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ELEGANCIA DESDE EL PASADO AL FUTURO

Por Mariela Sagel

          En el elegante barrio de Üskudar, en la parte asiática de Estambul, se erige una mansión que usó el príncipe heredero Abdülmecid Efendi como residencia de verano entre 1896-1897 y, según algunas fuentes, hasta principios del siglo XX.  Desde octubre del año pasado hasta una fecha reciente de este año se pudo visitar en ese magnífico edificio una exposición de vestidos de damas del final del Imperio Otomano hasta los primeros años de la República de Türkiye (1923) que tuve la oportunidad de disfrutar con una distinguida personalidad panameña.

         Fachada del Sadberk Hanim Museum

Actualmente se llama al inmueble Sadberk Hanim Museum, siendo el primer museo en celebrar el centenario del país euroasiático, (y fue el primer museo privado de Türkiye, llamado Sadberk por la esposa de Vehbi Koç) con una muestra de las modas que usaban las mujeres otomanas turcas.  La Fundación Koç, que pertenece a una de las familias más poderosas de Türkiye, es ahora la dueña y la ha restaurado con excelencia y preciosismo, guardando todos los códigos de la época, especialmente su elegancia.

          La exhibición titulada “Elegance from past to future” resalta las transformaciones que tuvo la moda femenina, que empezó cuando se fue occidentalizando el país en el siglo XIX.  Recoge importantes momentos como la proclamación de la república, vista desde la cambiante óptica femenina, cuyo papel se modernizó y ganó en derechos.  Este importante aspecto de la muestra refleja cómo era y fue cambiando el rol de la mujer en la sociedad a través de los años.

          En el piso de acceso de la mansión se muestran los vestidos que usaban para grandes festividades, como bodas y fiestas, las mujeres en la época otomana.  En el primer piso se aprecian los atuendos que se acostumbraba llevar ya habiéndose instaurado la república.

          Se destaca, en la planta baja, el vestido de bodas que perteneció a la esposa del príncipe Abdülmecid, Sehsuvar Kadmefendi, y de otras contemporáneas suyas, emulando las modas europeas.  Son vestidos no solo bien conservados sino confeccionados con sedas exquisitas, de los siglos XIX (finales) y comienzos del XX.  También se muestran las revistas que seguían los modistos de diseñadores franceses en Cairo y confeccionados por costureras en Estambul.

          Se combina la exposición con pinturas de Osman Hamdi Bey, uno de los más importantes pintores otomanos, fundador del Museo Arqueológico de Estambul, y el autor de la famosa pintura que se exhibe en el Museo Pera, “El domador de tortugas” (fundador además de la Academia de Bellas Artes, hoy Universidad Mimar Sinán, en honor del famoso arquitecto preferido por el sultán Solimán) de figuras femeninas en jardines llevando vaporosos vestidos.  También el vestido que llevó la poeta y compositora Leyla Saz, –famosa en su tiempo, por la versatilidad de sus dotes musicales y el dominio de varios idiomas–un regalo que le presentó al sultán y su armónica.  Se complementa con los vestidos que llevaban las mujeres de los altos funcionarios a las recepciones de palacio.

          Ascendiendo por la preciosa escalera, vemos dos vestidos de noche que pertenecieron a Latife Hanim, esposa de Mustafá Kemal Atatürk, al estilo Charleston de los años 1920.  También se aprecian los vestidos de fiesta que llevaban las señoras para recepciones oficiales en Ankara (cuando fue establecida como la nueva capital) y atuendos para caza.  El vestido que Afet Ínan (una de las ocho hijas adoptivas del líder turco) diseñó para Atatürk cuando ella dio un discurso sobre el derecho al sufragio de las mujeres capta la atención de los visitantes.  Se complementa toda esta recreación con muestras de carteras (bolsos) y zapatos de la época.

         

Hay una sala a oscuras donde destaca un maniquí con la figura de Atatürk vistiendo un abrigo hasta la rodilla, estilo capa, que generalmente se guarda y exhibe en Anitkabir, –el mausoleo dedicado al héroe turco en Ankara– que confeccionó el Instituto Técnico Sabanci de Estambul.  Esa sala tiene una “memorabilia” de Atatürk con vestidos, guantes, botas, y otras posesiones personales que el museo Sadberk Hanim y el museo Rahmi M. Koç han donado, y fotografías firmadas de la colección Ömer M. Koç.

          Figura de Atatürk con su abrigo capa

Remata la exhibición un video con un collage de fotos que muestran a Mustafa Kemal Atatürk y las mujeres de Türkiye.

EL PALACIO

          Esta mansión fue la residencia de verano del último de los califas otomanos, Abdülmecid Efendi, que era un amante de la cultura y organizaba con frecuencia tenidas literarias con artistas, políticos y escritores.  Se destaca el cielo raso cubierto de los azulejos de la puerta, que tienen el verso, en turco otomano, “No hay ganador excepto Alá” y otras referencias religiosas.  Los paneles interiores y aleros del techo están decorados con grabados.  En el interior se repiten los azulejos, tan característicos de los diseños turcos, tanto en paredes como en suelos, fuentes, chimeneas, murales y una piscina de mármol y vitrales en las ventanas en la planta superior.

          Este palacio fue construido como pabellón de caza por el antiguo jedive egipcio Ismail Pasha entre 1880 y 1885, (cuando Egipto estaba bajo el control otomano) pero el nombre del responsable de diseñarlo se desconoce, aunque se le atribuye a Alexandre Vallaury, famoso arquitecto francés otomano que diseñó, entre otros destacados edificios, el hotel Pera Palace y el Museo Arqueológico de Estambul.

          Cuando falleció Ismail Pasha, la mansión fue transferida a Mahmud Hamdi Pasha, uno de sus hijos, para después ser asignada al príncipe Abdulmecid Efendi.  Se dice que él invitaba a los artistas a pintar en la mansión, de allí que hayan quedado tantos frescos y eso fue así hasta que el príncipe se trasladó al Palacio Dolmabahce, como correspondía a los sultanes otomanos, una vez fue declarado como tal.

          El inmueble fue vendido en 1942 a la familia Kalkayan, y restaurada por Kâzım Taşkent, su posterior dueño, que además de empresario, fundó el primer banco privado de Türkiye.  Sirvió de habitación de los soldados durante la II Guerra Mundial y después cayó en el abandono, hasta que el Grupo Koç la compró (está cerca de su sede principal) y remozó, dándole valor con exposiciones como ésta.

          A pesar de ser una mansión construida con todos los elementos de lujo y esplendor de la época, esta propiedad no está en la categoría de los “yalı” porque no está sobre la costa del estrecho del Bósforo, donde las residencias alcanzan precios exorbitantes y algunas se alquilan.  Esta mansión, por el contrario, ofrece una recreación tanto histórica como visual que es incomparable y que ayuda a comprender la transición que vivió este país de ser un imperio a una moderna república a inicios del siglo XX, visto a través de una óptica que pocas veces se toma en cuenta:  los vestidos que usaban las mujeres.

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