Lunes 8 de junio de 2015
Lo peor fue que le hicieron caso y ahora muchas personas de pocos recursos están afectadas por este problema.
La semana pasada intervinieron un banco local, que se fundó en la provincia chiricana que –en teoría– debió servir para los productores y gente del campo, pero acabó siendo el puente de varios ilícitos que son escándalos aquí y afuera, lo que ha disparado todas las alarmas sobre nuestro sistema bancario.
Llama la atención que en este banco, el oficial de cumplimiento que tenía que velar por la ‘pureza’ del sistema (si es que algo puede ser puro a estas alturas) se opuso a que se abrieran cuentas de cierta cuantía por parte del expresidente Martinelli, y que este amenazó a la Junta Directiva con cerrar la institución.
Lo peor fue que le hicieron caso y ahora muchas personas de pocos recursos están afectadas por este problema.
Si uno es una persona común y corriente y se gana la lotería, o va a cambiar o depositar un cheque o efectivo en su cuenta por arriba de los 5 mil dólares, le piden a uno toda clase de papeles, tiene que firmar no sé cuántos documentos y tiene que probar de dónde provino el dinero. Eso está bien si se aplica a todos. Estos maleantes que nos gobernaron depositaban 5 millones y nadie se inmutaba, llevaban efectivo desde Monte Oscuro en maletines y los lavaban a bancos locales sin que nadie preguntara nada.
Es obvio que los controles fallaron, porque la Unidad de Análisis Financiero tiene sus reglas bien escritas, y no todos los bancos las relajaron, sino los vinculados a todos los ilícitos.
Martinelli llamo a los empresarios en su momento ‘empresarios’. ¿Cómo debemos llamar a los que están desfilando por la fiscalía y siendo objeto de medidas cautelares? Hasta con el escándalo de la FIFA se mencionó un banco local. Pero no hay que generalizar ni meter a todos los bancos en el mismo churuco, como decimos en panameño.
Pero ojo con la discriminación que recibimos los que no vamos con milloncitos a depositar.