Historia Publicado en El Siglo

FIN DEL SITIO DE LENINGRADO

Por Mariela Sagel

Publicado en El Siglo, el 31 de enero de 2024

     El pasado 27 de enero se cumplieron 80 años del fin del sitio de la ciudad de Leningrado (hoy conocida como San Petersburgo) en la entonces Unión Soviética, hoy Federación Rusa.

     Fueron 2 años, 4 meses y 19 días que esa ciudad al norte del país más grande del mundo, sobre el Mar Báltico fue sitiada por las fuerzas alemanas nazis, desde el 8 de septiembre de 1941 hasta el 27 de enero de 1944.

     Leningrado era la antigua capital del Imperio Ruso, el de los zares, su capital cultural y la cuna de la revolución rusa, en 1917.  Su sitio, además de ser simbólico, por el duro golpe moral que representaría para la Unión Soviética, era logístico ya que la ciudad aportaba el 11% de la producción industrial del país.

     Algo que muchos desconocen es que Finlandia fue una aliada para lograr cercar Leningrado, ya que en 1939 la Unión Soviética había intentado invadir Finlandia cuando ésta se había negado a ceder parte de su territorio con el fin de salvaguardar a Leningrado, por lo que, ante la acción de los nazis, los finlandeses quisieron vengarse, sellando una alianza con la Alemania nazi a fin de recuperar los territorios perdidos, a quienes Hitler había prometido ceder áreas al norte del río Neva.

     Se cuentan unas 642,000 personas muertas de frío y hambre durante este cerco mortal, pero otros aducen que fueron muchas más.  Los inviernos rusos pueden arrojar temperaturas de hasta menos 30 grados y la falta de alimentos dio origen a que se llegara a comer perros, gatos, ratas, cuervos y hasta se dieran casos de canibalismo.  El curador del Museo Hermitage, para evitar que ese centro cultural sufriera el destino de la biblioteca de la ciudad, de unos 200 años de antigüedad, que fue quemada por los habitantes desesperados por no morir de frío, permitió que las maderas de los pisos de ese hermoso museo fueran removidas y las obras de arte guardadas celosamente.

     Durante los juicios de Nuremberg, uno de los testimonios más contundentes fue el diario de la niña de once años, Tatiana Sávicheva, que narraba de una manera brutalmente simple cómo cada uno de los miembros de su familia fueron muriendo de hambre.  Lo que ya no pudo narrar fue su propia muerte.

     Durante el sitio, el famoso compositor ruso Dmitri Shostakóvich compuso su Sinfonía n.º 7, «Leningrado», intentando demostrar la actitud valiente de los habitantes de la ciudad bajo condiciones tan extremas.