Por Mariela Sagel, en El Siglo, 14 de marzo de 2022.
Es muy probable que todos estemos rodeados por gente tóxica, de esos que no pueden decirte, cuando te ven, nada agradable
Es muy probable que todos estemos rodeados por gente tóxica, de esos que no pueden decirte, cuando te ven, nada agradable o que emiten opiniones sin que se las pidas.
Hay familias, amigos y hasta desconocidos, sin mencionar a los marisabidillos metiches trolls que te atacan por redes sociales, sin siquiera conocerte, con toda clase de epítetos degradantes, reflejos de sus retorcidas personalidades.
Sobre los que saltan a decirte algo desagradable, no hay que ir muy lejos. Por ejemplo, familiares que, por alguna razón, están amargados y tienen rabia del mundo y, sobre todo, de la gente que es feliz y consigue alcanzar metas. Lo típico es decir algo sobre tu físico, que si estás gordo o demasiado flaco, que si lo que estás haciendo o harás es bueno o malo, siempre con la negatividad por delante. Tenía un tío que siempre nos decía que estaba ‘muy repuesta’ si había engordado, o que, si estaba enferma, si te veía muy flaco. Era realmente desagradable pues yo he aprendido que a las personas no les cae nada bien hablar sobre tu peso. Lo más indicado es que, si alguien ha engordado, ni mencionarlo, pero si la persona ha perdido peso, alabar lo bien que se ve.
Otros, solamente con que menciones una palabra saltan a opinar sin que le hayas pedido opinión: que si tal producto tumba el cabello, que pongas secadora de ropa de gas por las cuentas de luz si son eléctricas, y encima, te insisten en que montes un tendedero en tu casa. Lo más sano es que, opines SOLO si te piden opinión, de otra manera, calladito.
‘El respeto al derecho ajeno es la paz’, decía Benito Juárez. Todos podemos equivocarnos, pero es nuestro derecho hacerlo y no es sano estar expuestos a estas personas que, sin más ni más, por razones de envidia, complejo o simplemente, personalidades retorcidas, se lancen a opinar sin que les preguntes. A esas personas, sean familia, amigos, conocidos o los indeseables trolls simplemente hay que sacarlos de nuestras vidas.