Fiesta de la primavera
MARIELA SAGEL
La Estrella de Panamá, 10 de febrero de 2013
Hoy domingo 10 de febrero es al Año Nuevo Chino bajo el calendario lunar. En China es la celebración más importante y es motivo de muchos días de intercambios de deseos de buena suerte, regalos y comida. Son doce los animales que simbolizan el calendario agrario, y este año es la serpiente.
El año nuevo chino se celebra el día de la luna nueva que esté más próximo a los 45 días después del Solsticio de Invierno (entre el 21 y el 23 de diciembre) y 45 días antes del Equinoccio de Primavera (entre el 20 y el 21 de marzo) del hemisferio norte. Las fiestas duran varios días y culminan con el Festival de los Faroles.
Es tradicional que se entreguen a los parientes y seres queridos unos sobrecitos rojos con dinero, se cuelguen caracteres chinos en las puertas deseando bienaventuranzas y se coloque un pez, de color rojo, que representa la abundancia. El año nuevo chino se celebra en todos los países donde ha habido muchas migraciones, como en el nuestro, y las festividades son multitudinarias y se puede participar de ellas y ser parte, sobre todo, de la tradicional Danza del Dragón, que supuestamente ahuyenta los malos espíritus y cierra el ciclo. Hay que reconocer que, se sigan o no los dictámenes de los horóscopos, participar de estas fiestas es una gran oportunidad de conocer y apreciar manifestaciones tan ancestrales y tradicionales.
Aunque la República Popular China se rige por el calendario gregoriano, el lunisolar, que determina cuándo empieza y termina el año nuevo chino, data de la época de la dinastía Han, en el año 104 A.C. En Taiwán, Macao, Hong Kong y otros países que tienen un gran influencia cultural china (Singapur, Malasia, Vietnam, Indonesia, Tailandia y Corea, entre otros) se replican de igual forma todas las festividades. En San Francisco, donde se dice se originó el ‘dim sum’, el popular desayuno chino que es uno de los preferidos de los panameños, se realiza un vistoso desfile, mismo que se celebra hoy día en muchos otros países como el nuestro.
Es una buena oportunidad para aprender de esa vastísima cultura milenaria que desde hace más de un siglo se ha establecido en Panamá. Pronto se abrirá una gran exposición de fotografías de las familias tradicionales chinas que se asentaron en Panamá y cada vez es más la avidez por conocer sobre sus tradiciones, sus costumbres, sus magnas obras y su riqueza histórica, enmarcada en esos emblemáticos sitios como la Muralla China, el Palacio de Verano, la Ciudad Prohibida y los Guerreros de Terracota, entre otros muchos. De más está decir que Panamá ofrece una de las mejores comidas chinas de la región, y eso es en parte por el celo y meticulosidad con que sus dueños la han sabido ofrecer, sin caer en la fusión o la panameñización de la misma. Hay huertos donde se siembran y cosechan los vegetales que se usan en el arte culinario chino, que es de una delicadez y sabor indiscutible.
Se dice que es un año de grandes transformaciones y acontecimientos. En un año de la serpiente se escenificaron la Revolución Rusa, la caída del muro de Berlín, el ataque a las torres gemelas y también fueron los años en que se descubrió el ADN, se creó el CD (no el partido) y se realizó el primer implante de corazón.
Todo lo que pueda ocurrir en este año dependerá de nosotros, que deberá ser de grandes progresos y hazañas, de superación de situaciones y de problemas muy difíciles. Un año en el que será necesario innovar y crear nuevas formas de vivir y trabajar. Porque es un año pre electoral y lo que nos viene es serio. Feliz año nuevo a todos.