel, La Estrella de Panamá, 13 de noviembre de 2016

Menos de una semana ha pasado desde el día aciago en que fue electo Donald Trump a Presidente de Estados Unidos, y las opiniones, memes, caricaturas y demás no se han hecho esperar.  En un año donde han ocurrido acontecimientos que desnudan la enfermedad que sufre el mundo, manipulada por encuestas, medios de comunicación y los miedos, este tercer revés nos deja sin la esperanza de que se enderecen las cosas, no solo a nivel nacional sino a nivel internacional.

Opiniones han abundado, desde Ignacio Ramonet, David Remnick (editor de The New Yorker), Michael Moore, Oscar Arias, Robert de Niro, Deepak Chopra, Andrés Oppenheimer y Rubén Blades hasta editoriales como los de El País, The Guardian, The Economist y otros, dan cuenta de la tragedia americana.  Han salido a protestar miles de personas “después” de la elección y nos preguntamos, ¿para qué?  Dejen que el tipo asuma el mando y sean vigilantes en lo que a respeto a las instituciones se refiere, el manejo de las relaciones internacionales y que haga todo lo que prometió –a ver si lo puede hacer –.  Quedó ampliamente demostrado que ese país está en una crisis de identidad, sus nacionales están cansados del deterioro de su estilo de vida y no han superado ni el machismo ni el racismo ni la xenofobia.  Pero ellos tendrán que arreglar sus propios problemas y nosotros solamente vigilar que no se metan a agredirnos e irrespeten lo que hemos logrado, sobre todo en relación al Canal de Panamá.

Una de las opiniones que más me gustó, por su pragmatismo, fue la de Deepak Chopra, médico hindú que ha escrito mucho sobre el poder de la mente en la curación médica.  Para él el fenómeno Trump es un enfrentamiento con la sombra y, en vez de demonizarlo, hay que reconocer que la sombra está presente en todo el mundo y así ha sido siempre.

Prosigue demostrando que es justo reconocer que la sombra al final nunca gana y hay que encontrar cada oportunidad para reforzar el valor de volver a lo correcto y razonable en la vida de cada uno.  No combatir la sombra con la sombra, es decir, no jugar las reglas nihilistas de Trump (entendiendo como nihilismo la imposibilidad del conocimiento y negar la existencia y el valor de todas las cosas) ya que el señor del peluquín siempre estará dispuesto a ir más abajo de lo que uno está dispuesto a degradarse.

Mientras todo esto ocurría y el mundo entero estaba pendiente de esas elecciones bajo un sistema que ha demostrado estar desfasado y es anacrónico, en Panamá trataron de meternos un gol creando en el Ministerio de Gobierno una oficina para la promoción de la libertad de expresión, como si necesitáramos más burocracia de la que ya cargamos a cuestas.  Bajo la cándida excusa de que esa oficina iba a proteger a la mujer contra el feminicidio y toda forma de violencia y discriminación se quiso colar esta forma de censura.  Si de verdad el gobierno estuviera comprometido con la defensa de las mujeres que asigne presupuestos dignos a la oficina pertinente (el Instituto de la Mujer, por ejemplo) para que haya verdadera asistencia a las víctimas de violencia y discriminación, que no tengan miedo de denunciar y que los procesos lleguen a su final sin traumas.  Querer meter el tema dentro de una ley de protección a la libertad de expresión dentro de los estamentos estatales es un exabrupto mayor.  Afortunadamente el Ministro Henríquez aceptó las razones que muy responsablemente presentamos los gremios como el Fórum de Periodistas y el Consejo Nacional de Periodistas y va a proponer en el Consejo de Gabinete que se elimine ese artículo, cuando la Asamblea vuelva a sesionar, el otro año. El estado debe hacerse más eficiente y por esa y muchas otras razones se eliminó la Dirección de Medios de Comunicación en 1999.  Si el Ministerio de Gobierno tiene tanto interés en la libertad de expresión, debería empezar por pronunciarse en relación a la inclusión de este diario y su hermano El Siglo en la Lista Clinton, que continúan enfrentando la sombra hasta que los San Juanes decidan.

Mientras tanto, escuchemos a Ignacio Ramonet que mañana dicta una conferencia en UDELAS en torno al tema “Educación en el Siglo XXI: El papel de las universidades”.