EMPRENDEDURISMO
Por Mariela Sagel, 25 de enero de 2016, El Siglo
La palabra emprendedurismo no tiene una definición establecida, lo que lleva a varias confusiones, pero una conjugación de las varias visiones que se tiene de él puede colegir que es el proceso que lleva a una persona convertir en realidad una idea que se convierte en proyecto, sea éste con fines de lucro o beneficencia. Ambas acepciones tienen unos denominadores comunes: son innovadores, crean empleos y prestan servicios.
En nuestro país hemos visto una avalancha de nuevos negocios y servicios, allí donde uno menos se lo imagina y en los espacios que han dejado los que están esperando un nombramiento si llega fulano o sutano al poder, o los que buscan estar siempre empujando papeles, sin convertirse en sus propios jefes.
Estas iniciativas empresariales van desde la mensajería puerta a puerta en moto, los entrenadores personales que van a tu casa, las peluquerías y centros de mascotas innovadoras, hasta restaurantes en lugares recónditos (Farallón) donde uno puede sentir el mar a sus pies. Al preguntar quiénes son los dueños casi siempre son los que han venido de Venezuela o de Colombia, por ser las nacionalidades que más han ingresado al país con capitales para invertir.
Las tiendas de chino, o colmados, como se les dice en otros países, también son una forma de emprendedurismo, que se iniciaron desde que los asiáticos llegaron a este país y no hay quien los haya desplazo de los barrios, donde cada día se modernizan más y se hacen indispensables.
Los talleres para aprender a bailar, los centros de relajación y entretención para adultos, los depósitos para alquiler con todas las modernidades no son ideas innovadoras, son necesarias y urgentes y solamente falta quien tenga la visión, el coraje y las ganas de establecerlas en Panamá. Les estamos dejando a los extranjeros el espacio para que sus negocios prosperen porque los panameños no tenemos el valor de ser emprendedores e innovadores.