Otro gran libro de Marc Levy
MARIELA SAGEL
Facetas, 28 de Noviembre de 2010
“El Primer Día” es la novela que siguió a ‘Las cosas que no nos dijimos’,que reseñé el año pasado cuando descubrí a este apuesto escritor francés que además es un hombre romántico. Y lo demuestra en cada uno de los escenarios y los temas que abarca en esta fascinante historia que nos lleva desde la meseta de Atacama en Chile hasta el Valle de Omo, en el oriente africano, pasando por la nativa Francia de una de las protagonistas, el Londres oscuro de otro de ellos y en un albur, recorriendo el mundo entero preguntándose ‘¿Dónde empieza el alba?’.
Marc Levy es un autor de moda, pero ni así su narrativa decae y con esta novela, nos entrega una maravillosa historia donde habla de la fuerza de los propios sueños y, por supuesto, del amor, la mayor de todas las aventuras. A pesar que se anuncia en su tapa como ‘La aventura de amar como nunca te la han contado’, es en realidad la historia de una pareja que se reencuentra tras varios años, y retoma su romance con altas dosis de aventuras y ficción científica por medio de la cual buscan la fuente de la vida y el origen del universo.
Con este libro, cuyas ventas ya colocan a Levy en los 20 millones de libros vendidos, no hay lugar en el mundo que escape a la fantasía y la capacidad de ensoñar de los protagonistas. Uno se traslada a través de 100,000 kilómetros de distancia, alrededor del planeta, a los lugares más fascinantes del mundo, de la mano del astrofísico inglés y la arqueóloga francesa que habiendo tenido un romance juvenil, se reencuentran para perseguir, sin tregua, el darle sentido a su existencia a través del estudio del universo.
Debió haber sido muy difícil escribir este libro por parte del autor porque la descripción de la gran cantidad de lugares que recorre esta tenaz pareja es infinita, al punto que sería bueno poder ir trazando sus desplazamientos en un mapa para entender la intensidad de su pasión por llegar a conocer o descifrar esa gran incógnita.
LOS PROTAGONISTAS
Keira es una arqueóloga que es sacada a la fuerza del Valle de Omo, por unos deslaves que allí ocurren y que de cierta forma malogran el trabajo que hasta ahora estaba haciendo. Vuelve a su natal Francia a convivir con su única hermana, pero echa mucho de menos a su padre, ya muerto, que era inglés. Su solidaria hermana, con quien no comparte precisamente la forma en que cada una lleva la vida, pero que se respaldan mutuamente, entra en contacto con un profesor de la Academia de Ciencias que descubre que desde el remoto Valle del Omo ella ha traído un pedazo de lo que puede ser el origen de la vida o la fuente de energía vital para generarla.
Adrian es un astro físico que se encontraba inmerso en una investigación en la meseta de Atacama, trabajando para la Organización Europea para la Investigación Astronómica. La falta de oxígeno que prevalece en ese lugar donde parece haberse detenido el tiempo hace mella en su salud y en un momento de crisis, tiene que ser evacuado y devuelto a la burocracia del trabajo de escritorio en la sede de la academia londinense.
Ambos, Keira y Adrian, coinciden un buen día en Londres cuando los dos se postulan para aspirar a una beca que les permitirá volver, cada uno por su lado, a retomar sus investigaciones. A Keira la empuja su hermana a presentarse ya que nota que decae anímicamente añorando día a día el Valle de Omo. A Adrian lo mueve su amigo y colega Walter, con quien establece una amistad a prueba de fuego, que recrean con visitas a la madre de Adrian, en las islas griegas.
LA TRAMA
Las aventuras de esta pareja, una vez se unen, hacen que cualquier historia palidezca, pero no es una trama mística estilo Dan Brown sino rutilantemente romántica, porque para el autor, el romance es el carburante más explosivo. Lo más frágil en el ser humano es el sentimiento del amor.
El Primer Día es un viaje a lugares insospechados. Dice el autor que visitó la mayoría de ellos y los que no, se documentó debidamente, y se nota, pues toda la trama está debidamente cuidada, hasta en los aterrizajes en avionetas clandestinas en sitios profundos del continente asiático. Quien se atreva a leerla no se arrepentirá de emprender un viaje por los cuatro puntos cardinales del planeta.
Al final, la historia queda como en una pausa expectante, y ahora me entero que vendrá una segunda novela que sigue a ésta, lo que me regocija porque pocas plumas son tan lúcidas y ligeras, a la vez que te elevan tanto en cuanto a los sentimientos humanos (amistad, amor filial, romance y lealtad, sobre todo) como la de este autor francés que trata el constante tema de la búsqueda tan antigua y arraigada en todas las generaciones, como es el origen del ser humano y los más novedosos hallazgos astronómicos, hasta las leyendas sobre los textos arcaicos, pirámides escondidas y objetos misteriosos e imposibles de comprender.